LAS DIVINIDADES DIAGUITAS EN ESCENA

En una presentación, que fue un espectáculo sobre los Pueblos Originarios y sus Mitos en DANZA EXPRESIONISTA, el Centro de Animación Socio Cultural del Departamento Castro Barros hizo su primera aparición de este año en Anillaco, salón del C.A.V.A., en la que actuaron: la Compañía artística “COM.ART.”, el grupo “FUSION”, y Grupo Infantil. 

“Cuenta la leyenda que Chaya era una muy bella jovencita india, que se enamoró perdidamente del Príncipe de la tribu: Pujllay, un joven alegre, pícaro y mujeriego que ignoró los requerimientos amorosos de la hermosa indiecita. Fue así como aquella, al no ser debidamente correspondida, se interno las montañas a llorar sus penas y desventuras amorosas, fue tan alto a llorar que se convirtió en nube. Desde entonces, solo retornar anualmente, hacia el mediado del verano, del brazo de la Diosa Luna (Quilla), en forma de rocío o fina lluvia.”

Esta es una parte de la mitología nativa de nuestras tierras, que habría que corroborar, completar, armar y recrear, porque se trata de nuestra identidad. Hay mucho trabajo por hacer. Pero hay buenas perspectivas: El Centro de Animación Socio Cultural del Departamento Castro Barros tiene muy en claro la temática de la identidad de nuestros pueblos y de sus habitantes, y está trabajando en consecuencia.

En una presentación, que fue un espectáculo sobre los Pueblos Originarios y sus Mitos en DANZA EXPRESIONISTA, el Centro hizo su primera aparición de este año en Anillaco, salón del C.A.V.A., en la que actuaron:  la Compañía artística “COM.ART.”, el grupo “FUSION”, y Grupo Infantil.

El espectáculo a que nos referimos, se llevó a cabo el viernes próximo pasado a partir de las 22:00 horas, en una noche atemperada por la buena predisposición de los artistas. Los cuadros puestos en escena fueron desarrollados en este orden. “La Pachamama” madre Tierra; “La Yacurmana” madre del agua; “El Llastay protector de la fauna; “La Zapan-Zucum” madre del algarrobo; “La Saramama” madre del maíz y El Mikilo”, duende de la siesta”.

El esmerado trabajo de Virginia Hansen (idea y dirección), Eliana Rizzonelli (ensamble y asistencia), Las costureras del Centro (vestuario), Manuel Nieto (escenografía y teatralización), mas la mano invisible de Bruno, hicieron posible un espectáculo soberbio en colorido y expresión.

No puede La Bocona, sustraerse al orgullo de nombrar uno por uno a los bailarines que como fina lluvia descendieron de las alturas de los valles costeños, al escenario feliz de esa  noche. Ellos son: María Florencia Reinoso, Marisol Moreno, María José Reinoso, Nery Brizuela, Lucia Brizuela, Florencia Cáceres Brizuela, Manuel Nieto, Luisina Pedraza, Nahuel Guerrero, Jana de la Vega, Valeria Nieto, María Fernanda Robledo, Sol  Irupé Guerrero,  Eliana Rizzonelli, Juan Eduardo Robledo, Patricio Moreno, Dalma Pedraza, Fiama Romero, Agustina Cejas Brizuela, Lujan Nieto, Sofía Mercado, Paula Pedraza, Diego Cevallos, Giorgia de la Vega, Camila de la Vega, Ariana Rodríguez de la Vega y Manuel Marcial  Vidal.

Los habitantes del misterio, la memoria de los siglos y la fuerza de la naturaleza, estuvieron presentes en los cuerpos cimbreantes de los bailarines, para recordarnos que los costeños debemos defender con danzas, con leyes, con participación ciudadana, a nuestra tradición, flora, fauna y espacio vital porque estamos hechos con el polvo de las estrellas que alumbran estos valles.