viernes, 6 de julio de 2012

Anillaco: Megaminería y Feria de Ciencias en la Escuela Nº 103



“Aventura en tierras del saber primario” nos dice nuestro compañero Félix Guerrero en esta imperdible crónica, y nos interpela con esta información: “Los alumnos trabajaron sobre una encuesta que realizaron ellos mismos a 108 personas del departamento. Por el SI a la megaminería respondieron 10 personas. Por el NO a la MEGAMINERÍA respondieron 98 personas.”



“El socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por sí mismos son concebidos por personas con altos ideales éticos y —si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos— son adoptados y llevados adelante por muchos seres humanos quienes, de forma semi-inconsciente, determinan la evolución lenta de la sociedad.”

                                                                                        ALBERT EINSTEIN

El día lucia, aquel Jueves 5 de Julio de 2012, resplandeciente e iluminado por la luz fría  que el Sol nos hacía llegar desde el solsticio (sol quieto) de invierno; las montañas de Oeste del valle de La Costa parecían más arrugadas que de costumbre, sea por  las sombras que dibujaban los pliegues de las quebradas, o porque parecían más encogidas que de costumbre, como protegiendo un tesoro. Iba caminando a paso apresurado hacia la Escuela nº 103 de Anillaco a participar, como enviado de la Radio Comunitaria La Bocona, de un evento singular.

No podría negar, que mientras mis trancos desparejos por la topografía del terreno me acercaban a la escuela, iba pensando en  qué encontraría allí. Una Feria de Ciencias me diría con sorna, cualquier vecino transeúnte. Pero yo esperaba encontrar algo más que una Feria de Ciencias. Y lo encontré. Pero esperen a que llegue, trasponga la puerta, recorra el salón principal que sirve de corredor y de ámbito cerrado para las celebraciones escolares de invierno, y mire, olfatee el aire y capte tensiones, ansiedades, expectativas, etc.

Cuando estuve en medio de aquel enjambre humano de alumnos, padres y maestros e investigadores del Crilar en plena ebullición y labor, quise hacer gala de mi olfato periodístico para ir al lugar adecuado a comenzar mi trabajo, pero no funcionó, ya que me detuve ante un puesto donde vendían delicias para golosos. Pero igual me sirvió porque me orientaron hacia la primera parada de esta aventura en tierras del saber primario.

Entré a un aula convertida en sala de exposición y los niños me dieron a beber de un solo trago y sin respiración, de su fresco saber trabajado con tesón y entusiasmo. Nair Pérez de ocho años, alumna del 3º “B” me instruyó del impacto que produce el cianuro en el suelo y las enfermedades que produce en los humanos y demás seres vivos y cuando terminó dijo que aconseja a los mayores a que tengan cuidado con la megaminería porque hace daño a muchas personas; sin darme tiempo a maravillarme, se presentó Priscila Cativa, también de 8 años y expuso sobre los daños del cianuro en el agua; Exequiel Espinosa de ocho años también, nos habló del daño que hace al aire la megaminería y agregó que hay que exigir que se vayan las empresas megamineras. Cerró Abril Fernández  exponiendo sobre salud y medio ambiente, y aconsejó que hay que “correr” a los mineros extranjeros que vienen a contaminar.

Cuando terminaron los aplausos para la impecable exposición, se acercó la maestra del Tercer año “B”, Verónica Brizuela y me dijo que todos los chicos de su aula estaban preparados para exponer, pero había que optar por algunos, por razones de tiempo. Cuando terminaron las disertaciones, vi arriba del rincón de exposición un cartel que decía “IMPACTO DE LA MEGAMINERÍA  EN EL MEDIO AMBIENTE Y LA SALUD” y abundante material gráfico ilustrativo.

En la esquina opuesta del mismo salón había otra exposición. Desde donde estaba parado leo arriba: “LA MINERIA”, y en letras más pequeñas, La Ley. Al ver la perplejidad pintada en mi cara, acude la señorita (alumna), Stefani San Martin y me informa que se trata de la Ley de minería 24.169/1993 y su modificatoria de la época de Menem, la que despertó la codicia desmesurada de las mineras multinacionales que acudieron presurosas a aprovechar los enormes beneficios  y las pocas restricciones y controles  para el manejo de los residuos tóxicos.

Carlos Barbero, de 12 años opina que hay que decir sí, a la minería no contaminante y decir que no a la megaminería contaminante. María del Rosario Nieto aportó que la modificatoria de la ley hizo posible las concesiones por más de treinta años a las empresas extranjeras. Lujan Almonacid de 13 años, dijo que la megaminería afecta los suelos, subsuelos y las napas de agua; que los diques de cola no son seguros porque estamos en una zona sísmica. Agregó que en la escuela hay un sismógrafo que registra hasta 500 movimientos sísmicos por día, que aunque son de baja intensidad, van agrietando paulatinamente las paredes del dique de cola y que no hay que confiar en lo que dicen los pro-mineros porque no se cumplen las normas de seguridad por parte de las empresas mineras.

El docente Fabián Ontiveros, al frente de este proyecto, informó que  los chicos fueron motivados a conocer que es la minería, megaminería, empresas mineras, etc., para aclarar y difundir esos conocimientos.

Pasé al salón contiguo, y allí me encontré con otro proyecto referente a la minería, titulado “MINERIA A CIELO ABIERTO-EXPLOTACIÓN A CIELO ABIERTO”. Las docentes a cargo son Lorena Pedraza y Sandra Rodríguez, conduciendo a un total de 45 alumnos del  4º año”A” y 4º año “B”, de los cuales, expusieron 9 alumnos, aunque todos estaban capacitados para hacerlo. Las docentes citadas explicaron que trabajaron sobre el interés de los alumnos en preservar el medio ambiente, incentivados por la actualidad de la temática instalada por las organizaciones ecologistas y  algunos medios de comunicación en la sociedad, y a partir de una clase alusiva del 7 de Marzo y que su compromiso docente las llevó a responder a esa demanda.

Los alumnos trabajaron sobre una encuesta que realizaron ellos mismos a 108 personas del departamento. Por el SI a la megaminería respondieron 10 personas. Por el NO a la MEGAMINERÍA respondieron 98 personas.

Agustina Alaniz del 4º B pidió que no digan sí a la megaminería porque contamina y destruye el paisaje. Oriana Díaz Pintor, de 9 años dijo que tendríamos que advertir a nuestro gobernador sobre los riesgos. Teresa Herrera  pidió que digan no a la megaminería porque nosotros nos enfermamos; si, a la minería de bajo impacto. Candela Fraquia dice si a la minería de bajo impacto; no a la megaminería. Ana Sol Mercado Roldan  dice al gobernador de la provincia que evite la megaminería porque hace daño a los animales y toda forma de vida.

Este registro sumario de esa jornada intensa que se vivió en la escuela 103, nos permite dimensionar el impacto que produjo el tema de la Minería en la población de la Escuela primaria, y nos interpela a los mayores sobre las cuestiones ético-sociales de la ciencia o de quienes buscan dar un sustento científico al derecho de practicar la megaminería.

Ante los cuestionamientos que puedan surgir del poder central sobre las temáticas y actividades planteadas y desarrolladas por la Escuela Pública en esta Feria de Ciencias por parte de quienes administran  la democracia de los pueblos y quieren vulnerar al derecho a la Licencia Social de los mismos, decimos con Vattimo que estas experiencias no suponen en modo alguno una reivindicación de lo “local” sobre lo “global”, una reducción “parroquial” de la experiencia de lo verdadero. Ello significa más bien, la apertura de la racionalidad hacia territorios prohibidos, exclusivos de la razón instrumental”.

NOTA: Queda pendiente  la segunda parte de esta nota en donde se mostrarán las otras actividades que se desarrollaron en esta Feria de ciencias y que merecen una atención específica.

                                                                                                            


1 comentario:

  1. para los que luchamos contra la megaminería no nos sorprende saber que mucha gente se opone a esto y no cree en absoluto en los que ya sabemos...mienten descaradamente por ambición, esta gente está cautiva de un plan, un contrato, un bolson, etc. extorsionados por necesidad... pero también sabemos que somos cada día más.....y esto alienta y mucho a seguir con más fuerza, sabiendo que estos niños mañana seguro van a seguir gritando: EL FAMA NO SE TOCA Y EL VELAZCO TAMPOCO !!!!

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