jueves, 6 de marzo de 2014

Editorial: LOS FANTASMAS DEL AYER ESTÁN VIVOS

Por Félix R. Guerrero - Los fantasmas están vivos a pesar de la derrota que les impuso la Verdad y la Justicia. Aquí en “La Costa”, pugnan por borrar hoy con la amenaza solapada casi timorata, pero igualmente siniestra, las huellas de su pasado execrable.

La historia se repite? ¿O se repite sólo como penitencia de quienes son incapaces de escucharla? No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la memoria humana se niega a callarse la boca. El tiempo que fue sigue latiendo, vivo, dentro del tiempo que es, aunque el tiempo que es no lo quiera o no lo sepa.

EDUARDO GALEANO

Monseñor Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 en la ruta 38, entre Chamical y La Rioja, por la Dictadura militar del 76. El departamento Castro Barros, anotó su página en esa historia trágica, mediante el protagonismo de “los cruzados de la fe”, quienes promovieron la violenta expulsión de Obispo diocesano de La Rioja, de la localidad de Anillaco. Se dijo que lo expulsaron por guerrillero comunista. Esa acusación jamás fue comprobada, pero el Obispo murió asesinado  en una provincia profundamente católica como La Rioja.

Lo concreto es que había fuertes intereses económicos en juego en el departamento Castro Barros. La creación de CODETRAL, una cooperativa agrícola en la finca Azzalini promovida por el Obispo, enfureció al Poder.

Un episodio casi inocuo sucedido en el mes de Diciembre del 2012 cuando el ex cura chuqueño Alilo Ortiz prestaba testimonio a la Justicia en la causa de los curas de Chamical Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, puso en relieve la  vigencia del carácter intimidatorio y autoritario del poder político.

 “Tenía un concepto de usted, pero de los que están muertos y no se pueden defender no hay que hablar”. .— ¿A qué te estás refiriendo? — Todo lo que hablaste de mi viejo en el juicio.

Este dialogo mediante mensaje de teléfono celular, fue dado a conocer por uno de los protagonistas, Juan Aurelio Ortiz, a la  Justicia y a la Opinión Pública  luego de su declaración  del 21 de Febrero del 2014 en la audiencia por el asesinato del Monseñor Angelelli.

El otro protagonista del mencionado dialogo era el entonces Intendente municipal por el departamento Castro Barros Marcelo del Moral. En diálogo con Cooperativa Radio Comunitaria La Bocona, el señor Alilo Ortiz, manifestó que del Moral tiene en sus manos, actualmente, un desmesurado e ilegítimo poder político: Es Intendente por este departamento, cargo al cual no ha renunciado, Diputado por el Dpto. Castro Barros, cargo al que sí ha renunciado y Ministro de desarrollo Social de la Provincia. Es decir el tiene el control de dos cargos a los cuales puede acceder según su conveniencia personal.

El historiador británico Tony Robert Judt advertía “Yo creo profundamente en la diferencia entre la historia y la memoria; permitir que la memoria sustituya a la historia es peligroso. Mientras que la historia adopta necesariamente la forma de un registro, continuamente reescrito y reevaluado a la luz de evidencias antiguas y nuevas, la memoria se asocia a unos propósitos públicos, no intelectuales: un parque temático, un memorial, un museo, un edificio, un programa de televisión, un acontecimiento, un día, una bandera. Estas manifestaciones mnemónicas del pasado son inevitablemente parciales, insuficientes, selectivas; los encargados de elaborarlas se ven antes o después obligados a contar verdades a medias o incluso mentiras descaradas, a veces con la mejor de las intenciones, otras veces no. En todo caso, no pueden sustituir a la historia”.


Este párrafo viene a colación de que a pesar de que el Poder de aquellos años de plomo de los 76 ha impuesto su relato para justificar sus horrendos crímenes, la verdad histórica se impone con su fuerza arrolladora para que los fantasmas del pasado descansen en paz en el lugar que les corresponde.

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