Sigue sumando malestar la actitud de nuestros
diputados, quienes aseguraron garantías con los fondos de la Coparticipación Federal de Impuestos,
para el crédito de 26 millones de pesos que tomará del banco BICE la SAPEM Granjas Riojanas, un emprendimiento del
estado administrado por manos privadas.
La actitud del Gobernador de
imponer como propuesta productiva para
nuestra provincia las llamadas SAPEM, casi pasa con naturalidad, digamos que es un buzón más fácil de vender
que el de la minería. Pareciera ser que el hecho de poner capital del estado en
manos privadas tras el caballito de la producción sigue pasando, a pesar de
todos los cuestionamientos; pero saber
que el conjunto de legisladores levanta la mano para asegurar las garantías para que estas empresas adquieran préstamos,
es un colmo bochornoso.
Mientras mas lo pensamos al tema mayor
indignación genera. Las SAPEM son una inversión hecha con plata de todos, de
manera inconsulta, impuestas en el contexto
de una crisis de credibilidad de la clase política, sin el consenso de los
diversos actores sociales que integran
nuestra sociedad. Hoy los riojanos vemos
impávidos como el gobernador reparte inversiones con plata de todos, con una discrecionalidad
insolente, como si los fondos del estado
fuesen su caja personal, como si no
pesara sobre su figura y la de los que lo rodean responsabilidades que
arrastran desde el menemismo.
Así es como nuestros legisladores nos dan un ejemplo de falta de
independencia, asegurando las garantías para
el crédito que tomara la SAPEM de los pollos, cuya administración
privada desconocemos, pero que con los fondos coparticipables de nuestros
impuestos tendremos que levantar cuando fracasen.
Es como salir de un lugar para entrar al mismo, una suerte de
prestidigitación orquestada desde la inocultable matriz ideológica liberal de
nuestro representantes. Salimos de las privatizaciones pero entramos a las
SAPEM, esa es la realidad; que en el
plano nacional refleja una limitación
del proyecto oficial surgido luego del
2001 bajo la consigna “Que se vayan
todos”, que en nuestra provincia parece
ser un anhelo que quedó en el aire.
Foto: Construcción de galpones de la SAPEM Granjas Riojanas en Anillaco.
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