La
Liga Argentina por los Derechos del Hombre se expresó en defensa de la
pluralidad de voces y repudió la “mordaza” puesta a Víctor Hugo Morales, quien
tras treinta años en radio Continental, ayer
fue expulsado impidiéndosele hacer un último programa. Según el
Periodista, las razones de la medida tienen que ver con la presión de las
corporaciones en las políticas de otorgamiento de pautas.
A un
mes de asumir el gobierno de Macri, hay cosas y hechos que llaman poderosamente
la atención. En primer lugar: La decisión de gobernar prescindiendo de uno de
los poderes de un Estado de Derecho, como es el poder Legislativo. Durante
la campaña, el partido electo puso mucho énfasis en el respeto a las
instituciones de la república, sin embargo, en
menos de una semana, tiró por la borda su propio discurso con una
catarata de Decretos de Necesidad y Urgencia.
Lo que vemos en estos pocos días son señales muy
preocupantes. Uno puntual es La Ley de Medios, que no es una
Ley K, es de todos los argentinos porque fue amplia y largamente debatida, y
porque reemplazó la ley de facto de la última dictadura. Hemos sido críticos
con el gobierno anterior, pero siempre estaremos y estamos defendiendo la Ley
de Medios y su correcta aplicación. Los argentinos necesitamos más voces,
porque la paz se construye en el respeto a la diversidad y aceptando críticas.
Lo que si defendemos es la libertad de prensa y no la libertad de Empresa.
Como en una marcha arrasadora,
el gobierno de Macri ignora el Congreso Nacional para demoler por medio de
falsos Decretos de Necesidad y Urgencia (ni son necesarios, ni se amerita
ninguna urgencia salvo la de los grupos económicos y la derecha nostálgica)
volteando algunas de las más importantes conquistas de la lucha popular de
estos años.
Han tenido particular saña en
demoler la Ley de Medios por el desafío que implicaba al Poder Concentrado
Monopólico en el plano de las comunicaciones, monopolio de emisoras y medios
que es clave en la persistencia de una hegemonía cultural fundada por el
Terrorismo de Estado y continuado en las “Democraduras” que hoy incrementa de
modo exponencial su costado autoritario, discrecional y macartista.
La mordaza puesta a Víctor
Hugo Morales es una más de las que viene poniendo el gobierno de Macri, en un
intento de disciplinamiento a través de las empresas privadas, en un vano
intento de dejarnos sin voz, a los que pocas veces somos receptados en el circuito
comunicacional, a los que resistimos y resistiremos siempre la violación a los
derechos humanos. Puede ser que por un tiempo el dominio
comunicacional sea casi completo. Puede ser. Siempre
habrá un medio alternativo que mantenga el grito y la denuncia.
También habrá que tomar nota
para la próxima discusión sobre la democratización de los medios para no
quedarse en la forma y avanzar de manera efectiva en la democratización de los
medios de comunicación que deberán ser propiedad del pueblo organizado, en una
proporción decisiva; para que la “libertad de empresa” no mate la “libertad de
expresión” que todos defendemos, y que ahora defendemos contra un gobierno que
en el altar de la Libertad de Empresa no duda en sacrificar el derecho de la
gente y las organizaciones populares a dar a conocer su punto de vista, sus
críticas y sus proyectos.
En esa pelea estamos seguros
de encontrarnos siempre con Víctor Hugo Morales y otras voces con los cuales no
necesariamente pensaremos igual pero si podemos dialogar. Sin pluralidad de
voces no hay democracia.
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