Teniendo
en cuenta las elevadas temperaturas reinantes en nuestra Provincia, el
Ministerio de Salud, aconseja a la población tomar medidas preventivas para
evitar descompensaciones y golpes de calor. Los ancianos, las embarazadas y los
bebés son los grupos que potencialmente pueden resultar más afectados por el
fenómeno.
Por tal motivo, se
recomienda a la población –en especial a los grupos antes mencionados y a
quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas, hipertensión
arterial, obesidad y/o diabetes– adoptar medidas y cuidados especiales, tales
como:
• Tomar mucha agua durante
todo el día.
• Evitar las comidas
abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
• Evitar las bebidas
alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
• Usar ropa suelta, de
materiales delgados y de colores claros.
• No realizar ejercicios
físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier
actividad al aire libre.
• Protegerse del sol
poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
• Usar cremas de protección
solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
• Evitar actos públicos o
juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A
los lactantes y niños pequeños:
• Darle el pecho a los
lactantes con más frecuencia.
• Beber agua fresca y
segura.
• Trasladarlo a lugares
frescos y ventilados.
• Ducharlo o mojarle todo el
cuerpo con agua fresca.
Asimismo, si una persona
siente mareos o se desvanece, se debe acostarla en un lugar fresco, bajo techo.
Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni
muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.
Si la temperatura corporal
aumenta, se debe quitarle la ropa a la persona afectada, pasar una esponja
mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada.
También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza.
Los ancianos y quienes
trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un
golpe de calor, que debe ser tratado inmediatamente. En estos casos, la
temperatura corporal se eleva por encima de los 40 grados, el pulso se vuelve
fuerte y rápido, se producen cambios en el estado de conciencia (somnolencia),
la sudoración cesa y la piel se observa seca, caliente y enrojecida.
Otros síntomas de alerta son
el dolor de cabeza, la sensación de fatiga y la sed intensa, náuseas y vómitos,
calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa
repentinamente y somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es
imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud
más cercano.
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