El Centro Regional de Investigaciones La Rioja (CRILaR),
dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Técnicas
(CONICET), dio a conocer nuevos avances en los estudios para eliminar las
vinchucas de las viviendas rurales y contribuir en la lucha contra el Chagas.
La enfermedad de Chagas
es un grave problema para la salud pública en la mayoría de países de Latinoamérica.
En Argentina la enfermedad afecta a 1.6 millones de personas, un 30 por ciento
de las cuales sufre discapacidad cardíaca o de su aparato digestivo debido a la
infección por el parásito Trypanosoma cruzi.
Uno de los principales
objetivos del grupo de estudio sobre enfermedad de Chagas del CRILAR, Instituto
de investigación del CONICET instalado en Anillaco, es desarrollar estrategias
para evitar que se produzcan nuevos casos de Chagas.
Según explicaron los
investigadores, una persona se puede contagiar de varias maneras, pero la
principal forma de contagio es por el contacto con vinchucas. Las vinchucas
transmiten el parásito causante de la enfermedad de Chagas y consumen la sangre
de humanos y animales domésticos, su principal fuente de alimentación. Luego de
alimentarse, las vinchucas defecan y pueden dejar el parásito sobre la piel
provocando la infección de la persona.
El método tradicional de
control para eliminar las vinchucas de las viviendas es rociar insecticidas
sobre todas las superficies del domicilio y sobre los corrales de cabras,
gallineros o cualquier otra estructura donde las vinchucas puedan refugiarse.
Sin embargo, los investigadores sostienen que lamentablemente, no siempre este
procedimiento elimina las vinchucas por completo ya que el insecticida se
degrada demasiado rápido y algunos insectos sobreviven al tratamiento.
LA INVESTIGACIÓN
Debido a estas
deficiencias, en el CRILaR-CONICET se estudian opciones para eliminar las
vinchucas de las viviendas rurales. Dentro de las opciones evaluadas se
investigó el efecto de insecticidas aplicados directamente sobre los animales
que son fuente de alimento de las vinchucas. De esta forma, las chinches se
exponen al insecticida cuando intentan alimentarse y los animales domésticos quedan
protegidos, tanto del ataque de las vinchucas, como de otros parásitos, tales
como pulgas y garrapatas.
De acuerdo con lo
explicado, para realizar este estudio se utilizaron las típicas pipetas que
normalmente se usan para perros pero incrementando las dosis. La investigación
se llevó a cabo en colaboración con familias de la localidad de Bañado de los
Pantanos (departamento Arauco), que aportaron sus perros y su predisposición
para conocer más sobre las posibilidades de controlar vinchucas.
De acuerdo con lo
informado, el estudio mostró cuál es la dosis adecuada de insecticida, se
conocieron detalles sobre la dispersión del insecticida en el cuerpo de los
animales y se determinó el tiempo durante el cual los animales quedan
protegidos del ataque de las vinchucas. Los resultados ya fueron publicados en
la revista internacional Parasitology Research para ser compartidos con la
comunidad científica mundial.
Al respecto, se aclaró
que la comparación de diferentes variables implicadas en la respuesta de los
insectos al tratamiento sirve para generar información necesaria que se debe
considerar al momento de utilizar este método como una herramienta de control.
En tanto, se anunció que
la información generada ya está disponible y es útil para asesorar a los
programas de Chagas que se planteen la utilización de estos insecticidas en las
campañas de control de vinchucas. Como todo insecticida, la manipulación debe
hacerse cumpliendo con todas las normas de seguridad. Por mayor información,
los interesados consultar a secretaria@crilar-conicet.gob.ar.
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