martes, 3 de septiembre de 2013

El Día del Árbol y la importancia de proteger nuestros Bosques Nativos


Por Dra. Adriana Aranda, Investigadora - El pasado 29 de agosto se celebró en la Argentina el Día del Árbol. Esta conmemoración, realizada anualmente desde 1901, es un recordatorio de la importancia de proteger las superficies arboladas, celebrándose en diferentes fechas en todos los países del mundo.

Los árboles regulan la temperatura, purifican el aire, contribuyen a regular las lluvias, protegen el suelo y son parte esencial de los ecosistemas. Por ello, esta celebración es el reconocimiento a los múltiples servicios que presta el árbol a la vida y a la actividad humana, además del puesto simbólico que ocupa en numerosas culturas tradicionales.

En La Rioja, existen numerosas especies de árboles nativas. En las tierras secas del Noroeste el algarrobo (Prospis sp.), el retamo (Bulnesia retama) y el chañar (Geoffrea decorticans) fijan los suelos protegiéndolos de la erosión, y dan albergue y alimento a la fauna del desierto. Hacia los piedemontes destacan los cardones (Trichocereus candicans), mientras que en las quebradas de las Sierras, las Acacia visco y los molles (Lithrea molleoides) actúan como importantes protectores de cuencas, disminuyendo la velocidad de las crecidas y aumentando la calidad del agua al atrapar los sedimentos.  Hacia el sudeste, caracterizan el paisaje chaqueño el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco) y el cardón moro (Stetsonia coryne), mientras que los faldeos de las Sierras de Olta están recubiertos por bosques de orco-quebracho (Schinopsis marginata).

Todas estas especies son parte del Patrimonio Natural de esta Provincia, y su cuidado y conservación es esencial para el mantenimiento de los ecosistemas de los que forman parte. A este respecto, una de las leyes más importantes que han sido promulgadas en la Argentina con respecto a la conservación de los árboles es la “Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques” (Nº 26.331). Esta Ley Nacional, establecida en el año 2007, tiene como objetivos el enriquecimiento, la conservación y el aprovechamiento sustentable de los bosques nativos. El primer paso que establece la Ley de Bosques es el ordenamiento territorial de los Bosques Nativos (OTBN), donde cada Provincia establece las áreas en que es prioritaria la conservación del bosque nativo, y aquellas en que es posible realizar una explotación sustentable. El segundo paso se logra a través de fondos provenientes del Presupuesto Nacional a través del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos. El 70% de estos fondos se distribuye entre los titulares de tierras ocupadas por bosques nativos que presenten Planes de Conservación, Planes de Manejo Sostenible o ambos; y el 30% restante se destina al fortalecimiento institucional de las Autoridades Locales de Aplicación.

En la actualidad, son 20 las provincias que han finalizado y aprobado por ley provincial su Ordenamiento Territorial.  De las 20 provincias que tienen ley provincial de OTBN, Córdoba, Corrientes, La Rioja y Neuquén aún no cuentan con la acreditación del mismo por parte de la SAyDS. La distribución de fondos se realiza anualmente entre aquellas provincias que tienen el OTBN aprobado por ley provincial y acreditado por la SAyDS. A modo de ejemplo, Catamarca ha recibido en el año 2012 un monto de $10.381.923l provenientes de estos fondos.

En cambio, sí existen en La Rioja dos leyes provinciales aprobadas tiempo atrás que prohíben la tala de dos especies de árboles nativos en particular: La Ley de Protección del Algarrobo (N° 6259), y la Ley de Protección del Quebracho Blanco (N°6260), ambas sancionadas en 1996. Cumplir y hacer cumplir ambas leyes es sin embargo una ardua tarea, en particular si no existe una concientización ciudadana al respecto. Otras Provincias como San Juan, han incluido como especies protegidas también a los cactus arborescentes como los cardones y a los retamos, que a pesar de no ser “árboles”, son componentes esenciales de los ecosistemas del desierto. En particular el retamo ha sido y es sujeto a una tala indiscriminada, siendo su fuerte madera particularmente apreciada para elaborar postes y obtener leña.  En La Rioja es frecuente observar la tala rasa de ejemplares que probablemente superen los 100 años de edad.

Plantar árboles nativos, no talar las especies protegidas y educar a la sociedad sobre la importancia de la conservación de los bosques nativos, son tareas que evitarán que las futuras generaciones que habiten en este territorio reciban como legado una tierra desertificada. Como dice León Gieco: “La tierra nunca se olvida, que el árbol es su primer pensamiento”. 

Foto: Retamo recientemente talado en el Departamento Castro Barros

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