Por Dra. Adriana
Aranda, Investigadora - El pasado 29 de agosto se celebró en la
Argentina el Día del Árbol. Esta conmemoración, realizada anualmente desde
1901, es un recordatorio de la importancia de proteger las superficies
arboladas, celebrándose en diferentes fechas en todos los países del mundo.
Los
árboles regulan la temperatura, purifican el aire, contribuyen a regular las
lluvias, protegen el suelo y son parte esencial de los ecosistemas. Por ello,
esta celebración es el reconocimiento a los múltiples servicios que presta el
árbol a la vida y a la actividad humana, además del puesto simbólico que ocupa
en numerosas culturas tradicionales.
En
La Rioja, existen numerosas especies de árboles nativas. En las tierras secas
del Noroeste el algarrobo (Prospis sp.), el retamo (Bulnesia retama) y el
chañar (Geoffrea decorticans) fijan los suelos protegiéndolos de la erosión, y
dan albergue y alimento a la fauna del desierto. Hacia los piedemontes destacan
los cardones (Trichocereus candicans), mientras que en las quebradas de las
Sierras, las Acacia visco y los molles (Lithrea molleoides) actúan como
importantes protectores de cuencas, disminuyendo la velocidad de las crecidas y
aumentando la calidad del agua al atrapar los sedimentos. Hacia el sudeste, caracterizan el paisaje
chaqueño el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho blanco) y el cardón moro
(Stetsonia coryne), mientras que los faldeos de las Sierras de Olta están
recubiertos por bosques de orco-quebracho (Schinopsis marginata).
Todas
estas especies son parte del Patrimonio Natural de esta Provincia, y su cuidado
y conservación es esencial para el mantenimiento de los ecosistemas de los que
forman parte. A este respecto, una de las leyes más importantes que han sido
promulgadas en la Argentina con respecto a la conservación de los árboles es la
“Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques” (Nº
26.331). Esta Ley Nacional, establecida en el año 2007, tiene como objetivos el
enriquecimiento, la conservación y el aprovechamiento sustentable de los
bosques nativos. El primer paso que establece la Ley de Bosques es el
ordenamiento territorial de los Bosques Nativos (OTBN), donde cada Provincia
establece las áreas en que es prioritaria la conservación del bosque nativo, y
aquellas en que es posible realizar una explotación sustentable. El segundo paso
se logra a través de fondos provenientes del Presupuesto Nacional a través del
Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques
Nativos. El 70% de estos fondos se distribuye entre los titulares de tierras
ocupadas por bosques nativos que presenten Planes de Conservación, Planes de
Manejo Sostenible o ambos; y el 30% restante se destina al fortalecimiento
institucional de las Autoridades Locales de Aplicación.
En
la actualidad, son 20 las provincias que han finalizado y aprobado por ley
provincial su Ordenamiento Territorial.
De las 20 provincias que tienen ley provincial de OTBN, Córdoba,
Corrientes, La Rioja y Neuquén aún no cuentan con la acreditación del mismo por
parte de la SAyDS. La distribución de fondos se realiza anualmente entre
aquellas provincias que tienen el OTBN aprobado por ley provincial y acreditado
por la SAyDS. A modo de ejemplo, Catamarca ha recibido en el año 2012 un monto
de $10.381.923l provenientes de estos fondos.
En
cambio, sí existen en La Rioja dos leyes provinciales aprobadas tiempo atrás
que prohíben la tala de dos especies de árboles nativos en particular: La Ley
de Protección del Algarrobo (N° 6259), y la Ley de Protección del Quebracho
Blanco (N°6260), ambas sancionadas en 1996. Cumplir y hacer cumplir ambas leyes
es sin embargo una ardua tarea, en particular si no existe una concientización
ciudadana al respecto. Otras Provincias como San Juan, han incluido como
especies protegidas también a los cactus arborescentes como los cardones y a
los retamos, que a pesar de no ser “árboles”, son componentes esenciales de los
ecosistemas del desierto. En particular el retamo ha sido y es sujeto a una
tala indiscriminada, siendo su fuerte madera particularmente apreciada para
elaborar postes y obtener leña. En La
Rioja es frecuente observar la tala rasa de ejemplares que probablemente
superen los 100 años de edad.
Plantar
árboles nativos, no talar las especies protegidas y educar a la sociedad sobre
la importancia de la conservación de los bosques nativos, son tareas que
evitarán que las futuras generaciones que habiten en este territorio reciban
como legado una tierra desertificada. Como dice León Gieco: “La tierra nunca se
olvida, que el árbol es su primer pensamiento”.
Foto: Retamo
recientemente talado en el Departamento Castro Barros
No hay comentarios:
Publicar un comentario