Falleció ayer en la ciudad de La Rioja el destacado escultor ceramista
Marino Córdoba oriundo de Agua Blanca, autor de numerosos trabajos en arcilla
que fueron destacados en el ámbito local, nacional e internacional. Su deceso
se produjo en la madrugada, a la edad de 76 años tras soportar postración por
una enfermedad que lo imposibilitó una década.
"Quien no vive para servir
no sirve para vivir", es una frase célebre de María Teresa de Calcuta que
le cayó muy bien a este riojano nacido en la apacible localidad de Agua Blanca,
departamento Castro Barros.
Inquieto, perspicaz desde muy
joven, Marino Córdoba siempre dio muestras de su inclinación por el arte. Formó
parte de un grupo sobresaliente de escultores riojanos, definido por el
reconocido y famoso Dionisio Díaz como perteneciente a una generación
intermedia que enriqueció el arte ceramista riojano.
Marino Córdoba también mostró
interés por dejar escrito las vivencias que fue atesorando desde la niñez, con
narraciones que fueron plasmadas en sus dos libros: Los Elementales y Las
Brujas del Agua Blanca obras en la que recopiló vivencias y apariciones. Su
deceso significa una gran pérdida para el arte ceramista.
TRAYECTORIA Y OBRAS
A propósito de su trayectoria, la
ceramista riojana Sofía Cáceres presentó la obra del maestro Marino Córdoba en
un evento que se realizó en el Museo Folklórico de nuestra ciudad. Estas fueron
sus palabras...
"En medio de un paisaje tan
riojano como el de Agua Blanca (departamento Castro Barros), nació el maestro
Marino Córdoba, que desde temprana edad se manifestó inclinado hacia el arte:
Primero dibujando, luego tallando maderas, más tarde trabajando las raíces de
arbustos como la jarilla. En todo este recorrido lo guía la observación, su virtud
de autodidacta.
Llegó un día al Museo Inca Huasi
con sus trabajos y conoció a Luisa Cáceres (ceramista y museóloga), quien
encontró en él las aptitudes del artista, lo incentivó y lo llevó al atelier de
su casa en el barrio de Pango. Luisa lo acompañó por el camino de la
reproducción de nuestro arte aborigen y popular, en el cual ella era pionera.
Trabajó con ella muchos años, y formó luego su propio taller, y siempre la
consideró su mecenas.
Paseó su inquietud por diversos
materiales, como El alabastro, y recibió una mención de honor en el Cuarto
Salón de Artes Plásticas del NOA, por la obra titulada `La dulzura de la
vid`".
Utilizó diferentes técnicas como
el moldeado en arcilla, y otras obras a molde pérdido. De ahí surgen muchos
monumentos que podemos observar en nuestra ciudad.
En sus colecciones sobre las
Divinidades Diaguitas y la leyenda de La Salamanca, Marino plasmó los relatos
que escuchó de sus antepasados, y la inspiración que le produjo la obra de Juan
Zacarías Agüero Vera.
Son numerosos sus trabajos, entre
los que se destacan bustos, estatuas e imágenes religiosas, distribuidas en
diferentes partes del país, de América y Europa.
Su esfuerzo y constancia fueron
premiadas con una beca de la Subsecretaría de Cultura de la Nación, recibiendo
durante un año las enseñanzas del escultor Sepuccio Tidone en Buenos Aires.
Desde 1971 y hasta 1973 realizó exposiciones en Cosquín, Catamarca y La Rioja, recibiendo diplomas de honor. Y de ahí nuestro apreciado artista pasó a exponer en Europa, en la Muestra Colectiva Internacional de Arte y Artesanía en el FUR de Roma.
Desde 1971 y hasta 1973 realizó exposiciones en Cosquín, Catamarca y La Rioja, recibiendo diplomas de honor. Y de ahí nuestro apreciado artista pasó a exponer en Europa, en la Muestra Colectiva Internacional de Arte y Artesanía en el FUR de Roma.
Así sus piezas recorrieron
Francia, Alemania, Italia y finalmente Grecia. En 1983 el gobierno provincial
le otorgó las Palmas de Plata Joaquín Víctor González. Y en 1990 recibió una
condecoración de la Embajada de la ex Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas, en reconocimiento a su trayectoria. Por años Marino recibió
reconocimientos desde España, Brasil, Austria, Lituania, Mendoza y nuestra
ciudad.
Una curiosidad antes de dar paso
al resto del protocolo: Marino envió una de sus "brujas" al Museo de
la ciudad de Brujas, en Bruselas (Bélgica), recibiendo luego un reconocimiento
de esta institución, y aún hoy la pieza se exhibe allá.
Fuente: Diario El
Independiente
rindo un Homenaje a Marino, quien recupero un trabajo de la cultura popular tanto en los insumos usados como en su eleccion de figuras para esculpir- Adios Marino y sabes, asi, somos los riojanos ..........no sabemos valorar a nuestra gente y tampoco sabemos decirlo- Sos un grande y ya estas en el pedestal de los Artesanos que recupero nuestra cultura popular-
ResponderEliminarLic. Marta de Leon