A
38 años del asesinato de Enrique Angelelli hoy la Justicia dará a conocer la
sentencia para los responsables de su muerte. Ayer tarde a las 19, en la
Iglesia Catedral, el obispo Marcelo Colombo concelebró una misa y luego
participó de la oración ecuménica en la Cripta que guarda los restos del
exobispo. Luego se realizó una marcha de antorchas hacia la sede del Tribunal
Federal, para dar inicio a la vigilia hasta las 15,30 en saldrán a luz las
condenas.
Pasadas las 19 de ayer, se
dio comienzo a la misa que estaba prevista en espera del veredicto por la
muerte del ex obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli. La ceremonia fue
presidida por el Obispo Marcelo Colombo y lo acompañaban curas y sacerdotes de
la diócesis.
Desde temprano, una
importante cantidad de personas comenzaron a acercarse a la Catedral en donde
se concretó la ceremonia.
En la misma estuvo presente
el Secretario de Derechos Humanos de La Rioja, Délfor Brizuela, acompañado del
Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Juan Martín Fresneda, expresos
políticos, integrantes de las Madres de Plaza de Mayo, familiares y amigos del
obispo asesinado. En la misa se encontraban jóvenes y ancianos, abuelos, padres
e hijos presentes en una jornada histórica.
Al entrar a la Catedral,
donde mucha gente ya estaba esperando el comienzo de la celebración, se pudo
observar que la ceremonia no iba a ser como cualquier otra.
Además se encontraban
presentes agrupaciones de defensa de derechos humanos de La Rioja y provincias
vecinas, como así también autoridades y estudiantes de la Universidad Nacional
de La Rioja y alumnos de los distintos profesorados de la Capital.
Desde el comienzo, la misa
tuvo un ambiente de fiesta debido a la gran cantidad de músicos y cantores que
alegraban la tarde. La gente acompañó desde el primer canto con aplausos y
vitoreos.
Mensaje
de Colombo
Luego llegó el momento en
que el Obispo expresara sus palabras como pastor de la Iglesia riojana. En un
extensa homilía Colombo se refirió a lo importante que es la Justicia para una
sociedad y para alejar a las personas del mal camino.
“La justicia abre el camino
de la vida y la plena posición de los dones de Dios. Las bienaventuranzas
constituyen un programa de vida por el cual los hombres y mujeres de la Iglesia
de La Rioja queremos optar decididamente, aquí y ahora, en fidelidad a la más
pura tradición de la Iglesia”.
“Treinta y ocho años atrás,
en estos mismo días, Enrique Angelelli padecía ataques e injustas acusaciones
mientras se le impedía el libre ejercicio de su ministerio sacerdotal. No podía
tomar la sugerencia de tomar distancia, de cuidar su propio pellejo, de dejar a
su rebaño”.
“Presentía los peligros que
se cernían sobre él, pero obraba movido por el evangelio de Jesucristo en su
compromiso personal irrenunciable a favor de los hombres” destacó el prelado y
agregó “entrevió que las muertes de Gabriel, de Carlos y Wenceslao,
preanunciaban la suya, pero seguiría en la brecha sosteniendo hasta el final el
callado de buen pastor”.
Posteriormente Colombo contó
cómo se imagina a Angelelli si todavía estuviera vivo, dijo que “si hoy
estuviera entre nosotros, en esta Rioja tan cambiada, me gustaría imaginarlo
celebrándonos la misa bajo aquel mismo árbol de su tiempo que todavía lo evoca,
o en el barrio 4 de Junio o en el Nuevo Argentino, más allá de la ruta 38.
Compartiendo con pequeños
productores rurales en Chepes o Ulapes, acampando entre nuestros jóvenes junto
al Señor de la Peña. Dialogando con los estudiantes de nuestra universidad o
profesorados y colegios. O con esos medios cizañeros, interesados y
desinformadores. Pediría la reconciliación de aquellas comunidades que en estos
últimos tiempos se han dividido gravemente y no aceptan a regresar al camino
del diálogo”.
Uno de los momentos más
emotivos de la misa, fue cuando llegó el signo de la paz, en donde todos los
presentes se saludaron entre sí y algunos entre lágrimas por lo que se estaba
viviendo, cantaban con el acompañamiento de la música de fondo que invadía la Iglesia.
Antes de finalizar la
ceremonia, Colombo invitó al Secretario de Derechos Humanos de la Nación, Juan
Fresneda y a la familia de monseñor Enrique Angelelli, a que visitaran la
cripta donde se encuentran los restos del ex obispo. En la oportunidad se
depositaron ofrendas florales, entre ellas, una enviada por la presidenta de la
Nación Cristina Kirchner.
En esos momentos, en el
exterior de la Catedral, un centenar de personas con velas en sus manos,
banderas y carteles, ya estaban esperando que salieran los sacerdotes y los
feligreses para comenzar con la marcha de antorchas hasta el Tribunal Oral
Federal.
Cuando salieron todos del
templo, comenzó la marcha que encabezaban estudiantes del Profesorado Castro
Barros, seguidos de cerca por las Madres de Plaza de Mayo de La Rioja y demás
agrupaciones de Derechos Humanos y ex presos políticos.
Muy emotiva fue también esta
marcha, porque en todo el recorrido se cantaba y se vitoreaba el nombre de
varios caídos durante la última dictadura militar.
Finalmente se llegó a la
esquina de avenida Perón y Santa Fe, a metros del Tribunal Federal, en donde se
realizó la noche de vigilia en espera de la lectura del veredicto que se
conocerá en la tarde de hoy.
Fuente: El Independiente
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