jueves, 9 de octubre de 2014

A 47 años de su asesinato homenaje a la vigencia del pensamiento y ejemplo del Che


“Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la Revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”

Carta Despedida a sus Hijos.

Por Ex Presos Políticos de La Rioja – En un nuevo aniversario de su asesinato, Ernesto Che Guevara sigue presente. Su pensamiento, su nombre y su ejemplo revolucionario trasciende la epopeya de su lucha en el corto tiempo que le toco actuar.

El Che sigue vigente hoy por su valor, por su coherencia entre lo que pensaba y lo que hacía. Su lucidez le permitió analizar y comprender el proceso histórico de nuestro continente y el mundo entero más allá del momento histórico en el que le desarrollo su lucha. La grandeza de su pensamiento podemos interpretarla desde sus propias palabras: “Nuestra gran Humanidad ha dicho basta y ha echado la rueda de la Historia a andar”.

Estos procesos nuevos en América Latina, además de ser un desafío para los pueblos, están impregnados de sus sueños. Pero también de la confianza y la certeza en la posibilidad del triunfo de la lucha en nuestro continente por nuestra segunda y definitiva independencia.

Su claridad y su convicción para definir y señalar al enemigo común de nuestros pueblos de América y del Mundo: El imperialismo. Hoy representado por el capital financiero concentrado y por los monopolios. Saqueo de los recursos de nuestros pueblos, esclavización y matanzas con el único fin de la acumulación y concentración capitalista monopólico imperialista.

Y desde esa convicción y claridad afirmar con decisión la necesidad de unidad como herramienta fundamental para derrotar a un sistema basado en estructuras injustas.

El Che señala la posibilidad y necesidad de esa unidad a partir de nuestro pasado común y nuestra historia común para fundamentar el carácter esencial de esa unidad continental que termine por asegurar el triunfo de las luchas por la liberación nacional y social de nuestros países en el camino de la construcción de una sociedad más justa y digna.

Su mensaje demoledor en la Conferencia de Punta del Este desnuda la política del Imperio para ese momento: La Alianza para el Progreso destinada a desviar y contener la lucha de los pueblos que a partir de la Revolución Cubana tenían una nueva visión, estrategia y referentes para derrotar la dependencia.

Ese mensaje y esa presencia solidaria hace fracasar esos planes del Imperio y los pueblos continuaron su camino de lucha hacia la liberación. Hoy, la política exterior del Imperio y sus aliados tiene múltiples manifestaciones y rostros.

Pero una vez más podemos recurrir al Che: “No confiar en el Imperialismo ni un tantito así. Nada” Es su ejemplo y enseñanza el que nuevamente nos alerta sobre las conspiraciones diplomáticas, económicas o abiertamente golpistas que a lo largo y ancho de América buscan desestabilizar, desgastar con una intervención directa o encubierta.

Venezuela, Honduras, Ecuador, Bolivia, Paraguay como antes Panamá y Granada son los ejemplos de que el capitalismo, que enfrenta una crisis terminal, en su afán de supervivencia no vacila ni vacilara en tratar de impedir por todos los medios el desarrollo, consolidación y triunfo de las luchas locales y continentales por la libertad, la dignidad, la autodeterminación y la soberanía de todos y cada unos de nuestros pueblos.

Hacer realidad lo que el Che soñó de joven y supo concretar como hombre. “No me hago a la idea de imposibles” nos enseñaba mientras perseguía y luchaba por una Latinoamérica unida y solidaria.- Por una América que recorrió, conoció y tomó de ella la fuerza de los pueblos que luchan por lo que creen, por sus derechos, contra la injusticia y la explotación.

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