Por Félix Guerrero
- En La
Rioja del ultra-menemista Beder Herrera, se debatió la Reforma del Código Civil
y Comercial unificados. Reinó un clima de entusiasmo y elocuencia en los
expositores locales, bajo la torva mirada, entre otros, del Diputado Nacional Javier Tineo.
“Volvió
a estudiar fundamentalmente una vez más la Constitución y los Estatutos de la
Orden y vio que su alejamiento de la provincia no era tan difícil y menos aún
imposible de conseguir, como había supuesto al principio. Era libre de
renunciar a su cargo por motivos de conciencia, era libre de abandonar la
Orden; el voto prestado no ataba por toda la vida, aunque muy rara vez un
miembro y nunca una de las más altas autoridades hubiese hecho uso de esta
libertad; no, lo que le hacía aparecer tan grave el paso era el espíritu mismo
de la jerarquía, la lealtad y la fidelidad en su corazón, no por cierto la
estrictez de las leyes.”
HERMANN HESSE
Casi un siglo y medio tuvo
que esperar la Historia Argentina para anotar en sus páginas, la reforma que
adecuaría el Código Civil, a los cambios sociales, ecológicos, políticos,
tecnológicos y económicos que han sucedido entre los finales del siglo XX y
comienzos del Siglo XXI.
La Ley Nº 340, promulgada el
29 de setiembre de 1869, había sancionado el CÓDIGO CIVIL redactado casi en su
totalidad por el doctor Dalmacio Vélez Sarsfield, estableciendo su vigencia a
partir del 1º de Enero de 1871.
“Dicha sanción constituyó un
instrumento eficaz para consolidar la Unidad Nacional, ya que al tiempo de su
dictado regían en nuestro país las antiguas leyes españolas y las diversas
leyes nacionales o provinciales dictadas por los gobiernos patrios, las cuales,
en algunos puntos, habían venido a modificar el derecho español.” Según
palabras de la Presidenta de la Argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Esta
Reforma se impulsa en circunstancias en que la gobernación del país, luego de
atravesar una trágica historia de gobiernos civiles bajo la hegemonía de los
Estados Unidos, con democracias controladas y adecuadas a ese desarrollo
capitalista y alternado por los turbulentos Golpes de Estados militares que
interrumpieron abruptamente los procesos
democráticos, llegamos a los umbrales del siglo XXI.
Ese
lecho de espinos que dio lugar a la sociedad contemporánea argentina y
latinoamericana, bajo la férula del Plan Cóndor, con la pérdida de la
generación de los 70, desaparición forzada de personas, secuestros de bebés
nacidos en cautiverio, violaciones a mujeres en las cárceles; Bajo el yugo del
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las empresas y mercado multinacionales, el
retraso económico, social, tecnológico y empobrecimiento, la apropiación de
terrenos comunales y pérdida de la soberanía minera e industrial, y destrucción
del medio ambiente, la ausencia de un futuro promisorio para las nuevas
generaciones, demandan trabajar la Reforma sobre esas realidades.
Este
panorama quedó fielmente reflejado en las ponencias-propuestas de los expositores
riojanos en ocasión de esta feliz convocatoria a una audiencia pública para los
fines mencionados. Todos los oradores coincidieron sobre los derechos de las Comunidades
pre-existentes, la recuperación y preservación de los terrenos comunales, el
rechazo a la megaminería contaminante y el uso racional del agua que debe tener
la categoría de Derecho Humano.
Quedaron
también explicita e implícitamente las contradicciones del Gobierno Nacional,
que bajo su adhesión a un “Capitalismo responsable” alimenta a la perfidia de
la derecha reaccionaria, la de las cacerolas VIP, de la prensa prostituta y de los nostálgicos
de los golpes militares.
La
Costa riojana quedó dignamente representada por la valiente exposición del Concejal
Diego Castro, que defendió con sólidos argumentos el uso racional del agua.
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