Por FÉLIX
R. GUERRERO
La
idea del eterno retorno es misteriosa
y con
ella Nietzsche dejó perplejos a los demás filósofos:
pensar
que alguna vez haya de repetirse todo tal
como
lo hemos vivido ya,
y que
incluso esa repetición haya de repetirse
hasta
el infinito.
La sucesión de hechos que voy a narrar han sido perpetrados en la localidad de Aminga, cabecera del departamento Castro Barros de nuestra riojana provincia, el sábado 10 próximo pasado. La noche atemperada acorde con el calendario de las estaciones, el lugar, con la acostumbrada quietud de los árboles que solo se sacuden a causa del viento o de alguna catástrofe sísmica, el público costeño que se había congregado en el anfiteatro de la plaza de la cultura de la mencionada localidad, vestidos de parsimonia sin expectativas, que suele usarse para estos eventos, nos hacían pensar que este acto iba a desarrollarse como se espera que se desarrollen estos actosfiestadelademocracia, es decir sin derramamiento de sangre, sin presos por adicción a la mentira, sin detenidos por abuso de la buena fe de los ciudadanos, sin castigados por incumplimiento del deber, sin demandados por faltar al juramento de rigor dejando en ridículo a Dios y los Santos Evangelios, etc.
El uso
del anfiteatro, para la ceremonia de asunción de autoridades electas para
el período 2011 al 2015, nos dio la pauta -oh engañoso dato- de que esa
ligera alteración espacial estaba dentro de los límites
normales. También estaba dentro de la apariencia de los limites
normales la comisión de concejales que fueron a traer escoltado
al futuro tri-electo intendente del Moral a la jura, por si extraviara el rumbo
en esa escalinata descendente del anfiteatro y fuera a prestar
juramento a lugares inadecuados y ante dioses justicieros y libros equívocos.
Para felicidad de todos, este escabroso trayecto fue cubierto sin percances o
inconvenientes que lamentar.
Las aberraciones del
tiempo comenzaron cuando juraron los nuevos concejales salientes-entrantes. Una
anormalidad aliviada por el advenimiento de un par de nuevos actores.
Pero luego que el viejo-flamante Intendente obtuviese renovada confianza
celestial mediante juramento y la licencia de los mortales para prometer a
salvo de las memorias críticas, lo prometió todo y muy a su sabor. Campos
ubérrimos para que cultiven sus mieses los agricultores costeños de
la mano del conocido agricultor Chacón y algún entusiasta
empresario extranjero; Recuperación del latifundio Azzalini, para que el
pueblo lo disfrute; la cría de esturiones en la Villa de Los Esturiones de
Anillaco, para generar mucho empleo y alimentar a la
desnutrida oligarquía porteña con caviar;
respaldo logístico para la Cooperativa Costeños
Unidos para que de a luz empleo seguro, luego de una década de parto doloroso;
puesta en funcionamiento de la Bodega Aminga para
que los muchachos dejen de tomar vinos foráneos en cajitas;
digitalización del Registro Civil, para que los
costeños también podamos obtener DNI, renovar el mismo, cambiar el
domicilio, etc., a la misma velocidad con que lo obtienen los ciudadanos de
otras provincias que vienen a votar aquí y no cuando a los chicos les sale
el bigote y barba y la foto de la niñez queda obsoleta . Eso y mucho más
señores y señoras de mi pueblo.
Aquí es
cuando se produjo el salto cuántico. Como despertando de un
sueño nos decimos: esto no es un sueño, esto ya pasó. ¿Hemos vuelto al pasado?
¿Esto que vemos es real? ¿Somos cuatro años más jóvenes?, se dijo una
señora mirándose al espejito de la cartera. Esto no es un sueño,
aseveró con convicción un muchacho, sino Aminga sería diferente, y sin embargo
está igual que siempre, laburo no tengo.
Por
suerte un hecho casi inocente de índole gramatical nos devolvió la confianza en
nuestras percepciones: Las autoridades municipales tienen problemas con el
lenguaje. Donde dice renuncia de la titular de la
Tesorería municipal por razones estrictamente personales tales como
el redescubrimiento vocacional por la Educación , debe leerse, como todo el mundo sabe,
"fusible que salta para que los verdaderos responsables por
negligencia e irresponsabilidad por el robo de casi medio millón de
pesos sustraídos al municipio, queden a salvo de sanciones y
convertidos en victimas del desgraciado e inevitable destino".
Señoras y
señores de mi pueblo, para que
estos fenómenos gramaticales-metafísicos no se repitan hasta el
infinito, y nos hagan dudar de nuestra cordura, guardemos memoria para dentro
de cuatro años de estos eventos. ¿Lo recordaremos?
Que buena nota!!!!, la verdad está muy bien, que lástima que la gente de los Pueblos no entienda estos mensajes, estos escritos, este pensamiento que pinta la triste realidad de La Costa, aun así, veo la valentía de poner las cosas en un contexto real, veraz casi mágico, debería ser EL MENSAJE,para leerlo por todos los que habitan esa hermosa zona y los que queremos que definiti vamente cambie, con una visión de futuro real, sin complejos, sin envidia, con solidaridad, abriendo el corazón, con optimismo y fundamentalmente con derechos para todos, no para siempre los mismos. Felicidades Félix R. Guerrero
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