El
Dr. Pablo H. Alasino, investigador del Centro Regional de Investigaciones
Científicas y Transferencia Tecnológicas (CRILAR) en el área de Petrología y
docente en la carrera de Geología de la Universidad Nacional de La Rioja
(UNLaR), fue seleccionado a través de una beca externa del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) para realizar una pasantía
en la Universidad del Sur de California
(Los Ángeles), con el objetivo de estudiar y comparar los sistemas
cordilleranos de ambos países.
El investigador se encuentra realizando estudios
petrológicos en las rocas ígneas que forman gran parte de la Sierra Nevada,
California, para comprender como éstas se forman y evolucionan en el tiempo.
Estos estudios, junto a los que se vienen realizando por el equipo de
petrología de CRILAR y la cátedra de Petrología Ígnea de la UNLaR en las
Sierras Pampeanas y Cordillera de los Andes en nuestra provincia, apuntan a
entender qué factores originan y cómo evolucionan a través de los millones de
años estas cadenas montañosas. Adicionalmente, el investigador dictará una
charla en la Universidad del Estado de California acerca de la geología de la
provincia de La Rioja.
La importancia de estudiar las cadenas montañosas
Las montañas son el resultado de una gran cantidad de
energía acumulada por el ¨choque¨ de dos placas tectónicas. Las placas
tectónicas son porciones de la parte más rígida y superficial de nuestro
planeta que están en continuo movimiento. El desplazamiento de las placas es
milimétrico anualmente, sin embargo, si sumamos los millones de años en que
estas placas se están moviendo, la acumulación de energía que se concentran en
estos límites es enorme.
El estudio de
las cadenas montañosas es de importancia para el ser humano por muchos
factores, uno de los más importantes está relacionado a la forma en que liberan
esta energía acumulada. Cuando estos movimientos se hacen evidentes para el ser
humano, debemos hablar de fenómenos tales como sismos o terremotos, tsunamis,
vulcanismo y deslizamientos de tierra.
En Argentina, los efectos son variados
dependiendo del ángulo que tiene la placa oceánica que se introduce (es decir
subduce) por debajo de la placa continental. Por ejemplo, desde las provincias
de Catamarca a Mendoza y pasando por La Rioja, la placa oceánica subduce con un
ángulo bajo, generando en el continente grandes fracturas con deslizamiento
denominadas fallas e inhibiendo la actividad magmática extrusiva (volcanes), lo
que lleva a que vivamos en una zona sísmica con poca actividad volcánica.
Contrariamente, en la Puna y Patagonia este ángulo es mayor y genera exceso de
calor en el borde de la placa continental, que junto con el agua, origina
grandes volúmenes de magmas en el interior de la Tierra, llamadas cámaras
magmáticas. El magma puede llegar a la superficie y provocar erupciones
volcánicas, como las ocurridas recientemente en la provincia de Neuquén.
Foto:
El
Dr. Pablo Alasino, docente-investigador, realizando estudios petrológicos en
Sierra Nevada, California.
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