viernes, 16 de agosto de 2013

Investigación detecta diversas especies de cochinilla en olivos

El grupo de Entomología del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica (CRILAR-CONICET) de Anillaco, conformado por la Dra. Patricia Diez y el estudiante de la Universidad de Santiago del Estero Piero De-Cia Galfrascoli, llevaron a cabo un monitoreo sistemático en fincas de Anillaco, Los Molinos y Anjullón ha pedido de los productores.

El Departamento Castro Barros concentra a un número de pequeños productores tradicionales de olivo, representados por pequeñas fincas regadas por un sistema de acequias y con baja inversión en fertilización y control de plagas y enfermedades. Ante el pedido expresado por los productores de olivo de la Costa Riojana de un mayor conocimiento acerca del estado fitosanitario en el que se encuentran sus fincas, el grupo de Entomología del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Transferencia Tecnológica (CRILAR-CONICET) de Anillaco, conformado por la Dra. Patricia Diez y el estudiante de la Universidad de Santiago del Estero Piero De-Cia Galfrascoli, llevaron a cabo un monitoreo sistemático en fincas de Anillaco, Los Molinos y Anjullón. 

Los resultados mostraron que el 19% de las hojas colectadas tuvieron  daño por “cochinillas”, el 6% por  “eriófidos” y el 0,7%  por “mosca blanca”.  Se registraron seis especies diferentes de cochinillas, siendo las cochinillas “violetas” (Parlatoria oleae) y las “cochinillas H” (Saissetia oleae) las más abundantes. En los frutos se registró principalmente la “cochinilla violeta”, dañando el 17% de muestras tomadas al azar. Teniendo en cuenta que el Código Alimentario Nacional reconoce el 40% de daño en fruto como máximo de tolerancia, estos valores registrados sólo por daño de cochinilla son muy elevados. 

Las cochinillas son conocidas como plagas del olivo para nuestra región desde el año 1978, sin embargo la “cochinilla violeta” antes casi no se registraba en estos olivares, encontrándose hoy sin embargo instalada en la región. La producción de la Costa es destinada principalmente a la elaboración de aceitunas de mesa, y considerando que esta especie produce deformaciones y cambios de color en los frutos, es importante llamar la atención de las autoridades correspondientes para tomar medidas de control sobre la misma. Una herramienta posible es el control biológico a través de avispas benéficas (Aphytis paramaculicornis y Coccophagoides utilis), una metodología que fue probada exitosa en California (USA).

El elevado daño en fruto registrado en este trabajo podría estar  relacionado con el retraso que se observó en el momento de las cosechas. Generalmente éstas se realizan entre Febrero y Abril, sin embargo este año hasta Junio aún se observaron fincas sin cosechar. Esta situación se produjo porque hubo problemas para conseguir mano de obra, por no ser bien remunerada dicha labor. Esto podría favorecer que la plaga aumente su densidad sobre el fruto, ya que los que prefiere antes que hojas o ramas. Es importante realizar la cosecha en tiempo y forma ya que la fenología del olivar al momento de la cosecha coincide con los periodos de postura de huevos de esta cochinilla. El retraso en la cosecha además ocasionó un retraso en la poda, y árboles frondosos, mal podados y en ambientes húmedos con escasa ventilación, favorecerían la presencia de estos insectos. La poda es una de las actividades más importantes que se deben realizar en el olivar, junto con el abonado, labores y tratamientos fitosanitarios. Las mismas deben ser realizadas en el momento indicado y de la forma adecuada.

Una de las características de estas pequeñas fincas es que son heterogéneas en cuanto al cultivo: junto a los olivos suelen crecer viñedos y árboles frutales. Si esta heterogeneidad no es trabajada de la manera correcta, tiende a convertirse en un problema ya que estos otros cultivos podrían ser hospederos para la plaga. El manejo inadecuado de las malezas de las fincas es también otro factor influyente en la cantidad de plagas registradas. Si bien es conveniente mantener algunas malezas como refugios de fauna benéfica, si las mismas no son controladas pueden convertirse en un problema sanitario.

Por último, en este trabajo también se observó que muchas de las acequias utilizadas para el riego se encontraban en mal estado, generando encharques y excesos de humedad continuos que propician las condiciones microclimáticas para la evolución de insectos plagas. Debería realizarse una inversión en este sentido para mejorar las condiciones de riego y evitar el uso ineficiente del agua, un bien preciado en regiones desérticas. 

Un importante problema de la olivicultura en La Rioja es que los pequeños productores no alcanzan niveles de competitividad que les aseguren sustentabilidad. El Plan Estratégico de La Rioja 2025 plantea como uno de sus objetivos principales apoyar los esfuerzos de la pequeña producción por alcanzar esquemas productivos adecuados y sustentables, enfatizando el cuidado de la sanidad vegetal a través de metodologías amigables con el medio ambiente, promoviendo la producción orgánica e identificando al CRILAR como un importante actor en estas tareas. Para alcanzar estos objetivos, es esencial capacitar a los productores sobre temas como poda, riego, biología y monitoreo de plagas, prácticas culturales y mecanismos de control directo e indirecto. Todas éstas son herramientas básicas, útiles y eficientes para lograr una óptima sanidad en los cultivos, y constituyen los primeros pasos a realizar para aumentar la productividad de los cultivos, lograr competitividad en los precios de los productos obtenidos y abrir las puertas a nuevos mercados.


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