sábado, 2 de julio de 2011

Facturas de ALGARROBA


Esta innovación hecha 100% por riojanos pone en evidencia el potencial tecnológico y creativo de los investigadores de nuestra provincia.

En pleno conflicto por las retenciones en el año 2008, cuando los empresarios del campo argentino se negaban a pagar los impuestos correspondientes a la super rentabilidad que obtenían del cultivo y la exportación de soja, desde muchas organizaciones sociales vinculadas a la salud, se impulsó un debate acerca del consumo de alimentos en relación con la cultura de cada región. Por entonces, tanto como ahora, se incentivaba el desarrollo y consumo de alimentos cultivados a nivel regional y local y ponía en tela de juicio que Argentina utilizara intensivamente su suelo para cosechar un alimento, la soja, que no está incorporado a la dieta diaria común.

Hoy la buena noticia es que en la Universidad Nacional de La Rioja, un grupo de ingenieros del Instituto de Tecnología Agro-Industrial (ITA) perteneciente al Centro de Investigación y Formación Productiva Agronómica, Agropecuaria, Agro-industrial e Industrial (CIFPrAAAI) de la Unlar realiza un proyecto llamado Evaluación de la Aceptabilidad de Facturas de Panadería con el agregado de Harina de Algarroba.

El proyecto se propone  mejorar las condiciones nutricionales de productos de panadería utilizando como materia prima fundamental la harina de algarroba. El  director de esta Investigación es el Prof. Ing. Sergio Moreno, la Directora Ejecutiva la Prof. Ing. Viviana Maldonado y el Codirector es el Prof. Ing. Gerardo Calvo, con la reciente incorporación de la Prof. Lic. en Nutrición María Gabriela Torres y un gran equipo interdisciplinario.

Mirando un poco hacia atrás, la algarroba fue, junto al maíz, la base de la alimentación de los pueblos Diaguitas, dado su alto contenido de carbohidratos, fibras, minerales y proteínas. En la composición de la misma se destaca la presencia de azúcares que hacen innecesario agregar azúcar refinada adicional. La  hipótesis de esta investigación sostiene que este tipo de harina en la elaboración de facturas mejorará las condiciones nutricionales y su aceptabilidad  en niños de edad escolar.

El  Prof. Ing. Moreno expresó… “estamos en la búsqueda de un producto que utilice una materia prima desperdiciada en la región, la idea concreta es avanzar en un diseño novedoso con sabor apetecible, teniendo en cuenta  que este proyecto de investigación esta dirigido a niños que muchas veces, no incorporan la cantidad de proteínas  necesarias desde un punto de vista nutricional…”

Aunque se ha logrado fabricar, a partir de la algarroba, café y un tipo de cerveza, sería mucho más importante poder incorporar esta harina a alimentos de consumo masivo en la provincia como son las facturas.  La menospreciada vaina que los costeños damos a los chanchos podría convertirse en un suplemento alimentario cotidiano, incorporado a la dieta de todos los días. Y también retomar una tradición antigua, de los pueblos originarios, que pueda competir con los productos sintéticos cada vez más industrializados y perjudiciales para la salud.

1 comentario:

  1. Siempre atrasados...en Catamarca y en Chaco hace muchos AÑOS se hacen alfajores,galletitas y bombones de harina de algarroba,será para conseguir plata para algún "proyecto".

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