lunes, 15 de julio de 2013

Caso Enzo Abel Gallo: Testigo de la decadencia del sistema de salud


Las causas de mala praxis generalmente no obtienen justicia. Esta es  una afirmación  que aprendemos a resignar sin sobresaltos, hasta que  la realidad nos toca de cerca.  Pareciera que existen  realidades  imposibles de dimensionar si no la sentimos en carne propia.  Una reflexión sobre el Sistema de Salud de la Provincia y sus prácticas a partir de un caso paradigmático.


Perder a un ser querido  y  luchar por justicia, cuando  la impotencia y el dolor son demasiado grandes es una tarea inconmensurable.  Es cuando nos damos  con la  muralla, la que separa la justicia del hombre de a pie, la que es casi infranqueable para aquellos sin poder, cuando entendemos que  ser solidarios con las injusticias que le suceden al otro es una forma de cuidarse a sí mismo.

La causa que investiga la muerte de Enzo Abel Gallo no es la única, pero se ha convertido en los últimos tiempos en emblema o testigo de lucha contra estas injusticias. Alejandro Gallo, el papá de  Enzo, ha logrado  instalar en la opinión pública su  lucha por justicia. En su pedido también va implícita la denuncia por el déficit en políticas de  salud y  el  comportamiento corporativo de los sectores privados  de la salud  como los de la justicia.

Ha puesto sobre el tapete la existencia de prácticas enquistadas en el sistema, tan sufridas como naturalizadas, como lo es la connivencia entre una salud pública desfinanciada y las instituciones privadas con fines de lucro. No hace falta agregar mucho para entender lo que puede resultar de esto.

En este contexto la situación en la que quedan  los médicos, que en muchos casos  salen del hospital para ir a la clínica, o peor salen del hospital para ir a sus clínicas, o a clínicas en las que participan como socios, es bastante incómoda, por no decir peligrosa, al límite de la ética  y mas allá también. Digamos que cooptar pacientes en el hospital para llevar a las clínicas privadas implica, más allá de  una distorsión de la esencia de la profesión, una práctica peligrosa.

Pero peor es la situación de quienes son víctimas de la manipulación de un sistema que da margen para cualquier cosa.  Cuando se trata de la salud, y eso es algo que todos aceptan, el desmanejo y la falta de ética pueden llevar a la muerte.


El caso Gallo denuncia esta connivencia y además un homicidio con dolo eventual.

Alejandro Gallo sostiene que a su hijo se lo operó por nada, o mejor dicho que las razones por la que se lo operó en el Sanatorio Rioja no eran de índole clínicas, sino más bien comerciales, para esto reunió pruebas y testigos, y logró que la carátula del caso fuera la de homicidio con dolo eventual.

Para que se entienda lo que es un   homicidio con dolo eventual citamos un ejemplo: alguien circula con su automóvil por una calle a 150 Km. por hora y atropella y mata a una persona que cruzaba la calle; no hubo intención de matar pero,  sabía que yendo a esa velocidad  podría  “eventualmente”  llegar a atropellar y/o matar al que cruzara la calle. Sería un dolo "potencial" ya que podría haber ocurrido o no.

Para el Caso de Enzo, que habría sido operado sin justificación clínica y por una motivación económica, el dolo termino en homicidio.  Desde entonces Alejandro Gallo viene denunciando numerosas irregularidades y connivencias que van desde la falsificación de historias clínicas, hasta la manipulación de pericias e informes.

La semana pasada hubo novedades en ese sentido. Trascendió que el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja le  abrió un sumario administrativo al responsable de mesa de entrada, quien habría hecho desaparecer durante 21 días el informe que remitía el Cuerpo Médico Forense de Nación. El informe pericial habría sido remitido a La Rioja 21 días antes de lo que este funcionario habría consignado. 

Alejandro Gallo asegura que esta maniobra fue  para manipular el informe a favor de los acusados.   Esto quedará claro cuando el Cuerpo Médico Forense del Tribunal Superior de Justicia de la Nación  le remita a la querella el pedido de copia de las pericias, ya que para la fiscalía en nuestra provincia la copia remitida anteriormente no presenta inconvenientes. Un dato no menor es que  al empleado que retuvo durante veintiún días este informe, la fiscalía  no  le inició causa de penal. 

Respecto al tema  se hicieron públicas, a través de distintos medios,  grabaciones obtenidas de una entrevista que Alejandro Gallo  le realizara al Fiscal Montivero, jefe de Fiscales de nuestra Provincia.  En estas grabaciones el Fiscal justifica la propia inacción de la fiscalía y de la justicia, confirmando de alguna manera lo que todos suponen, el accionar corporativo y las presiones, no solo por  al caso Gallo sino como una práctica en general.

La verdad es  que tenemos un sistema judicial  poco transparente,  antidemocrático y permeable al poder fáctico de las corporaciones, una suerte de pilar del medio de muchas injusticias. Por otro lado un sistema de salud público desfinanciado y patas para arriba, porque  más allá de que se invierta en la construcción de hospitales, el problema de la salud es estructural y sistémico. Y para rematar un gigantesco sistema privado de salud,  regido por las leyes de mercado y sin escrúpulos. 

Esto es así en nuestra provincia y en toda la argentina. No es casual que en materia de salud el gobierno nacional no haya introducido las reformas necesarias, a tono con el retroceso en otros frentes heredados de las  políticas neoliberales, y se haya conformado con emparchar sobre lo impuesto por el neoliberalismo; es decir  el desfinanciamiento de lo público, la desregularización del sistema de obras sociales   y la apertura a las prepagas.

Estas empresas convertidas en poderosos capitales privados, nos muestran ahora su enorme  capacidad de influir en todos los ámbitos del poder estatal.
Pasa que en provincias como la nuestra todo esto se magnifica. Cuna del neoliberalismo, cobayo de prueba de estas políticas en tiempos de Menem, es también hoy  un epicentro de sus contradicciones.

Como conclusión y en honor a la realidad debemos aceptar que el debate en torno a la salud que deberíamos tener está lejos de instalarse, y aunque sus consecuencias logran interpelarnos en alguna medida, no alcanza. Casos como los de Enzo, que son  innumerables,  son claramente  un pronunciamiento en favor de la salud como un derecho y no como un negocio, reivindicación  que diversos actores del campo popular vienen sosteniendo en sus demandas desde los noventa, pero que a la fecha no logran engranar con la agenda política.     

Foto: Rioja Virtual. 


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