miércoles, 9 de octubre de 2013

INSOMNIO EN OCTUBRE

Por Félix R. Guerrero - La tarea de desmantelar el tejido político ratero  de nuestro gobierno provincial y departamental no nos debe arrastrar por  los caminos del pragmatismo hasta los pies del enemigo eterno de la humanidad.


Mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podrá dormir;
mientras llueva sobre el pecho de los mendigos,
mi corazón no sonreirá.

Manuel Scorza

Hasta aquí hemos llegado, tarde incierta de Octubre del 2013, rosando a la desilusión, asestando golpes ineficaces a la adversidad, apostando al número perdedor en esta quiniela infausta. Hasta aquí, compañeros. No lo digo como si hubiésemos arribado a una meta lejana y definitiva. Esto es tan solo un alto en el camino, como para ver cuántos somos, cuantos han quedado en el camino, cuantos siguen marchando hacia la esquiva senda de la utopía.

Como un lejano trueno, aun llegan los ecos de la Revolución Bolchevique del 17 Octubre, los diez días que conmovieron al mundo (John Reed).

Pero el fragor de las guerras imperialistas, de sus estallidos financieros, económicos, nucleares, ideológicos nos tienen aun aturdidos, en un estado casi bestial, con sus lúbricas recetas de felicidad.

Siendo cierto que en la evolución de la vida se aprecia una ascenso progresivo en formas de “pensamiento”, también lo es que el pensamiento específicamente humano es diferente en calidad al de otras especies con las que, sin embargo, nos distancia sólo una diferencia de  poco más del 1% del total de genes. Es decir, una tan pequeña parte cuantitativa significa un salto cualitativo tan sorprendente como la capacidad de crear arte y ciencia, pero también muerte generalizada y una nueva extinción masiva, incluida esta vez la de la propia especie humana bien como efecto de una guerra total, atómica, química, bacteriológica, etc.,  con el uso de todas las fuerzas destructivas creadas por el capitalismo y, después y de forma defensiva, por algunos países.

En principio, estas reflexiones parecerían excesivas para la realidad de nuestro departamento, tan pequeño, tan lejano a las “realidades del gran mundo, de allá fuera”. Sin embargo, en este mundo globalizado económica, política  y tecnológicamente, la Teoría del Caos parece tener más vigencia que nunca: hoy, un voto mal puesto puede desencadenar un estallido de poder oligárquico en las altas esferas del poder político-económico del país con el consecuente retroceso de las conquistas sociales ganadas en la última década. La tarea de desmantelar el tejido político ratero  de nuestro gobierno provincial y departamental no nos debe arrastrar por  los caminos del pragmatismo hasta los pies del enemigo eterno de la humanidad.

Este Octubre primaveral nos quita el sueño a muchos, por distintas razones, por distintos intereses, por distintas ambiciones.

Que este estallido de energía de la naturaleza, y esta vibración revolucionaria de la historia nos den la fuerza y la claridad para salir del atolladero en que estamos. 

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