Por Félix R. Guerrero
Una circunstancia causal me obligo a reflexionar y buscar información acerca de los pueblos originarios AMERICANOS. El hecho causal a que me refiero se debe a que fui propuesto para candidato a la Secretaria de PUEBLOS ORIGINARIOS de la CTA. Cabe destacar que esta es una de las tantas áreas culturales que desarrolla esa Central Obrera, junto a la defensa de LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES. Antes de abordar de lleno al tema específico que nos inquieta, y a manera de introducción, compartiré con mis amables lectores del blog de La Bocona, los orígenes de los pueblos americanos…
Durante mucho tiempo, varios enigmas inquietaron a los antropólogos: de donde proceden las primeras tribus que ocuparon el territorio americano; que camino siguieron, si es que vinieron de otros continentes.
Quedó sin asidero la hipótesis del origen singular del hombre americano, ya que en nuestro continente no hay monos antropoides (ni actuales ni fósiles), que pudieran haber evolucionado dando lugar al Hombre Americano.
No queda otra alternativa que suponer que en una época más o menos remota, los humanos, partiendo de cualquiera de las regiones del antiguo “mundo”, y siguiendo un camino terrestre a través de antiguos istmos hoy desaparecidos, llegarían a América y la poblarían ocupándola y desarrollando una cultura y una identidad cultural.
Estas migraciones son tan remotas que perdieron contacto con su origen materno. El aislamiento geográfico hizo el resto, de manera que cuando irrumpió el “descubrimiento” colombino, encontraron una cultura original y sin ninguna herencia cultural, religiosa, técnica ni artística del viejo mundo. Los conquistadores, con la lógica del depredador, la negaron e intentaron destruirla mediante un despiadado genocidio. Pero no pudieron. Hubo resistencia y hubo encarnizadas luchas. Hoy la lucha continua en el terreno de las ideas y de los derechos universales, tales como los Derechos Humanos de los Pueblos Originarios.
Algo se hizo en nuestro país: “Luego de la reforma constitucional de 1994, nuestra Constitución Nacional, en su parte segunda, capítulo cuarto que se dedica a las atribuciones del Congreso, incluyó el art. 75 inc. 17 por el cual el Congreso se compromete a:
Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible, ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.
Dicho artículo consagra los derechos de todas las comunidades que habitan el suelo argentino y por ser parte de la Constitución (ley primera, suprema y fundamental) tienen jerarquía superior a las leyes. La Constitución Nacional ocupa el lugar más alto dentro de nuestro ordenamiento jurídico. En consecuencia cualquier ley contraria o repugnante a ella carecería de validez una vez que su inconstitucionalidad fuera dictada por un juez. El principio de supremacía constitucional se encuentra consagrado en el art. 31 de nuestra Carta Magna.
Vale la pena destacar que el art. 75 inc. 17 de la CN es operativo, lo que significa que no necesita de reglamentación alguna, no es necesario un Decreto que explique cómo operarán los derechos contenidos en el artículo debido a que el artículo vale por sí mismo.
Sin embargo queda mucho por hacer, ya que La escuela, pensada como avanzada "civilizatoria" sobre la "barbarie" (el pueblo criollo, inmigrante y originario) ocultó la historia viva y popular. Abordar a los Pueblos Originarios desde una perspectiva histórica no es suficiente, ¡están vivos y luchan por sus derechos! ¿Somos capaces de reconocer no sólo las huellas de su herencia cultural, sino su existencia como pueblo, con sus propios modos culturales y su diferente organización política?
Para continuar aquella interminable lucha, debemos recordar que los pueblos originarios luchan por:
-La propiedad comunitaria y la tenencia de la tierra ancestral.
-La protección de los recursos naturales.
-El derecho al territorio y a la doble nacionalidad.
-El derecho a la identidad de la cultura de los Pueblos Originarios.
-El derecho a utilizar la propia lengua.
-El derecho a la consulta en la toma de decisiones que la afecten.
-La protección de los recursos naturales.
-El derecho al territorio y a la doble nacionalidad.
-El derecho a la identidad de la cultura de los Pueblos Originarios.
-El derecho a utilizar la propia lengua.
-El derecho a la consulta en la toma de decisiones que la afecten.
El propósito de esta nota es aportar al conocimiento de estas realidades y propender a la concientización y compromiso de nuestros lectores y conciudadanos.-
No se puede creer que a esta altura de la vida existan gente q no acepte a los pueblos originarios como nuestros ansestros,lo que pasa en neuquen es vomitivo,ver esas familias mapuches reclamando lo que en realidad le pertenece,una verguenza,yo como "argentino" me siento con una verguenza enorme,saludos cordiales
ResponderEliminarla reividicación de habitantes americanos es justa pero debe ser sin resentimientos.Deben estudiar y reunir antecedentes de su asentamientos y solicitar la tierra y cultivarla a su manera,con metodos modernos deben probar su capacidad contactandose con los gobiernos de turno,con energia sin odio,haciendose presente diariamente y planificando su accionar.quechuas,mapuches,diaguitas,tienen mucho,pero estudien para que no los frenen con dadivas.Soy huinca pero estoy con ustedes.justodelavegao@yahoo.com.ar
ResponderEliminar