Una calurosa siesta de
verano, el sol quemándonos la piel, el Velazco conteniendo la esperanza de un
futuro sano, voluntades que se juntan y ganas de disfrutar la libertad de poder
expresarse. Ya están los ingredientes para hacer una marcha en defensa del
Famatina y contra la megaminería metalífera a cielo abierto. Desde Anjullón
hasta Pinchas muchos vecinos se sumaron a la previa de lo que luego sería la
movilización popular más importante desde el Riojanazo.
Gente de todos los pueblos, que amablemente puso su propio
auto. Concienzudos investigadores del CONICET
que llevaron la ciencia junto a las banderas del pueblo. Algún que otro
productor que se preocupó por la posibilidad de que la agricultura real de la
provincia (no las SAPEM) quede arrinconada bajo la sed de agua de Osisko. Todos
se hicieron presentes el jueves 26 de enero para demostrar que el departamento
Castro Barros no le teme a la mordaza clientelar del poder político local y
provincial. Lo demostró la gente que, por desinformación o falta de vehículo,
saludaba la marcha con entusiasmo desde la vereda de su casa: Mamá, papá, niños
y abuelos.
Anjullón, Los Molinos, Anillaco, Aminga y Pinchas fue el
itinerario de la caravana que dejó un precedente en el lugar en materia de
defensa de un medioambiente sano. Y esto
fue solo una parte de la jornada ya que en la plaza de Pinchas esperaban la
llegada de la caravana muchos vecinos con sus banderas, sus pancartas y sus
sonrisas. Ahí se condensó el encuentro en un abrazo (simbólico y real) y se
dejó en claro la consigna.
Después gran parte de los autos siguieron su norte para
formar parte (anónima y colectiva) de esos diez mil fuegos que ardimos como
pocas veces en la plaza 25 de Mayo de la Capital. Pero el periplo por la
costa del Velazco no olvidó su parte de magia, compromiso y amor a la tierra. Y
los costeños le dijimos no al monstruo transnacional que quiere devorarse las
entrañas de nuestra tierra, la matriz de todos los fundamentos. Y le dijimos no
a los representantes de la codicia, la vergüenza, el desamor. Dijimos El
Famatina no se toca, el Velazco tampoco. Y podríamos agregar: la libertad de
las personas, por la que también luchamos, tampoco.
Felicitaciones Tincho. Hiciste una nota valiente, comprometida y a la altura de las circunstancias. Riojanos, cuidemos el espacio e lucha conseguido!!!!
ResponderEliminar