viernes, 12 de abril de 2013

Panorama político: Minería y política



La megaminería y la política en La Rioja se han trenzado en una batalla a muerte. ¿Luchar por el ambiente supone no intervenir en la política partidaria? Así lo afirma el documento publicado por un sector de la Asamblea Ambientalista de Capital. Complejidades y recovecos de un tema que marca el día a día de todos los riojanos.

Una de las realidades es francamente inocultable: la presidenta junto al núcleo duro del kirchnerismo son megamineros. No puede dudarse de una continuidad neoliberal en el tema, salvo las restricciones de materiales importados por las empresas y los controles de cambio que las obligan a liquidar en el mercado local todas las divisas generadas por exportaciones. Pero la ley de Inversiones Mineras 24.196/93 sigue intacta, acaso una de las leyes del neoliberalismo más ignominiosas y degradantes con la soberanía nacional. Desde que este modelo minero se implementa en el país miles de millones de dólares se han fugado al exterior, dejando una porción de mano de obra que fácilmente puede reducirse a nada y el pasivo ambiental. Verdaderamente un combo de impunidad.

A pesar de todo esto el gobierno nacional no ha mostrado ningún interés en propiciar una discusión profunda sobre la minería que incluye de antemano la discusión sobre la soberanía energética. Como sí lo han hecho países como Irán, Venezuela, y la hoy tan golpeada Corea del Norte, todos pagando el precio de haber alcanzado la soberanía energética. Mas allá de algunos planteamientos (como por ejemplo el de un par de regionales del Movimiento Evita) de comenzar a tratar el tema, el anillo más cerrado del kirchnerismo se muestra, como mínimo, interesado en no tocar la legislación actual.

Así pareciera muy fácil para algunos sectores hacer caracterizaciones generales, mucho más tomar posición política nacional. Pero si algo ha caracterizado a la argentina desde el 2008 es la complejidad política, discursiva y mediática en la disputa por el poder real. En un contexto así el maniqueísmo, el dogmatismo, el vanguardismo, no son posiciones útiles para pensar y actuar sobre la realidad. El concepto de oposición se ha complejizado y diversificado arrastrando en su incomprensión a muchos sectores antes jugadores del campo popular como el trotskysmo, marchando junto a la SRA, CRA y ConInAgro durante el debate por las retenciones móviles.

No cabe duda que el kirchnerismo cumplió la función histórica de estabilizar el capitalismo en la Argentina luego de su mayor crisis orgánica en el año 2001. Tarea que hasta el día de hoy ha realizado con creces.  Sólo que con un agregado: la toma de medidas económicas reformistas que incluyen la participación del estado como interventor del mercado económico. Esto junto a otros gestos de tímida soberanía (control sobre YPF, reestatización de las jubilaciones) y derrame sobre los sectores económicos más postergados (AUH, aumento de las jubilaciones, crecimiento del empleo, aunque en negro). El kirchnerismo no permite hablar de un cambio rotundo de modelo, pero sí de rupturas y continuidades. Y rupturas que precisamente han dado en el blanco a los grupos económicos monopólicos y a la oligarquía, tanto terrateniente, como industrial.

Ese poder oligáquico, vinculado a los monopolios y a las transnacionales es el verdadero depositario y principal luchador para que el neoliberalismo retorne con todas sus fuerzas. Tampoco le importa la cuestión ambiental; el capitalismo depredador va camino de convertir el planeta en un lugar arruinado e inhabitable. Esa oligarquía desconoce la democracia e intenta todos los días acciones desestabilizadoras en pos de la libertad y el pueblo. Es el gran peligro que asecha a Argentina y Latinoamérica.

Son riojanos los que inventaron las leyes mineras vigentes. Una generación de entreguistas formados en el apogeo del menemismo hoy reconvertidos en kirchneristas. Tampoco cabe la menor duda de que entre sus negociados ocupa un papel primordial la instalación de un modelo megaminero en la provincia. Dueños del poder desde el regreso de la democracia en 1983, han ideado un mecanismo de perpetuación basado fundamentalmente en políticas prebendarias sostenido por el incesante envío de fondos desde la nación, acomodándose en disputas intersectoriales garantes de la continuidad de sus proyectos y de la impunidad de los excluidos del centro del poder.

La discusión por quién detenta la legitimidad kirchnerista en la provincia puede convertirse por medio de la unidad en una alternativa válida con miras a generar las bases de un proyecto de provincia, inexistente hace décadas.

Solo que para llegar a un momento así las organizaciones políticas y sociales opositoras y alternativas deben confluir en una agenda de trabajo en común, con bases programáticas fruto de debates y sin mezquindades.

Para todo esto es necesario la participación política, la militancia de base, barrial tomando como herramienta a su forma institucional cristalizada: el partido, el movimiento, la organización barrial, la asamblea. Por eso llama la atención el documento publicado por un sector de las asambleas ambientalistas de Capital, de fuerte contenido crítico hacia los partidos políticos, entroncando con el discurso desestabilizador y destituyente de la antipolítica, propalado con mucho énfasis desde los medios masivos de comunicación corporativos.  Es llamativo que en un momento en que el gobierno de Beder Herrera atraviesa una profunda crisis, con un rechazo del 44,5% de la población se bastardee de esta forma la unidad y se privilegie el vanguardismo autoproclamado que jamás ha conducido a ninguna victoria del campo popular. El viejo e intencionado discurso de que la política es sucia y patrimonio exclusivo de los delincuentes que gobiernan está pensado y hecho por aquellos que no quieren la participación popular con vocación de poder, que además han gobernado excluyendo cuidadosamente cualquier alternativa que favorezca la organización de la población para resolver sus propias necesidades.

Bastante apropiadas para reflejar el tema unas palabras del periodista Eduardo Aliverti en su programa Marca de Radio del sábado pasado: “en estos días se percibió otra vez ese tufo a que la política es el arte de cagarnos la vida. Y tanto como puede serlo, resulta irrefutable que, a la par, es exclusivamente la única posibilidad de arreglar todos los asuntos públicos”. Para los nostálgicos del poder militar y para los maniqueos radicalizados. Lamentablemente la política sigue siendo la principal herramienta para transformar la realidad.

Foto: Beder Herrera y Gioja, entre otros, junto a la Presidenta y Peter Munk, CEO de Barrik Gold. 

1 comentario:

  1. Compas queridxs, no vemos de qué modo se fortalecerá la lucha popular contra el extractivismo neocolonial, articulando con espacios que responden a la máxima defensora del Plan Megaminero y Nuclear: Cristina Kirchner.
    Es absurdo "correr por derecha” a las asambleas que no articulan en esto, como si fuesemos aliadas de Mariano Grondona y la Sociedad Rural.
    No estamos ciegos. No negamos los valiosos avances sociales, en derechos humanos y en integración latinoamericana de la gestión K y en otros múltiples aspectos.
    Documentar y difundir estas graves contradicciones, es parte del trabajo dialéctico de Educación Popular.
    No es “vanguardismo autoproclamado”!.
    Es un análisis crítico sobre los límites de nuestra democracia formal.
    Está siempre abierta la alternativa de consensuar hacia una acción posterior enmarcada en la política partidaria, que surja del propio consenso de la lucha social asamblearia.
    Espacios partidarios nuevos. Claro, ésto sí que es más difícil.
    Optar hoy por la autonomía, la horizontalidad y el apartidismo como instancia de inicio de ese camino, no es ser “desestabilizadores y aliados a la oligarquía”!.
    Podemos disentir sin descalificar?. Con documentación.
    La asamblea autónoma es un espacio totalmente legítimo de construcción política.
    Una instancia.
    Nos hubiera gustado que La Bocona publique nuestro documento completo junto a este muy buen artículo de respuesta para no dejar a los lectores con una sola campana.
    Un abrazo grande.
    Ramón.

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