miércoles, 21 de mayo de 2014

POR LA MEMORIA DE CARLITOS


Por Félix R. Guerrero - La calle, ese espacio público colectivo, amado, por donde circulamos humanos, bestias y automóviles, se ha convertido en un lugar peligroso para los desprevenidos paseantes.


 “En mi calle de silencio está
y va pasando por mi lado.
Es un recuerdo desigual.”
Silvio Rodríguez

Esta nota no tiene por objeto echar culpas, analizar causas y efectos ni hacer numero estadístico. Simplemente decir de la enorme importancia que tiene cada habitante de nuestros pueblos para cada uno de nosotros.

 Como pueblo, somos un conglomerado humano que por encima de los grados de parentesco u otro tipo de relaciones humanas conformamos una misma alma. Pero desgraciadamente nos damos cuenta de esto, cuando hemos perdido a uno de nuestros ciudadanos. Entonces quisiéramos que regrese de la muerte, que se nos de otra oportunidad para decirle lo mucho, lo mucho que lo queremos y nunca se lo dijimos, lo mucho que nos hace falta y regalarle tantas cositas, buenas palabras que no le hemos dicho nunca.

Carlos José Alan Nieto, para los que lo conocimos, Carlitos, un joven de 25 años, fuerte, sano de cuerpo y alma, hincha y jugador de Los Andes Futbol Club de los Molinos e hincha fanático de Boca Juniors; hizo cursos de árbitros y dirigía Futbol Femenino en Anillaco. En Aimogasta ejerció de Lineman en equipos de inferiores. Amaba las carreras de motos y de caballos. Colaborador entusiasta de todo evento deportivo. Había egresado como Bachiller  del colegio Comercio Nº 1 Santa Clara, de la ciudad capital.

Nada, absolutamente nada, hacía presumir que un fatídico 13 de Marzo de 2014, Carlitos iba a ser la próxima víctima fatal de la peligrosa manera de circular en motocicletas y automóviles en los pequeños pueblos de La Costa. Nosotros, el equipo de Cooperativa Radio LA BOCONA, venimos diciendo desde hace mucho tiempo, que acá no nos sobra ningún habitante, que hay que cuidar a cada uno de ellos como a un padre o como a un hijo propio. Hoy, con dolor lo reiteramos.

Nunca la calle Progreso de Anillaco estuvo tan triste. Nos queda, como precario consuelo, un retrato de Carlitos en el muro del Club Peñarol. Carlitos por siempre joven, por siempre ajeno a la maldad y al desatino.

1 comentario: