miércoles, 12 de noviembre de 2014

Anillaco: Gerónimo, un pequeño gran naturalista


Por la Asociación Ornitológica de la Plata - La de Gerónimo es una de esas tantas historias que nos gusta contar y de las que suele haber muchas entre nuestros socios. Gerónimo tiene tan sólo 11 años, vive en Anillaco, La Rioja y es un flamante socio Custodio de las Aves de Aves Argentinas. Y la historia empieza así…

Hace unos días suben a nuestra página web, para el concurso de la foto del mes, una foto de un juvenil de águila coronada, una especie en serio riesgo de extinción, en Anillaco, La Rioja.

Cuando vemos la foto enviamos un mail a su autor, pidiéndole más datos del registro, ya que al tratarse de un ave en peligro como el águila coronada, siempre es bueno tener los datos de la fecha, el lugar exacto, etc.

La respuesta nos sorprendió:

"Hola les escribe la madre de Gerónimo por lo del águila coronada. Gero tiene 11 años y él avistó al águila y le tomó las fotos."

No todos los días se ve un águila coronada y muchas menos son las veces en las que quien la encuentra es un chico de 11 años.

Además, Adriana, la mamá de Gerónimo, nos contó esto:

"Gero comenzó a observar aves a los 6 años. Su pasión fue seguramente influenciada por sus padres, ambos biólogos (el padre estudia hongos y la madre hormigas), y que por su trabajo realizan frecuentes salidas al campo. Los disparadores fueron la compra del libro de Tito Narosky y el aprender a usar una cámara fotográfica para registrar los avistajes. Los viajes de Gerónimo deben incluir siempre la visita a un área protegida, evitando al máximo las zonas urbanas.

El juvenil de águila coronada ( Harpyhaliaetus coronatus) que encontró Gerónimo
Hasta el momento lleva registradas un total de 325 especies, 145 en la Rioja y el resto en los alrededores de Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Misiones. La mayor parte de estas especies están fotografiadas y ordenadas prolijamente en carpetas. En su casa de Anillaco armó un comedero en un sector que conserva vegetación nativa, llevando diariamente comida y agua. Allí construyó un pequeño cobertizo con ramas para poder fotografiar a las aves sin molestarlas, logrando así hermosos primeros planos. Todos los días dedica un rato de su tiempo para recorrer este sector.

Con las mejores fotos armamos un libro artesanal y un folleto para promocionar la conservación y el avistaje de las aves de La Rioja, que fue presentado al Gobernador aunque no prosperó. Aunque los padres son biólogos, está claro que el que reconoce a las especies a simple vista es Gerónimo. Así es como se dio cuenta que la que estaba sobre el poste de tendido eléctrico no era cualquier águila, sino un juvenil de águila coronada. Estábamos en el auto, nos hizo parar y nos anunció que era un águila coronada. Fue una pena avistarla sólo en dos ocasiones. Gerónimo luego del primer avistamiento estaba muy preocupado por la posibilidad de que la maten, por lo que la madre fue a dar una charla a la escuela para contarle a los chicos, y así esperando que llegue a los padres, sobre la importancia de conservar a esta especie en particular y a las aves en general.

Una página del libro artesanal que hizo con sus fotos

Una segunda especie avistada por Gerónimo y de la que existen pocos registros fue la monterita serrana. Esta es una especie también amenazada, con una distribución muy restringida y que avistó una única vez en las Sierras de Velasco (las sierras que rodean a Anillaco). Debido a que estaba escondida entre el follaje, la foto no está muy bien, aunque se la puede reconocer.

Gerónimo prefiere hacer sus avistamientos solo, ya que es muy cuidadoso en cuanto a no hacer ruido y andar con paso sigiloso para no asustar a las aves. Se viste con ropa de colores neutros para confundirse con el paisaje, y es muy paciente hasta obtener la mejor fotografía. Este año irá de vacaciones al sur de Argentina y Chile, por lo que podrá registrar las especies de los bosques andino-patagónicos. Le es muy difícil elegir una única ave como favorita. Nombró varias: el saí azul, el cortarramas, la bandurria austral y el pato zambullidor chico."
La historia de Gerónimo, que además es socio de Aves Argentinas nos sorprendió, pero seguramente sea similar a la de muchos chicos que aman la naturaleza. Nos pareció que contarla podía servir de inspiración a que muchos otros chicos salgan al campo, a parques o a reservas urbanas a buscar sus propias "águilas coronadas", hacer sus listas, sacar sus fotos y, porque no, hacer guías como esta que hizo Gero.




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