LA FOTO

Diputado Martinelli, Intendente Del Moral, Secretario Delgado testigos  de la Jura de Baigorrí

Hace unos 20 siglos, nosotros, los humanos, habíamos coronado con espinas a Jesús Cristo, antes de llevarlo a muerte en la Cruz. Hay muchas pinturas celebres que ilustran aquella herejía. Hoy en plena posmodernidad, pululan imágenes menores que muestran la herejía de traicionar a Cristo, y al pueblo, casi a cotidiano.

Muchas veces una imagen pude ser más elocuente que un libro. Cuando arriesgo esta afirmación me viene a la memoria una pintura llamada “Cristo coronado de espinas”, del maestro de Hertogenbosh, más conocido como Bosch. En esta representación, el pintor flamenco, más que a un incidente de la Pasión, apunta a un sentido universal de lo demoníaco contrastado con el reino de los cielos. Cristo, en el centro, expresa una inmensa paciencia y aceptación. Los verdugos de Cristo, como cuatro tipos humanos, que en la mente medieval, representaban una visión total de la humanidad. Son cuatro estilos de enajenación y pérdida de ecuanimidad interior.

Una foto, aparecida en los medios locales,  de uno de los tantos actos de juramento de autoridades que suceden en todas partes, nos muestra una escena en la que autoridades de nuestro departamento, practican el ritual  de rigor para asumir un cargo público. Si no fuera por el aburrimiento y ausencia de emotividad que domina la escena, esta foto seria patética.

Diputado, Intendente y funcionarios de menor rango, contemplan al robusto ex Juez de Paz Lego, e inminente Secretario de Producción de la Municipalidad departamental, mientras extiende su brazo rígido hacia una Biblia cerrada, casi rozándola con los dedos. La Biblia posa al pie de un crucifico, símbolo de la pasión del Salvador.

Este acto, que constituye un juramento de lealtad y solemne promesa de cumplimiento del deber, compromete ante las autoridades celestiales y las terrenales, servir dignamente  a la Comunidad a quien se representa. Pero todos sabemos que tales promesas no se cumplirán; que la Santa Biblia, el Cristo del madero  y la Comunidad serán traicionados.

Fuera de la escena estamos la Comunidad, es decir, nosotros los ciudadanos costeños, cómplices también, en cierto modo, de estas absurdas y falsas ceremonias. A todos, o casi todos nos cabe, en distinto grado, responsabilidad civil: por obsecuencia, tolerancia e indiferencia. A todos nos toca la responsabilidad de elegir bien y una vez elegidos nuestros representantes, velar para que no nos traicionen, y si lo hacen, hacerles saber fehacientemente de nuestro enojo y condena social.-

                                                                Félix Guerrero