Por Félix Guerrero - Estábamos
reunidos en casa de Tacho en la localidad de Los Palacios, departamento Felipe
Varela, Provincia La Rioja, conociéndonos, reflexionando y proyectando, en un
Encuentro de Radios Comunitarias de la provincia. Los Palacios es el lugar donde está en trabajos de parto la emergente
RADIO COMUNITARIA FM LA CUEVA.
“El
hombre se maravilla del mar infinito,
de las aguas que corren y de la vista del
cielo,
y
olvida que el propio hombre es la más maravillosa de todas las maravillas”.
SAN
AGUSTIN
No
sabemos a ciencia cierta si este será en nombre que quedará, pero nosotros
estábamos encovados allí y en la madrugada del segundo día, salí a caminar por
las orillas del Río Bermejo, encontrando
enredadas en las breas unas hojitas de un apunte de Antropología, las que
aportaron en antepuesto epígrafe. He aquí algunas de mis impresiones:
Estoy
de acuerdo en parte con sus
aseveraciones, absorto santo, pero cuando un hombre se encuentra de pronto en un
escenario natural, imponente en su pureza y poderosa majestad; cuando ese
hombre ha recuperado despertares de gallos eternamente asumidos en su
responsabilidad de garantizar el
nacimiento de cada aurora; cuando ese hombre se ha liberado por un momento de
la maldición apocalíptica de la
industria postmoderna y se encuentra en las orillas del río que acompañó su
infancia y lo descubre increíblemente intacto, siente que es una pequeña
partícula de conciencia emocionada y empapada de amor.
Precisamente
cuando vemos que toda esta naturaleza
maravillosa está en riesgo, en
grave riesgo de desaparición por causas de la desmesurada ambición humana,
discrepamos con el santo y desconsolados de zozobra decimos que el ser humano,
lejos de ser la más maravillosa de las maravillas de la creación, es una
criatura monstruosa.
Ya
más calmados, decimos que no todos somos criaturas monstruosas, pero la fuerza
humana destructora o depredadora que tiene hoy ese poder nefasto, son una
insignificante minoría, pero con el poder de convertir en cómplice a todo aquel
que busca ser feliz consumiendo productos ajenos a nuestras necesidades
vitales.
Las
mujeres y hombres prehistóricos dibujaron sus manos y la silueta de los
animales que les sirvieron de alimento en sus cuevas y salieron al exterior a
conquistar al mundo.
El
grupo de entusiastas hacedores de Radios Comunitarias, alentados por la Nueva
Ley de Radiodifusión, dejamos la simbólica “cueva” de la flamante radio de los
compañeros de Los Palacios y salimos fortalecidos para seguir difundiendo el
íntimo sentido de la vida y del compromiso con ella, la alegría de trabajar
juntos y la fe compartida.
La Radio, para todos
nosotros, es una extensión de nuestros corazones, así como la audiencia es un
oído que a veces se extiende como un brazo solidario predispuesto para el
abrazo fraterno en la construcción de un mundo más sano para todos.
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