Ismael Bordagaray denunció que su localidad es víctima de un "ahogo
financiero", como castigo porque sus pobladores se oponen a la
megaminería. "No nos vamos a ir hasta que no nos den una solución"
dijo el jefe comunal a LA BOCONA.
El intendente de Famatina, Ismael Bordagaray, se encadenó en la mañana del lunes junto a 20 personas a la Casa de Gobierno de La Rioja, por la asfixiante crisis
económica que vive el departamento riojano que encabeza.
"Hace 18 meses que no nos depositan el dinero para
los gastos de funcionamiento", denunció Bordagaray en declaraciones a LA
BOCONA. "Es una posición de castigo por oponernos a la megaminería",
consideró.
"Le pedimos al gobernador (Beder Herrera) que se nos
dé la partida presupuestaria que nos corresponde", reclamó el intendente
riojano, quien además aseguró que está dispuesto a seguir en el lugar el tiempo
que sea necesario.
"Tomamos la decisión extrema de encadenarnos, vinimos
hoy y vamos a seguir: no nos vamos a mover hasta no tener una solución",
advirtió el funcionario.
Bordagaray remarcó que su departamento atraviesa un
momento agobiante: "Estamos en una situación financiera terminal, ni
siquiera tenemos la posibilidad de pagarles a los proveedores".
Finalmente, el intendente explicó que él y los habitantes
de la Famatina tomaron la decisión de manifestarse de esa manera después de que
el Superior Tribunal de Justicia denegara un recurso de amparo y la Cámara de
Diputados no le diera tratamiento parlamentario al problema financiero que
asfixia a la localidad riojana.
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