Aniversario: Los trabajadores del Riojanazo tenían razón

Por Ex Presos Políticos - El 9 de diciembre de 1993, miles de riojanos hicimos retroceder la llamada "ley Omnibus", aprobada el día anterior por parte de los legisladores menemistas, durante la gobernación de la dupla Bernabé Arnaudo-Luis Beder Herrera.

La Gendarmería enviada por el entonces presidente de las "relaciones carnales" con el imperialismo norteamericano en número de alrededor de un millar de uniformados, tomaron la "plaza de armas", frente a la Casa de Gobierno de la ciudad de La Rioja.

Los muchos días de marchas multitudinarias, sin antecedentes en los anales de nuestra historia, arrojaron la derogación de aquella "ley", que disponía la virtual cesantía de entre 5.000 y 10.000 empleados de la Administración Pública central, en virtud de los ajustes ordenados por el F.M.I. Reivindicamos estas luchas y entre ellas, la histórica e importante movilización de los trabajadores y pueblo riojano en defensa de sus derechos y contra la sanción de la llamada ley Ómnibus por parte de la Legislatura Provincial.

Previo a ese 9 de diciembre de 1993 se venían sucediendo luchas sectoriales locales como respuesta a las políticas nacionales y provinciales implementadas en el marco de la estrategia neoliberal para América y de la llamada Globalización a nivel mundial.

Esta política de ajuste con privatizaciones definía la reforma del Estado reduciéndolo a su mínima expresión. Con argumentos de modernidad y eficiencia se conformó un Estado ausente en lo económico, social, político y cultural.

El mercado erigido como regulador de la vida e intereses de las personas, de los trabajadores y pueblo en general.

Con la privatización de las empresas públicas construidas con el sacrificio y compromiso de los trabajadores, se desintegró el Estado nacional y en nuestra Provincia esta política de ajuste se concretó con la privatización del Banco Rioja, del IPSAS, del Ente Provincial de Energía- EPELAR , del Ente Provincial de Obras Sanitarias-EPOSLAR a lo cual se le sumó la transferencia de las escuelas a las provincias, destruyendo no sólo la unidad económica social, política y territorial sino produciendo una formidable y violenta transferencia de ingresos quitados a los trabajadores y el pueblo a favor de las corporaciones monopólicas, principalmente financieras.

Este proceso de negación y desconocimiento de todos los derechos laborales, sociales, individuales y colectivos adquiridos en años de lucha por los trabajadores y el pueblo argentino necesitó de la complicidad de políticos, funcionarios y gremialistas nacionales y provinciales para poder llevarse a cabo.

Los lacayos al servicio de la entrega, de la corrupción y la dependencia, en nombre de la seguridad jurídica, reclamada como resguardo de sus intereses por los monopolios encabezados y orientados por actores como Carlos Menem, Roberto Dormí y Eduardo Menem realizaron, por ejemplo la modificación del Código Minero, el conjunto de la legislación sobre minería, entregando los principales yacimientos mineros y grandes extensiones territoriales a las empresas mineras internacionales de explotación a gran escala y con métodos de megaminería a cielo abierto.

La apropiación y expropiación del Estado por el Neoliberalismo estalla en el 2001, dejándonos “un país en llamas”. Una vez más fue la oposición y resistencia de los trabajadores y el pueblo la que fue fortaleciendo a esta democracia condicionada y limitada por este proceso neoliberal emergente del "nuevo país" delineado a partir de la dictadura cívico militar . Luchas gremiales y sectoriales, los “piqueteros”, los autoconvocados, las asambleas barriales, etc., etc. dan cuenta de ello.

En esa lucha queda inserto y adquiere protagonismo propio el pueblo riojano. La Coordinadora de Estudiantes contra la Ley Federal de Educación impuesta desde el Banco Mundial; fue la movilización de los estudiantes principalmente secundarios con toma de escuelas incluida la que hace retroceder la aplicación de la Ley Federal de Educación. Días después confluyen a esta resistencia los empleados del hospital Plaza. Y se produce un pico de movilización con la toma del IPSAS por la Multisectorial e Intersectorial en defensa del Sistema Provisional Riojano de Solidaridad y Reparto.

La Marcha Blanca provincial y nacional de los docentes; la movilización de los empleados municipales, de ATE y sectores populares de Chilecito en la histórica Marcha de la Bronca; la realización en La Rioja del Primer Encuentro de los trabajadores del NOA contra el ajuste y las privatizaciones desde donde surge la propuesta y realización de la gran Marcha Federal que atravesó el país.

La movilización, la organización y la unidad en la lucha del 9 de diciembre tuvo como corolario la derrota de la aplicación de la política de ajuste que propugnaba y perseguía implementar la ley Omnibus. Diez días continuados de lucha, la conformación de una Plaza de la Resistencia como punto de referencia y de lucha alcanzada por la histórica movilización de los riojanos.

A treinta y un años de vigencia de las instituciones que representan la democracia lograda consideramos el aporte esencial de todas las luchas pasadas y presentes y acompañamos la lucha por la defensa de nuestros recursos comunes, la función social de la propiedad de la tierra, y contra el daño ambiental en la perspectiva de un desarrollo integral, armónico y equilibrado como resguardo de los intereses de los verdaderos hacedores de la riqueza de la sociedad.

A nivel provincial repudiamos el carácter conservador, clientelar de los gobiernos de estos treinta años de gobiernos, precursores y continuadores de aquellas políticas neoliberales y del pensamiento único como expresión de una lógica individualista, desintegradora de la vida económica social política de los riojanos.

Esa visión neoliberal se traduce en políticas públicas cuya “sustentabilidad” no es más que la lógica de los negocios, y que se expresan en la precariedad de los contratos de trabajo, la angustia de los PIL, los bajos salarios, las tarifas de los servicios esenciales más altas del país, el abandono y la inseguridad del destino del Parque Industrial, la falta de agua, energía y salud en el interior provincial.