miércoles, 3 de junio de 2015

El cooperativismo de trabajo frente a la violencia de género


En el marco de la Marcha contra el Femicidio #NiUnaMenos, referentes mujeres de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) reflexionan sobre la violencia de género en el sector de la Economía Social y su potencial para la contención de las mujeres que se animan a enfrentarla.

El Observatorio de Femicidios en la Argentina que lleva adelante La Casa del Encuentro presentó cifras que duelen: Casi trescientas mujeres fueron asesinadas en el país durante el año 2013 como consecuencia de la violencia de género. Esta cifra creció un 16 por ciento en relación al año anterior, siendo el número más alto de los últimos seis años.

Esta problemática atraviesa toda la sociedad, incluso a las familias que componen la Economía Social, por lo que referentes mujeres de diversas federaciones de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) aportan su mirada a través de la experiencia acumulada en los últimos quince años en los que el cooperativismo de trabajo comenzó a generar espacios de contención a través del ámbito laboral autogestionado.

Laura Rodriguez, referente de la Federación de Cooperativas Unidas de Jujuy (Fecootraun Jujuy), compuesta en su gran mayoría por mujeres, puntualiza sobre el trabajo realizado con las compañeras: "En esta región se dan casos de maltrato físico y verbal; muchas compañeras aguantan por el tema económico y la vivienda. Estos años las mujeres jujeñas que están en nuestras cooperativas se capacitaron y con sus propias manos pudieron construir sus casas y vivir con sus hijos conservando un trabajo digno y mejorando su calidad de vida con apoyo psicológico".

El factor habitacional es parte de la desprotección de las compañeras a la hora de enfrentar la violencia de sus parejas. No tener adonde ir, en muchos casos significa decidir aguantar gritos y golpes a cambio de un techo para ellas y sus hijos. Joanna Peralta referente del Movimiento de Cascos Amarillos (MOCARA) de Chubut comenta que "para nosotras es muy importante que las compañeras sean las que reciban las llaves de las casas que construyeron delante de sus maridos y sus hijos, porque resultan empoderadas y se invierte la relación de poder en el hogar".

Antonela, perteneciente a la cooperativa textil Enredo, de la Red Textil Cooperativa (RTC), expresa que "si bien es cierto que en nuestro ámbito no se ven casos de violencia de género pero sí, en algunos casos, existen comentarios denigrantes hacia nosotras como chistes cotidianos. Desde los medios existe esa bajada de línea y entiendo que culturalmente aún nos queda mucho camino por recorrer". Particularmente la presidenta de Enredo tuvo que padecer maltratos en el seno familiar y a la hora de denunciar no tuvo las respuestas esperadas. "Si bien es cierto que me escucharon en diversas instituciones desde lo judicial no existe la contención que necesitamos. Siento que la justicia le da derechos al maltratador, por lo menos en mi caso. No se puede denunciar miedo ni hechos sutiles que te mantienen alerta y asustada".

Las compañeras referentes entienden que la violencia de género también se reproduce en el ámbito político y laboral, pero en una forma sutil, donde los varones denigran sus capacidades con el fin de impedirles ocupar espacios de poder. La riojana Elsa Vega de la Cooperativa Creciendo Juntas, de la RTC, explica que "siendo mujer y cooperativista el ninguneo es algo corriente en el ámbito político. Nosotras trabajamos junto al Fondo de la Mujer el derecho laboral para mejorar nuestras condiciones. Nos parece importante profundizar mecanismos para poder fortalecer la igualdad con los varones".

Con respecto a estos espacios que las mujeres cooperativistas comenzaron a ocupar, Silvia Díaz, presidenta de la Cooperativa La Cacerola, perteneciente a la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), argumenta que "la cantidad de compañeras en espacios de poder es demasiado baja para la representatividad que tenemos en las bases de las cooperativas. Eso se debe al rol que tenemos en el seno familiar. Es dificil criar hijos y tener que viajar, asumir reuniones a cualquier hora, ni hablar si sos jefa de hogar como pasa habitualmente", explica.

Con respecto a la movilización convocada para mañana a las 17 hs al Congreso de la Nación, Jésica Farías de la Cooperativa Proyecto Coopar, integrante de Red Colmena, "concentrarse y movilizarse en la calle es una acción sumamente necesaria en este contexto donde las violencias contra las mujeres se recrudecen y se encarnan desde en un programa de televisión de la noche hasta en los cargos dirigenciales en las empresas solidarias. En ese punto deberíamos preguntarnos por qué sucede aquello y por qué no hay un reparto equitativo. Por eso, a la acción callejera se le debe sumar una real concientización y reflexión porque si no el reclamo urgente porque no haya ni una menos queda sin contenido y así machistas como Marcelo Tinelli tienen la reprobable actitud de plegarse a un reclamo contra las agresiones cuando el que agrede es él. Pero, ojo, él es uno más de una larga lista".

Entre las compañeras que adhieren a la marcha las mujeres santiagüeñas de Quimilí de la Federación de Cooperativas de Trabajo de Santiago del Estero (Fecotrase) "acompañan el pedido de respuestas a los casos de violencia que existen en el país y apuestan a la promoción de la Ley sancionada el 11 de marzo del 2009 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer en los ámbitos en los que desarrollan sus relaciones interpersonales".

Andrea Viguet, referente de la Mesa de Cooperativas de Trabajo de Mendoza, puntualiza que "la organización es clave para superar escollos personales y laborales entre mujeres y también con los compañeros varones. No es un tema sólo de y para nosotras".

Poco a poco, las organizaciones sociales y gremiales del sector entienden la necesidad de encarar esta problemática de una manera seria. Tal es el caso de la Federación de Cooperativas de Trabajo Unidas de Florencio Varela, compuesta por una gran cantidad de mujeres, que tuvieron la iniciativa de crear una Secretaría de Género que las representa. Desde ese espacio, Verónica Albariño comunicó que marcharán junto a sus compañeras "porque creemos en la capacidad de la mujer en superarse y unirse para darle voz a las que aún no pueden tenerla".

Fuente: Prensa CNCT 

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