Por Félix R. Guerrero
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La parábola histórica del 11 de setiembre describe una graciosa curva en el
espacio-tiempo y nos dice hoy, 11 de Setiembre del 2013, no te olvides que ayer
(1888) fallecía en Paraguay, Domingo Faustino Sarmiento; mas adelante (1973) en
medio de un golpe de estado moría heroicamente el presidente socialista de
Chile, Salvador Allende, y más cerca, (2001) caían las Torres Gemelas fruto de
intercambios terroristas. Fechas de la historia que muestran la inestabilidad
de los bronces, la fortaleza de los débiles y la debilidad de los fuertes.
El
término "parábola" proviene del griego (parabolē, que significa
comparación, semejanza), el nombre dado por los rétores griegos a toda
ilustración ficticia en la forma de una breve narración. Más adelante pasó a
conocerse como narrativa ficticia, aludiendo generalmente a algo que puede
ocurrir de forma natural, y por el cual se precisan asuntos morales y
espirituales, nos desburra Wikipedia.
La
historia se sirve de estos recursos, tan solo con fines narrativos, sin
connotaciones valorativas: ella se nutre de todo lo que en la Tierra y el
Universo acontece y nos lo expone para nuestra ventura o perdición como seres
racionales. Pero llegados al punto que esa irracionalidad está poniendo en
serio riesgo la vida de todo lo que se mueve o permanece estático (o
indiferente) y de todo lo que es sustancia no pensante, los que usamos de la
palabra para comunicar, nos remitimos a asuntos de orden moral y espiritual con
la esperanza de que estas categorías movilicen positivamente a los bípedos que
creen en ellas.
En
este caso, quien usa de la parábola para explicarnos algo, es la historia misma
(naturalibus causis) y nos la presenta con una urdimbre casi alegórica. Recurre
a una fecha sacada del calendario gregoriano: el 11 de Setiembre.
Sentado
en un sillón dormitando de fiebres intermitentes, fallece en la republica del
Paraguay, Domingo Faustino Sarmiento, educador, escritor, militar y político
argentino nacido en la provincia de San Juan, Argentina; el 11 de Setiembre de
1973, justo antes de la toma del Palacio de la Moneda por los militares
golpistas, el presidente Salvador Allende realizó su última alocución al pueblo
chileno a través de Radio Magallanes, en medio de un trasfondo audible de
explosiones y disparos. Entre el polvo y los disparos de artillería aérea,
muere heroicamente; el 11 de setiembre de 2001, caen las Torres Gemelas, fruto
de los intercambios terroristas entre los Estados Unidos (Pentágono, CIA) y Al
Qaeda e Integrismo Islámico.
La
parábola histórica del 11 de setiembre describe una graciosa curva en el
espacio-tiempo y nos dice hoy, 11 de Setiembre del 2013, que las enormes
contradicciones éticas-pragmáticas del loado educador sanjuanino ponen en tela
de juicio su estatura moral para ser llamado el Padre de la Educación y de los
Maestros.
La
dramática y heroica muerte del Presidente chileno Salvador Allende, nos muestra
la lealtad de un héroe popular fiel a su pueblo hasta su última hora, y nos
muestra la infame miseria humana del Plan Cóndor y sus mentores que han
sembrado las genocidas dictaduras militares en el cono Sur de Nuestra América,
erigidos como los salvadores de la humanidad
de frente al supuesto terrorismo comunista.
El
derrumbe de las torres Gemelas produjo el derrumbe de la soberbia de los
poderosos y de los que en ellos creen y de la certeza de que la violencia,
tarde o temprano se vuelve en contra de quien la genera.
Quedan
claramente expuestos los inestables bronces ejemplificadores, la fortaleza de
los débiles y la debilidad de los fuertes.
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