jueves, 28 de febrero de 2013

Editorial: Discutamos política de verdad


Se terminaron las vacaciones  y como quien comienza las clases, con la punta del  lápiz bien filosa, nos proponemos reflejar  para usted el comienzo del año político, que tras el receso de verano empieza a sacarse la modorra  y a mostrar su cara. Los diversos actores de la vida política vuelven a hacerse visibles con sus posiciones y temas de debate,  frente a un año que  estará  signado por las  elecciones legislativas.

Lo que esperamos en este contexto, como medio comunitario, es poder acercar nuestra mirada a las prácticas de la política  electoral,  no  para indignar sino para entender nuestra realidad.

Lo que se juega en estas elecciones no afecta mucho la estabilidad del oficialismo provincial ya que las bancas en juego, en líneas  generales, son de la oposición. El tema es que mientras ésta se termina de armar el círculo más obsecuente del bederismo  fustiga a la oposición por su falta de proyecto. Sin dudas  esta no es la mejor  actitud para abrir un debate político pre-electoral, semejantes  excesos de confianza nos llevan indefectiblemente a pensar si se corresponden con sus desempeños en la función pública, y lamentablemente de eso poco se habla. 

Pero el lado b de la realidad existe, aunque tenga poca prensa; la realidad de los sueldos precarizados de los estatales, para quienes no hay paritarias; y donde está el seguro de salud que anunció el Ministro Luna como respuesta al déficit de salud?; o el trabajo para los jóvenes y la prevención de la delincuencia?. Donde está el balance de lo realizado por el Ministro Álvarez?. Esto para nombrar solo algunas de estas realidades. Mucho más tabú aún es la crisis del agua que casi le moja el despacho al gobernador. Estamos hablando de problemas  estructurales serios pero que no motivan muchas declaraciones ni proyectos.

El agua

El déficit histórico  en obras hídrica de  nuestra provincia es inocultable, llegando en el verano  a situaciones críticas tanto para habitantes de ciudades enteras como para miles de productores tradicionales que sobreviven año a año sin una política de estado que los contenga.

Como justificar la inacción del estado  ante esta realidad pues de  nada  sirve excusarse tras funcionarios de segunda línea. El problema pasa por la concepción  política que se ejerce  desde el estado y en este punto  es notorio que la obstinación del oficialismo en proyectos de corte liberal lo alejan de una realidad tan grande como la provincia misma. 

Problemas tan crónicos como el del agua, no solo la potable, sino también la necesaria para el desarrollo productivo carecen de un abordaje acorde desde el estado y la única explicación que cabe es la indiferencia política. 

Lo real es que hay miles de pequeños productores ganaderos y agrícolas en nuestra provincia que se aferran a la subsistencia más allá de las adversidades, pero que sin embargo parecen invisibles a la mirada de este y anteriores gobiernos de la misma tradición política.  

En nuestro departamento la problemática del agua también está presente, ya hemos comentado sobre los trabajos inconclusos en la Planta Potabilizadora de Aminga, obra abandonada por el IPALAR en los primeros días de diciembre del año pasado  que volvió a dejar a los vecinos de la cabecera departamental sin agua y con la ilusión de una solución de raíz.

En referencia a un posible plan estratégico de producción en el departamento, la dirigencia provincial y local iluminada, no tuvo mejor idea que perforar, sacar agua del subsuelo, cueste lo que cueste. Prometen hacer más de ocho perforaciones aunque con el agua que hay en superficie todavía no se produce casi nada.

Volviendo a lo político electoral, nuestros anhelos para este periodo tienen que ver con  que se discuta política de verdad, respuestas de fondo a problemas reales y crónicos de nuestra provincia y departamento, y  no solo los delirios de poder de unos pocos. Parece demasiado pero sin dudas la conciencia colectiva crece  y la realidad es cada vez más difícil de ocultar. 

1 comentario:

  1. a que intereses responden estos gobierno es la pregunta, muy buena editorial

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