“Gloria a Dios en las alturas,
recogieron las basuras de mi calle, ayer a oscuras y hoy sembrada de bombillas” reza un viejo tema
musical del genial cantautor catalán Joan Manuel Serrat. Si. Aminga estaba de
fiesta y nosotros estuvimos allí. Cuando digo nosotros, me refiero a una
partecita del equipo de Radio La Bocona,
a colegas periodistas del diario El Independiente” y de Radio Municipal. Por
Félix Guerrero.
Fuimos invitados como pueblo y como periodistas. “Apurad, que allí os espero si queréis venir. Pues cae la noche y ya se
van nuestras miserias a dormir”.
Allí estábamos todos mezclados: los fervorosos seguidores del modelo
político vigente, los indiferentes, los opositores y nosotros, los zurditos jodidos.
Estaba en el portal el simpático Raúl Chacón, veterano menemista, sin renguera,
pero con algunas mañas del menemismo; estaba el Cura para bendecir estas
instalaciones que proveerán de vino para sus misas; el Ingeniero, representando la ciencia y la técnica; la arquitecta Del Moral,
muy en su sitio representando la Organización.
“Y hoy el noble y el
villano, el prohombre y el gusano, bailan y se dan la mano sin importarles la
facha”
Estábamos contentos porque nos reencontramos con amigos con las caras
lavadas (hasta me peiné, cosa reservada solo para eventos singulares), y nos
entrecruzábamos, cada cual con sus problemas y sus ilusiones a cuestas.
Contentos porque estábamos juntos compartiendo un par de empanadas.
Estábamos juntos y contentos porque la pérdida de la inocencia es algo muy
doloroso, como así también la nostalgia por un mundo ideal. Estar juntos nos
consuela un poco. Nos aferramos a las utopías porque necesitamos creer en algo.
Pero hay utopías falsas por su carácter mesiánico y perverso. Las utopías
verdaderas son las que tienen por protagonista al pueblo, a la gente común, la
que produce hijos que darán trabajo a las escuelas y los hospitales, que darán
letra para encendidos discursos sobre la niñez, pondrán la cara para algún beso
cínico y más tarde cuando tengan edad de votar, aportarán a la industria más
exitosa de estos tiempos: La Política.
Los discursos de las autoridades con la retorica y estilo de siempre, ya
memorizado por el señor Intendente y por nosotros, pueblo que escucha: el
exceso del lenguaje lo llevó nuevamente a refundaciones añejas como la
“recuperación” de la finca Azzalini y otros éxitos carentes de actualidad y de
razón de ser. Abundó en el culto a su ego y reafirmó su culto a la obediencia
debida y su fervorosa pasión por la minería- basura.
El señor Gobernador pintó paisajes promisorios, elogió al grupo de
bailarines del Centro de animación socio-cultural de La Costa, aludió a nuestro
potencial vitivinícola insinuando tibiamente que sería buena una autonomía
económica, para que el producto de estas tierras no se vaya a otros lugares
dejando poco beneficio a los riojanos. Todo esto poco creíble por su alto grado
de contradicción, si lo confrontamos con su política minera estilo colonial: se
llevan los minerales a fuera y nosotros quedamos con la contaminación.
Se acabó, el sol nos
dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual. Y
con la resaca a cuestas, vuelve el pobre a su pobreza, el rico a su riqueza y
el señor cura a sus misas.
VII- Corrupción en la política
ResponderEliminarLa corrupción existe en todos los niveles de nuestros Estados y por supuesto en la politica no podía ser la excepción, más aún, es necesario que esté corrompida para poder corromper las demás instituciones, de lo contrario hubiesen sido sentenciados muchos de los que hoy lucen honorables miembros de los gobiernos o también hubieran sido desacatados innumerables fallos judiciales cuando el resto de las instituciones gubernamentales hicieran caso omiso de esos fallos.
El amañamiento de juicios, absoluciones injustas, condenas de inocentes, secuestros de expedientes, etc., es de todos conocidos y por tanto no vamos a llover sobre lo mojado, lo que sí es necesario resaltar es el alcance político y social de esta situación.
Nada es más subversivo contra el orden social que una justicia corrupta, porque nada crea un sentimiento más grande de frustración e indignación que una injusticia.
Cuando una persona acude al templo de la justicia está depositando en las manos del juez su razón y sus derechos, y cuando es defraudada sólo siente indignación, coraje y la interna necesidad hacerse justicia por sí mismo, necesidad que generalmente conlleva una actitud violenta. Estamos convirtiendo en lobo al manso cordero que entró inicialmente en el tribual.
Cuando ese sentimiento se traslada del individuo a la sociedad los resultados son imprevisibles pero de todas formas dañinos para la sociedad en su conjunto, pero los corruptos son desalmados y capaces de producir cualquier consecuencia nefasta para quedarse con la plata que no les pertenece.
Al prostituir la justicia estamos condenando a muerte a la democracia y esos son los enemigos a estigmatizar primero y desalojar de su posición después. El evitar problemas aceptando el estado de cosas sólo producirá consecuencias
mucho más dolorosas después, para uno mismo y para toda la sociedad. No existe alternativa, o derrotamos la corrupción o la corrupción terminará acabando con todo y con todos.
SON FRASES MUY SABIAS Y ESTAN ESCRITA POR POLITICOS DE ESTE GOBIERNO QUE SOMETE AL PUEBLO DE LA COSTA
ResponderEliminarMuchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos.
El que quiere ser tirano y no mata a Bruto y el que quiere establecer un Estado libre y no mata a los hijos de Bruto, sólo por breve tiempo
conservará su obra.
Cuando un político muere, mucha gente acude a su entierro. Pero lo hacen para estar completamente seguros de que se encuentra de verdad bajo tierra
La traición la emplean únicamente aquellos que no han llegado a comprender el gran tesoro que se posee siendo dueño de una conciencia honrada y pura.
Siempre es bueno resaltar la entonación o usar las palabras hirientes que los pantalleros eluden pronunciar por temor a herir lo que niegan (vaya contracción). El mundo de la hipocresía está compuesto de todas las insinceridades existentes que salen a flote cuando ya no es posible seguir fingiendo lo que no se siente. De esa manera el engañador se las ingenia para fingir una realidad, unos sentimientos o situaciones por las cuales piensa obtener ventajas para beneficio propio. Bajo esa premisa es que se produce la traición o el engaño que se hace como jugada en la cual se tiene al engañado como tonto y el engañador se cree lo más encumbrado de la viveza.
ResponderEliminarel estado es una gran empresa, si comparamos cual es la empresa que mejor le vá, con las más organizadas, preparadas, con conocimiento y lo más, más importante la menos corrupta!! tengo que darles la noticia que todos las guardamos y no la aqueremos decir, esto, como cualquier participación del estado, va a fracasar. es como el árbol que esta enfermo, empieza por arriba. la enfermedad de argentina se llama CORRUPCIÓN.este acto, como cualquier acto del "estado y privados" es un fracaso, que terminará en la nada... y ¿la plata?
ResponderEliminarlo que más asusta es que "nosotros avalamos eso" ¿sera que somos así? ventajistas, viveza criolla, desleales, aduladores del poder, la lista es larga.
claro esta que en este tiempo las ganas de llevarse todo en un rato, parece ser la consigna: ¿sabia que ser politico es la actividad más remunerada del mundo? véalo con sus propios ojos