El
Señor de la Peña se prepara para las celebraciones de Semana Santa que se
vivirán en los próximos días. Distintos organismos oficiales comenzaron a
diagramar los operativos para que las jornadas se vivan en paz.
El Señor de la Peña es una
enorme roca con forma de rostro, desprendida de las estribaciones de la Sierra
del Velazco de remota fecha aún sin determinar. Está ubicado geográficamente en
el Paraje El Barreal, en el departamento Arauco.
En la jornada del Viernes
Santo, se convierte en sitio de encuentro y devoción, a donde arriban miles de
peregrinos de toda la provincia y de otras vecinas.
Operativos
Por este motivos, la policía
anunció que se trabaja puntualmente en el Operativo de Control de cara al
movimiento que se generará por Semana Santa, principalmente para quienes se
trasladarán al Paraje Señor de la Peña.
El jefe de la Regional III,
Comisario Inspector Guillermo Cortez, dijo que habrá tolerancia cero en los
diferentes controles que conduzcan al Paraje Señor de la Peña.
Los vehículos en general
(bicicletas, motos, autos, camionetas, combis y camiones) deberán munirse de
toda la documentación reglamentaria que los habilite para circular en las
diferentes rutas que conducen al Paraje Señor de la Peña.
Al respecto, los interesados
en asesorarse de cómo se concretará tal control y de los requisitos que deben
contar para trasladarse normalmente, podrán acercarse a sede policial a fin de
evacuar dudas.
Cortez anticipó que
efectivos de las comisarías nucleadas a la Regional III y refuerzos de Capital,
estarán afectados para cubrir la seguridad de Semana Santa en Arauco. También
se contará con el apoyo de enviados de la Secretaría de Seguridad Vial de la
provincia.
Defensa Civil es otro de los
organismos involucrados en los operativos, por lo que advirtió a los peregrinos
y promesantes que van al santuario del Señor de la Peña, algunas indicaciones
tales como, transitar la ruta en sentido contrario a la circulación de los
vehículos y de noche, llevar siempre una linterna u objetos refractarios.
En caso de encender fogones,
prever la limpieza de la zona para evitar incendios y cuando abandone el lugar,
dejar totalmente apagado el fuego. Se sugiere también no escalar laderas ni
montañas arriesgando su vida. En caso de acampar, hacerlo en lugares seguros y
no olvidar mantener un clima de silencio y oración en los santuarios.
En caso de emergencias
comunicarse inmediatamente al teléfono 911.
Historia
Los habitantes Diaguitas
fueron los primeros en encontrar esta roca, y lo tomaron como un punto de
referencia para sus cacerías de animales salvajes, además, este lugar les
servía de resguardo, sombra y protección de la seca y árida extensión de tierra
arauqueña. Lo llamaron primitivamente el Dios Llastay (protector de la montaña
y la caza).
Lo llamaron Llastay porque
esta etnia indígena adoraba toda figura antropomórfica, es decir que en
aquellos tiempos, los aborígenes ya descubrieron su forma de rostro humano.
Al paso del tiempo, y con la
llegada de los primeros españoles a la región, trayendo consigo la misión de
cristianizar, aprovechan esa antigua devoción indígena para inculcar de que se
trataba del rostro de Cristo, desde allí es que toma este nombre,
Su estampa mide
aproximadamente 12 metros de altura, por unos 20 metros de periferia y tiene
una tonalidad suavemente rojiza. En su cima se levanta una cruz de hierro. La
naturaleza lo dotó de un fuerte perfil humano con amplia frente, ojos y nariz
muy pronunciados y un prominente mentón.
El Señor de la Peña está
ubicado a unos 47 kilómetros de la ciudad de Aimogasta, y a unos 90 de la
ciudad Capital Riojana. Su devoción fue creciendo sorpresivamente con el paso
del tiempo, hasta sobrepasar fronteras Riojanas e internacionales.
La cruz de hierro que tiene
en su cima, fue colocada en el año 1842, por un ciudadano que residía en el
distrito Machigasta, en el departamento Arauco, Vicente Cedano, ayudado por
arrieros vaqueanos.
Según cuenta la historia, la
iglesia católica no aceptaba en ese tiempo la veneración de esta masa pétrea,
hasta se enviaban custodios para evitar su adoración. Sin embargo, los
lugareños solían esconderse hasta que la custodia abandonara el lugar, y así
poder demostrar su devoción. De esta forma, y con el paso del tiempo, fue
creciendo su feligresía.
La asunción de Monseñor
Enrique Angelelli a la Diócesis Riojana en el año 1968 guiado por la
orientación Pastoral del Concilio Vaticano Segundo, significó un gran paso para
la aceptación de este lugar, como espacio de verdadero regocijo cristiano en la
iglesia católica.
Por entonces, fue el cura
párroco de Arauco, Julio Cesar Goyochea, quien construyó el primer Vía Crucis
de piedra y cemento en el lugar.
En el año 1978, el gobierno
provincial con su entonces gobernador Llerena, promulga mediante Decreto de Ley
3.828/78 la adjudicación al Obispado de La Rioja, un total de 30 hectáreas, en
un polígono que encierra 8.823 metros cuadrados.
En la actualidad, El Señor
de la Peña congrega cada año, más de 50 mil fieles de diferentes puntos de la
provincia, el país, y países vecinos
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