Avanzan
las obras de refacción del embalse de Anillaco. Luego de finalizar la
construcción del muro contenedor, ahora se construye un alambrado perimetral en
la represa. El emprendimiento pertenece a la empresa privada “Villa de los
Esturiones” pero las obras corren por cuenta del estado municipal. Las obras
servirían para trasladar los cardúmenes desde la planta de piscicultura.
Actualmente la empresa utiliza el 40% del agua disponible del pueblo, pese a
los reclamos de la Unión Vecinal y el CUA por los faltantes del líquido, que
ponen en peligro el mantenimiento de las fincas de productores locales y el
consumo humano.
La abandonada Represa de
Anillaco, recobró vigencia desde hace un par de meses con la construcción de un
alambrado perimetral para proteger ese emprendimiento privado con
financiamiento estatal. A pesar del descontento que cada verano suscita este
controvertido proyecto a causa de que cada año crece la población en Anillaco y
los peces también crecen y requieren de un mayor volumen de agua para subsistir
el emprendimiento continúa, generando una crisis sanitaria cada vez mayor por
la falta de agua para el consumo humano.
Con los primeros calores el
conflicto tendió a agravarse debido al requerimiento de agua por parte de los
privados y la red pública de agua potable. Los miembros del Consorcio de Agua
de Riego publicaron una solicitada exigiendo la mejora del caudal de agua de riego, captado a veces hasta en un 50% por la empresa.
El comienzo de la temporada
de lluvias trajo un poco de alivio a la problemática del agua, pero las
soluciones de fondo parecen muy lejanas aún. El mes pasado el Concejo
Deliberante departamental declaró la emergencia hídrica y productiva, como una
medida destinada a despuntar soluciones desde el estado al problema fundamental
de los riojanos. La misma medida fue impulsada desde la Legislatura.
Sin embargo, desde el
estado, se continúan alentando este tipo de emprendimientos con empresas
privadas, sin tener conocimiento ni estudios de impacto ambiental ni humano. El
hecho de instalar una empresa destinada a la producción de huevas de caviar (un
producto del Mar Caspio en Azerbaiyán, Irán y Rusia) resulta demasiado exótico
y hasta delirante en una provincia donde el agua ha sido siempre escasa. Cabe
aclarar también que la empresa aún no cumplió con sus promesas de generar
trabajo genuino en la zona y, según se pudo saber, trabajan allí menos de 10
empleados.
Molesta mucho también a la comunidad de la Costa, la generosidad estatal para con los emprendimientos privados en duro contraste con la indiferencia y desatención financiera para obras urgentes como la galería filtrante de Chuquis, ya que la sufrida comunidad de ese lugar viene padeciendo de escases del agua desde hace tiempo por no tener esa obra terminada.-
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