El tradicional Encuentro
o Tinkunaco costeño se realizará como ya es tradicional el 3l de diciembre en
Aminga, pueblo cabecera del departamento Castro Barros.
El Tinkunaco es la principal ceremonia religiosa de origen netamente
riojano, y se trata de dos procesiones, una que sale de la iglesia de San
Nicolás de Bari en el barrio Aminga Arriba con la imagen del santo portada por
sus devotos vestidos de alféreces españoles con banda y bandera rezándole
"condúcenos a Cristo".
La otra procesión sale de la iglesia de Nuestra Señora de la Merced en el
barrio Aminga Abajo con la imagen del Niño Jesús Alcalde portada por sus
devotos vestidos de Aillis diaguitas con corona o vincha y escapulario o
poncho.
Ambas procesiones desde su punto de partida se dirigen hasta el frente de
la sede municipal donde a las l2 en punto se produce el Tinkunaco donde todos,
incluida la imagen de San Nicolás, se arrodillan tres veces ante la imagen del
Niño Jesús en recuerdo de los Reyes Magos venidos de otras tierras para
encontrarse con Cristo. Un acto de fe profundo y tocante, pero a la vez cargado
de referencias a la vida cotidiana.
Cabe rescatar que esta tradición proviene de un hecho histórico de
carácter sociopolítico. En l593 los diaguitas se sublevaron al experimentar la
presencia de l español como la pérdida de todos sus bienes y derechos que hasta
ponía en duda su condición de personas.
Calculando que llevaban las de perder, recurrieron a los oficios del
fraile franciscano Francisco Solano, quizás porque fuese el único blanco con
suficiente predicamento entre los diaguitas, puede ser que por su condición hacía
presumir que les reportaría algún beneficio extra.
Lo que quizás no tuvieron en cuenta los españoles o no supieron medir
bien las consecuencias, es que el misionero ceñiría su análisis de situación y
su actuación al Evangelio y en consecuencia terminaría dándole la razón al
diaguita y apoyando el reemplazo del alcalde español como gesto claro de paz y
de rectificación de rumbo. El hecho es que todo esto caló muy hondo en el
pueblo.
Recién medio siglo después los jesuitas recogieron estos sentimientos
populares y les dieron forma de ceremonia religiosa. Porque lo central de la
ceremonia fue y sigue siendo la persona de Cristo y su doctrina. "Nos hizo
hijos de Dios y hermanos entre nosotros, aquí está lo grande del
encuentro", afirmaba Monseñor Enrique Angelelli, el gran teólogo de esta
tradición riojana.
Por Martín Luis de la
Fuente
saludos a toda la familia alvarez,en aminga !!!!!
ResponderEliminarmario alejandro alvarez!!