SI ME LAVO LAS MANOS, ME ENSUCIO EL ALMA

Por Félix Guerrero - El mes de Agosto de este año 2012, ha reunido en su primera mitad, todos los matices (o casi todos) del humano, cultural y político acontecer, para darnos la oportunidad de reflexionar colectivamente estos tópicos, con claras miras de protagonizar un contundente proceso de cambio.

“Frente  a ese convencimiento y al de que las masas tienen siempre la razón en la historia, creo más que nunca de que eso es solo cierto y seguro cuando los pueblos son realmente la suma de los individuos que los componen, entendido por individuo a aquel que es capaz de pensar por sí mismo al término de un proceso educativo que le ha dado las bases de una visión coherente del mundo, de la historia, de su país y del conjunto de la humanidad”

Paulo Freire

El mes de Agosto de este año 2012, ha reunido en su primera mitad, todos los matices (o casi todos) del humano, cultural y político acontecer, para darnos la oportunidad de reflexionar colectivamente estos tópicos, con claras miras de protagonizar un contundente proceso de cambio.

En el terreno político, de las tres movilizaciones que se promovieron, la una desde el oficialismo en Vichigasta con las inauguraciones habituales como recurso propagandistico, mas que como hecho educativo-cultural; la segunda, gestada por grupos bastante heterogéneos y mas numerosa que marchó por la avenida Peron hasta la residencia del gobernador y allí acampó, fueron tomadas por la mayoría del periodismo riojano como preludios para la próxima contienda electoral a pesar del extendido tiempo que falta para las próximas elecciones; la tercera movida que debiera haber convocado a mas riojanos a un acontecimiento que tuvo que esperar varias décadas para mover al aparato judicial riojano para juzgar a los asesinos de los curas de Chamical, fue registrada apenas como importante hecho político.

Sumados a esta pobre lectura de la realidad, la mezquina  participación ciudadana de nuestros paisanos no alcanza aun para un “riojanazo” capaz de producir los cambios que anhelamos todos o casi todos: son muchos los que cuidan meticulosa y precavidamente la higiene de las manos.

Sin embargo el germen de la justa rebeldía se blande como una espada justiciera sobre los que bastardean la paciencia del noble pueblo riojano. La heterogeneidad de los movilizados hacia el “acampe”, es un dato esperanzador, más allá de las especulaciones electoralistas.

Todos, absolutamente todos los riojanos, incluidos los que aún nunca miraron al cielo a causa de aquella porcina costumbre de mirar para abajo en busca  de las sobras de la comida de los poderosos, tenemos la terrible espada de Demócles blandiéndose sobre nuestras cabezas. Quizás esta noticia no sea primicia para los desilusionados o indiferentes, pero ya es hora de reaccionar aunque  sea por la higiene de nuestra alma más que por sobrevivencia, carajo.