Los
represores Luciano Benjamín Menéndez, jefe del III Cuerpo de Ejército, y el
comodoro Luís Fernando Estrella, quien conducía en La Rioja la represión
terrorista del estado desde la Fuerza Aérea, fueron condenados a prisión
perpetua en cárcel común por el asesinato del obispo Enrique Angelelli durante
la última dictadura militar. El Tribunal Oral Federal de La Rioja, revocó
además la prisión domiciliaria de ambos genocidas y dispuso que sean alojados
en la cárcel de Bower, en Córdoba.
El TOF sentenció a Luciano
Benjamín Menéndez y a Luís Fernando Estrella a la pena de prisión perpetua por
haber sido encontrados culpables del delito de Homicidio doblemente calificado
premeditado por el concurso de dos o más personas, en perjuicio de Enrique
Angelelli.
La sentencia fue leída a las
15:20 ante una sala colmada y una gran movilización que acompañó desde la
puerta. Gran beneplácito entre los familiares, el obispado y el conjunto de los
organismos de DDHH. A los condenados les fue retirado el beneficio de prisión
domiciliaria y esperan para ser alojados en las dependencias del servicio
penitenciario correspondientes.
Recordamos que la
investigación judicial había recibido hace pocas semanas un imprevisto impulso
del Vaticano, cuando el papa Francisco envió dos documentos secretos que
resultaron un aporte significativo a la causa. Uno de ellos es una carta de
Angelelli al entonces nuncio apostólico Pío Laghi en la que advertía estar
amenazado, y otro un relato detallado del asesinato de los curas de su pastoral
Gabriel Longueville y Carlos Murias.
Las puertas de la justicia
todavía no se han cerrado pues quedan a la espera de una nueva causa militares
de menor rango y el grupo de civiles conocido como los cruzados de la fe
quienes formaron parte activa de la persecución a la pastoral de Angelelli
cuatro años antes de su asesinato.
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