El Municipio de Capital llevó adelante
diferentes actividades culturales durante el fin de semana. Una de ellas fue la
charla “La mujer riojana en el siglo XIX” que se realizó en la Biblioteca Liga
de Madres de Familia donde el historiador Víctor Hugo Robledo habló de las
mujeres riojanas que fueron partícipes necesarias en las luchas civiles que
tuvieron lugar en el proceso de organización nacional.
Desde
la Subsecretaría de Cultura y Turismo informaron que la charla fue organizada
por la Dirección General de Bibliotecas y la Biblioteca Popular Liga de Madres
de Familia, y contó con la presencia del poeta y cantor Miguel Marcos, quien
dedicó emotivos poemas y canciones a los presentes. Luego, tomó la palabra
Víctor Hugo Robledo para hacer un recorrido por su libro más reciente y aún
inédito: “Riojanas: Montoneras y Unitarias del S XIX”.
“La
mujer no fue pasiva en la lucha de los riojanos, siempre sufrió las
consecuencias de la guerra y fue protagonista, ya sea en el campo de batalla,
cuidando a su familia y a sus negocios, o sufriendo por ser madre o esposa de
un montonero o un unitario”, expresó Víctor Hugo Robledo al comenzar su charla.
Seguidamente, afirmó que viene investigando sobre las riojanas desde hace algún
tiempo y que el resultado de ello fue “Riojanas: Montoneras y Unitarias del S
XIX” en el que recuerda a las madres, esposas, hijas y políticas de la historia
de La Rioja.
El
autor comenzó hablando de las madres ilustres como Juana Rosa Argañaráz, madre
de Facundo Quiroga y una de las principales víctimas de los enemigos de su hijo
ya que fue apresada y torturada con el fin de hacerle confesar dónde guardaba sus
riquezas Facundo Quiroga. Además la mencionó como la artífice de su educación y
de los niños de la localidad de San Antonio. Otras madres importantes fueron
Úrsula Romero, madre de Chacho Peñaloza; Isabel Rearte, madre de Felipe Varela;
y Soraya Dávila, madre de Joaquín Víctor González, que padeció por ser esposa
del unitario Don Joaquín González.
También
se refirió a las esposas, comenzando por
la más ilustre: Doña Victoria Romero, quien acompañó al “Chacho”
Peñaloza, no solo en sus exilios, sino también en el campo de batalla, siendo
una de las generalas más importantes de su ejército. Continuó con Dolores
Fernández, mujer de Facundo Quiroga, quien durante la ausencia del caudillo, se
hizo cargo de sus hijos y de las empresas. En ese sentido, mencionó a Trinidad
Castillo, la esposa del Felipe Varela y Restituta Izaguirre de Dávila, esposa
de Tristán Dávila Gordillo, como mártires de los unitarios. “Las amantes,
también fueron muy importantes por esos tiempos”, explicó Robledo al recordar a
Dolores Díaz “La Tigra”, mujer que acompaño a Felipe Varela en el campo de
batalla y con quien tuvo un hijo.
Otras
mujeres recordadas por Robledo fueron
Rosa Guardia y Carmen Ledesma. La primera, fiel seguidora de Chacho
Peñaloza, y la primera en advertir que
las fuerzas de Vera se dirigían a capturar a su jefe, caminando durante toda la
noche en soledad, para pedirle que huyera de su refugio. Mientras que Ledesma
fue una de los soldados de mayor confianza del Chacho Peñaloza, llegó al grado
de Sargenta y fue una de las estrategas de su ejército.
Para
finalizar, hace referencia a dos de las mujeres más importantes de la historia
más reciente, como lo son Rosarito Vera Peñaloza e Imelda Romero, primer
intendente mujer del país del departamento de Arauco, “Imelda fue una gran
educadora, en ocasiones la doctora del pueblo y llegó a ser la primer
intendente mujer del país, cuando la mujer ni siquiera podía votar”, reflexionó
Robledo.
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