lunes, 21 de octubre de 2013

Desde la Casa del Sol (Intihuasi)


Un grupo de amantes de la belleza de los paisajes costeños organizó una expedición al segundo pico más alto de la cadena montañosa riojana: el Intihuasi, a  4040 metros sobre el nivel del mar. Son el grupo de montaña costeño Runakay. Hablamos con uno de sus integrantes: Luís Andrada, que nos cuenta sobre la belleza autóctona y la necesidad de valorarla y cuidarla.  

Participaron de la expedición: Jorge Olmedo, Oswaldo Calderón,  Luis Andrada y Pablo Andrada (foto). “Es una alegría inmensa poder hacer estas actividades en La Costa” afirmaron.

Los integrantes son gente con experiencia, pero que nunca formó un grupo. La idea surgió el año pasado. El nombre de la agrupación, Runakay, es un vocablo quechua que significa naturaleza humana.

“Buscamos paisajismo para el disfrute y no solamente la altitud. Las actividades las organizamos por trazas y lugares donde se puede disfrutar de la fauna y de la flora. Eso hace que nos tomemos más días para la actividad. No deja de ser dificultoso por la altitud. Eso implica algunos inconvenientes físicos. Pero el cuerpo con los días se adapta, lo que hace que cualquier persona con la capacidad de caminar pueda hacer el viaje” nos dice Luís. La travesía duró cuatro días ya que la filosofía del grupo es disfrutar el contacto con la naturaleza y los paisajes antes que buscar record de altura o de tiempo. 


Durante el viaje los montañistas fueron recorriendo distintos parajes y lugares históricos. Con sumo cuidado toman la precaución de no arrojar residuos y modificar lo menos posible el paisaje natural. La agrupación cuenta con varios integrantes de ambos sexos y esperan que esta práctica sume más adherentes dispuestos a mejorar su calidad de vida.  “La idea del grupo es integrar a todo el mundo. Es necesario saber que estos lugares son nuestros y que debemos cuidarlos” concluye.

Participó de la expedición un excéntrico venezolano, bolivariano y chavista, amante del baseball y el ajedrez, residente desde hace un par de años en La Rioja. Dice Luís: “El orgullo de nuestro grupo es tenerlo a Oswaldo Calderón, un venezolano que vive en Aminga. Tiene sesenta años y una calidad de vida importante, saludable, un estado físico óptimo para estas actividades”. Junto a la bandera venezolana llevada por Oswaldo el grupo hizo flamear en el Intihuasi la bandera Argentina y la Whipala.


Aquellos interesados en participar de las próximas expediciones pueden comunicarse al teléfono 3804542616. Hay distintos circuitos programados y adaptables para diferentes personas y edades. Poseen también equipamiento que se presta solidariamente. “En la montaña uno se conecta con uno mismo. Es una experiencia en la que uno se da cuenta de que lo material, las cosas a las que nos aferramos todos los días allá no sirven. Allá sirve la amistad, la solidaridad, el cuidarse el uno al otro. Uno vive y aprende cosas que en la vida cotidiana dejamos de lado. Estas aventuras que hacemos nos conectan más con la tierra, con nosotros como seres humanos” finaliza Luís.



  

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