En el marco de la Marcha contra
el Femicidio #NiUnaMenos, referentes mujeres de la Confederación Nacional de
Cooperativas de Trabajo (CNCT) reflexionan sobre la violencia de género en el
sector de la Economía Social y su potencial para la contención de las mujeres
que se animan a enfrentarla.
El Observatorio de Femicidios en la Argentina que
lleva adelante La Casa del Encuentro presentó cifras que duelen: Casi
trescientas mujeres fueron asesinadas en el país durante el año 2013 como
consecuencia de la violencia de género. Esta cifra creció un 16 por ciento en
relación al año anterior, siendo el número más alto de los últimos seis años.
Esta problemática atraviesa toda la sociedad, incluso
a las familias que componen la Economía Social, por lo que referentes mujeres
de diversas federaciones de la Confederación Nacional de Cooperativas de
Trabajo (CNCT) aportan su mirada a través de la experiencia acumulada en los
últimos quince años en los que el cooperativismo de trabajo comenzó a generar
espacios de contención a través del ámbito laboral autogestionado.
Laura Rodriguez, referente de la Federación de
Cooperativas Unidas de Jujuy (Fecootraun Jujuy), compuesta en su gran mayoría
por mujeres, puntualiza sobre el trabajo realizado con las compañeras: "En
esta región se dan casos de maltrato físico y verbal; muchas compañeras
aguantan por el tema económico y la vivienda. Estos años las mujeres jujeñas
que están en nuestras cooperativas se capacitaron y con sus propias manos
pudieron construir sus casas y vivir con sus hijos conservando un trabajo digno
y mejorando su calidad de vida con apoyo psicológico".
El factor habitacional es parte de la desprotección de
las compañeras a la hora de enfrentar la violencia de sus parejas. No tener
adonde ir, en muchos casos significa decidir aguantar gritos y golpes a cambio
de un techo para ellas y sus hijos. Joanna Peralta referente del Movimiento de
Cascos Amarillos (MOCARA) de Chubut comenta que "para nosotras es muy
importante que las compañeras sean las que reciban las llaves de las casas que
construyeron delante de sus maridos y sus hijos, porque resultan empoderadas y
se invierte la relación de poder en el hogar".
Antonela, perteneciente a la cooperativa textil
Enredo, de la Red Textil Cooperativa (RTC), expresa que "si bien es cierto
que en nuestro ámbito no se ven casos de violencia de género pero sí, en
algunos casos, existen comentarios denigrantes hacia nosotras como chistes
cotidianos. Desde los medios existe esa bajada de línea y entiendo que
culturalmente aún nos queda mucho camino por recorrer". Particularmente la
presidenta de Enredo tuvo que padecer maltratos en el seno familiar y a la hora
de denunciar no tuvo las respuestas esperadas. "Si bien es cierto que me
escucharon en diversas instituciones desde lo judicial no existe la contención que
necesitamos. Siento que la justicia le da derechos al maltratador, por lo menos
en mi caso. No se puede denunciar miedo ni hechos sutiles que te mantienen
alerta y asustada".
Las compañeras referentes entienden que la violencia
de género también se reproduce en el ámbito político y laboral, pero en una
forma sutil, donde los varones denigran sus capacidades con el fin de
impedirles ocupar espacios de poder. La riojana Elsa Vega de la Cooperativa
Creciendo Juntas, de la RTC, explica que "siendo mujer y cooperativista el
ninguneo es algo corriente en el ámbito político. Nosotras trabajamos junto al
Fondo de la Mujer el derecho laboral para mejorar nuestras condiciones. Nos
parece importante profundizar mecanismos para poder fortalecer la igualdad con
los varones".
Con respecto a estos espacios que las mujeres
cooperativistas comenzaron a ocupar, Silvia Díaz, presidenta de la Cooperativa
La Cacerola, perteneciente a la Federación Argentina de Cooperativas de
Trabajadores Autogestionados (FACTA), argumenta que "la cantidad de
compañeras en espacios de poder es demasiado baja para la representatividad que
tenemos en las bases de las cooperativas. Eso se debe al rol que tenemos en el
seno familiar. Es dificil criar hijos y tener que viajar, asumir reuniones a
cualquier hora, ni hablar si sos jefa de hogar como pasa habitualmente",
explica.
Con respecto a la movilización convocada para mañana a
las 17 hs al Congreso de la Nación, Jésica Farías de la Cooperativa Proyecto
Coopar, integrante de Red Colmena, "concentrarse y movilizarse en la calle
es una acción sumamente necesaria en este contexto donde las violencias contra
las mujeres se recrudecen y se encarnan desde en un programa de televisión de
la noche hasta en los cargos dirigenciales en las empresas solidarias. En ese
punto deberíamos preguntarnos por qué sucede aquello y por qué no hay un
reparto equitativo. Por eso, a la acción callejera se le debe sumar una real
concientización y reflexión porque si no el reclamo urgente porque no haya ni
una menos queda sin contenido y así machistas como Marcelo Tinelli tienen la
reprobable actitud de plegarse a un reclamo contra las agresiones cuando el que
agrede es él. Pero, ojo, él es uno más de una larga lista".
Entre las compañeras que adhieren a la marcha las
mujeres santiagüeñas de Quimilí de la Federación de Cooperativas de Trabajo de
Santiago del Estero (Fecotrase) "acompañan el pedido de respuestas a los
casos de violencia que existen en el país y apuestan a la promoción de la Ley
sancionada el 11 de marzo del 2009 de protección integral para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la mujer en los ámbitos en los que
desarrollan sus relaciones interpersonales".
Andrea Viguet, referente de la Mesa de Cooperativas de
Trabajo de Mendoza, puntualiza que "la organización es clave para superar
escollos personales y laborales entre mujeres y también con los compañeros
varones. No es un tema sólo de y para nosotras".
Poco a poco, las organizaciones sociales y gremiales
del sector entienden la necesidad de encarar esta problemática de una manera
seria. Tal es el caso de la Federación de Cooperativas de Trabajo Unidas de
Florencio Varela, compuesta por una gran cantidad de mujeres, que tuvieron la
iniciativa de crear una Secretaría de Género que las representa. Desde ese
espacio, Verónica Albariño comunicó que marcharán junto a sus compañeras
"porque creemos en la capacidad de la mujer en superarse y unirse para
darle voz a las que aún no pueden tenerla".
Fuente: Prensa CNCT
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