El represor Ángel Pezzeta fue condenado a prisión perpetua en uno de los
juicios de la llamada causa residual por el asesinato de los curas de Chamical,
Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville, durante la última dictadura
militar.
Pezzeta se desempeñaba como agente de
inteligencia del régimen, era miembro de la Fuerza Aérea y se infiltró como
seminarista en la pastoral del obispo Enrique Angelelli. El Tribunal Oral
Federal integrado por José F. Asís, Juan C. Reynaga y Mario E. Garzón, lo
condenó a prisión perpetua en el penal federal de Marcos Paz.
El tribunal también dispuso que se
haga lugar a la investigación de los miembros de la llamada comunidad
informativa y ordenó que continúe la investigación del exagente de inteligencia
por la detención ilegal de Luis Alberto Corzo,
intendente de Chamical en 1976.
Desde la querella pidieron que se continúe investigando la participación
civil y eclesiástica y que la justicia se ponga al servicio del esclarecimiento
de las causas que forman parte de la persecución a la pastoral de Angelelli.
Es la primera vez que en la provincia
se juzga y se condena la participación en el terrorismo de estado de un agente
de inteligencia. Es un hecho de mucha importancia teniendo en cuenta la
desaparición de documentos al finalizar la dictadura por parte de los agentes
que realizaban las tareas de espionaje. Para el abogado que representa a la
Secretaría de Derechos Humanos, Bernardo Lobo Bogeau, “el movimiento de
derechos humanos y los abogados en las causas siempre hemos luchado para exigir
lo que es una obligación estatal del fin de la impunidad y lo seguiremos
haciendo ante cualquier gobierno. Al ser causas que no prescriben vamos a
seguir siempre luchando por verdad y justicia en cada uno de los casos”.
El Tribunal Oral Federal anunció que
la lectura de los fundamentos de la sentencia se realizará el 21 de Abril.
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