Hoy se cumplem 11
años de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Dario Santillán, acaecido en la
estación de tren de Avellaneda la cual ahora lleva sus nombres. Desde la AMP
repudiaron nuevamente los crímenes, solicitando juicio y castigo a todos los
responsables.
El
26 de junio de 2002, las principales organizaciones de desocupados del país se
plantearon desarrollar la primera jornada de presión para conseguir un aumento
general del salario y una duplicación de 150 a 300 pesos en el monto de los
subsidios para los desocupados; más alimentos para los comedores populares; y
en solidaridad con la fábrica ceramista Zanón ante el peligro de ser
desalojada. Los movimientos piqueteros programaban cortar, en Buenos Aires, los
principales puentes de acceso a la Capital Federal. El reclamo piquetero que
cortó varios accesos a Buenos Aires fue reprimido con balas de goma y municiones
por un operativo conjunto entre la Policía Federal, la Policía de la provincia
de Buenos Aires, la Gendarmería Nacional Argentina y Prefectura Naval
Argentina. El gobierno nacional ordenó la represión de una manifestación de
grupos piqueteros y en la persecución y posterior movilización fueron
asesinados por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires los
jóvenes activistas Maximiliano Kosteki y Darío Santillán pertenecientes al
Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Guernica y de Lanús
respectivamente, agrupados en la Coordinadora de Trabajadores Desocupados
Aníbal Verón. Además se registraron 33 heridos por bala entre los
manifestantes.
En
palabras de la socióloga Maristella Svampa “la masacre del Puente Pueyrredón
marcó una momento de inflexión en la historia política reciente, respecto de
los modos de concebir la represión desde el aparato del Estado, en relación a
los sectores movilizados. Recordemos que los hechos ocurridos en Avellaneda
constituyeron un ensayo planificado desde el poder, destinado a quebrar la
organización de los movimientos sociales”.
El
17 de mayo de 2005 comenzó el juicio en el Tribunal Oral Nº7 de Lomas de
Zamora, donde siete policías fueron condenados; el comisario inspector Alfredo
Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, fueron condenados a cadena perpetua,
Félix Vega, Carlos Quevedo y Mario De la Fuente lo fueron a cuatro años de
prisión por encubrimiento agravado, una de ellas de cumplimiento efectivo, el
ex policía Gastón Sierra, a tres años por ese mismo delito, al igual que el
también ex policía Lorenzo Colman a dos años de prisión. Por último el único
civil enjuiciado, el ex policía Celestino Robledo recibió diez meses de prisión
en suspenso por usurpación de títulos y honores.
Desde
la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja (AMP) repudiaron nuevamente
los crímenes, solicitando juicio y castigo a todos los responsables.
No debemos olvidar a estos nobles jóvenes que ofrendaron sus vidas a las causas justas!!!
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