María
Elisa Reynoso, abogada de expresos políticos, se refirió al avance de la
Megacuasa La Rioja que enjuicia a 15 militares, policías y civiles que actuaron
en el genocidio de 1976. La letrada comentó que luego de la inspección ocular
en el ex batallón 141, ahora Regimiento de Infantería Mecanizado, confirmaron
que funcionaba como centro de detención clandestino y se investiga si allí se
cometió el crimen de uno de los detenidos desaparecidos por la dictadura. El
juicio culminaría en abril del 2016.
Reynoso es una de las querellantes junto a Viviana
Reynoso y Adriana Mercado Luna. Representan a Roberto Romero, Carlos
Lanzilotto, Lucila Maraga, Plutarco Schaller entre otras víctimas del Terrorismo
de Estado.
"Los testimonios fueron contundentes, claros y
positivos. Con mucho detalle acerca de la trayectoria de la tortura y privación
ilegítima de la libertad en contra de nuestros representados", indicó.
Comentó que los testigos víctimas se refirieron a los
lugares donde funcionaron los centros clandestinos de detención, resaltando la
inspección ocular en el Regimiento donde se probó que funcionó como uno de los
centros, donde estuvieron dos testigos: Illanes y Schaller.
"La participación civil recae fundamentalmente en el
ex juez federal Roberto Catalán: los testigos recuerdan la participación del ex
magistrado en las indagatorias y cuando fueron apremiados en su
presencia", aseguró la letrada por otro lado.
Britos, Vilte y el “Bruja” Romero, ya fallecido, fueron
los más nombrados como quienes llevaron a cabo las torturas.
"Vamos
probando cada uno de los hechos y las imputaciones realizadas en el auto de
elevación", consignó.
Se trata de 15 genocidas sentados en el banquillo, que en
principio eran 18 y por razones de salud fueron separados del debate oral y
público ante el tribunal Oral Federal.
Anunció que quedan algunos testigos que pasaron por el
Batallón 141, ahora Ejército de Infantería Mecanizado.
Todavía falta el testimonio de Oscar Schaller, hijo de
Plutarco que fue detenido y torturado en el batallón.
"No sabemos si los asesinatos se cometían ahí porque
en el caso de Díaz Romero desaparece luego de estar detenido en el
Batallón", expresó, resaltando que "es un homicidio".
Respecto del ritmo del proceso dijo que estiman que en abril
o mayo del año 2016 recién se conocerán los alegatos de las partes, porque
faltan inspecciones en otros lugares como el IRS donde transcurrió la vida de
tortura de la mayoría de los testigos víctimas que fueron alrededor de 50 desde
marzo del 76 a octubre, donde sale el primer traslado a Sierra Chica.
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