Al
hacer un balance de los primeros 75 días de gestión del gobierno encabezado por
Mauricio Macri, el dirigente peronista Délfor "Pocho" Brizuela aseguró que “tras
la encendida y sobreactuada defensa de la institucionalidad y las prácticas
genuinamente democráticas vociferadas durante la campaña electoral, Cambiemos
ha puesto a la Argentina con rumbo a una nueva República Perdida”.
Brizuela se lamentó a cerca
de “cuán lejos estamos hoy de esa Republica con división de poderes, con
funcionamiento de las instituciones, con respeto a la constitución y las leyes,
con pleno acceso a la información pública y con diálogo con los que no piensan
igual para cicatrizar, lo que el propio Cambiemos caracterizaba como la
´grieta´ por donde sangraba la ´Patria´".
Para el dirigente, “como si,
tras el final de la campaña electoral, la fuerza política que hoy ejerce el
gobierno, se hubiese sacado su disfraz de profundo demócrata, se dedicó a
gobernar por decreto que para nada es una virtud democrática, intentó designar
jueces supremos eludiendo el mecanismo constitucional, derogó leyes con
amplísimo consenso social y político sin esperar la presentación en el congreso
para ser debatidas por la representación del Pueblo Argentino”.
“Por otro lado –agrega Pocho
Brizuela—anuló, con maniobras unilaterales, políticas públicas que garantizaban
derechos consagrados en las leyes, como, por ejemplo, los que tienen que ver
con derechos humanos, como atención de víctimas y acompañamiento, o derechos
constitucionales como el de reunión y petición ante las autoridades, a través
del famoso protocolo para limitar manifestaciones”.
“Pero está también, recuerda
Pocho, la insólita detención de Milagro Sala, sin que se haya garantizado a
ella y sus compañeras las buenas prácticas del debido proceso. Con la misma
práctica, lesiva, discrecional y autoritaria, se echó a miles de trabajadores
con la presunción de culpa y el calificativo estigmatizante de ´ñoquis´ sin
permitir el más mínimo recorrido administrativo y legal que es previo a toda
sanción.
Y como si esto fuera poco,
continua Brizuela, aparecen fiscales y jueces conocidos por su fe macrista y su
clara pertenencia a prácticas corporativas y extorsivas de algunos sectores de
la Justicia, que con el beneplácito del Poder Ejecutivo y la apoyatura de la
mayoría de los medios, promueven acciones sensacionalistas que, lejos de tener
como fin el impartir justicia, son maniobras destinadas a atrapar la atención
de la población, mientras se concreta el ajuste feroz que terminará en
endeudamiento, despidos, baja de los salarios y las conquistas laborales y
destrucción de la industria nacional”.
Finalmente, Brizuela
subrayó el hecho de que “aunque resulte difícil de creer, aquellos amantes del
republicanismo y la plenitud de una democracia cristalina de la campaña, son los
mismos que hoy quieren conducir a la Argentina a una República Perdida”, remató
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