martes, 28 de mayo de 2013

200 años de un sermón patriótico

Por Juan “Alilo” Ortiz - El 25 de mayo de 1810 más que hablar de Revolución tendríamos que decir Emancipación. Parece que tales criterios no eran nuevos en Castro Barros. Ya los había planteado el 25 de mayo de 1813 en La Rioja durante la ceremonia con que autoridades y pueblo celebraron el tercer aniversario del Grito de Mayo “Si hasta aquí hemos sido esclavos, rompamos la carta de nuestra esclavitud, y si sólo hemos sido unos párvulos, hechos ya varones perfectos emancipémonos políticamente y tomemos estado entre las naciones del mundo”.

REVOLUCIÓN O EMANCIPACIÓN

Hace unos días estuvo en La Rioja el profesor de Historia Enrique Manson. En el marco del seminario “Historia de la causa nacional, popular y federalista”, fundamentó que más que hablar de Revolución de Mayo de 1810 tendríamos que decir emancipación. A modo de explicación, dijo que lo que se buscó no fue tanto el enfrentamiento de un pueblo oprimido contra su conquistador cuanto la actitud de alguien que, llegado a una cierta edad, se va de la casa paterna y decide construir su vida por cuenta propia. Vale decir, los patriotas entendieron que había llegado la hora de hacerse cargo de los destinos de la tierra que habitaban. Tal idea me hizo recordar una frase de Castro Barros en Tucumán: “Si hasta aquí hemos sido esclavos, rompamos la carta de nuestra esclavitud, y si sólo hemos sido unos párvulos, hechos ya varones perfectos emancipémonos políticamente y tomemos estado entre las naciones del mundo”.

Y en otra parte dice “Me he propuesto electrizar de tal modo los ánimos de mis amados compatriotas en orden a la defensa y sostén de la Gran Causa de América, que a imitación de los religiosos Macabeos prefieran antes la muerte al dolor de ver el exterminio de su Patria”. Tal la conclusión a la que llega, luego de haber hecho un pormenorizado análisis de la situación que estaban viviendo y que ameritaba la declaración de la independencia. Afirmo esto después de haber estudiado el texto del sermón en mi trabajo (año 2006) “Castro Barros y el Congreso de Tucumán”.

25 DE MAYO DE 1813

Parece que tales criterios no eran nuevos en Castro Barros. Ya los había planteado el 25 de mayo de 1813 en La Rioja durante la ceremonia con que autoridades y pueblo celebraron el tercer aniversario del Grito de Mayo. No estará de más señalar que el Triunvirato hizo llegar sus felicitaciones al autor de dicho Sermón Patriótico, lo que significaba saltar a la palestra a nivel nacional.

Lo primero que llama la atención es el epígrafe del sermón, la frase que de alguna manera subyace como “idea madre” de todas las ideas que el autor va a desarrollar. En este caso lo saca de la Biblia y es el siguiente: “Se han hecho constantes y resueltos a morir por las Leyes y por la Patria”, conceptos del libro de la Biblia referidos a los hermanos Macabeos en su lucha para devolver la libertad al pueblo de Israel avasallado por el rey Antíoco, sucesor de Alejandro Magno.

En el largo exordio, Castro Barros no hace más que poner de relieve que estas actitudes han sido encarnadas por los gestores y actores del 25 de Mayo de 1810. También es de observar que a estas actitudes heroicas de los Macabeos, revividas por los patriotas, Castro Barros las volverá a invocar cuando se refiera a Facundo Quiroga. Según el testimonio de Sarmiento en Recuerdos de Provincia “andaba de pueblo en pueblo encendiendo las pasiones populares y ensanchando el camino a los bandidos como Quiroga y otros, a quienes llamaba Macabeos”.

Además de este exordio, Castro Barros divide el sermón en dos partes para referirse a dos elementos fundamentales si se pretende construir una Patria nueva. Para ello abundará en la cita de textos bíblicos (50 veces) y en el trabajo “Apuntes para una reforma de España” que en 1797 Victoriano de Villaba había elevado al rey de España, advirtiéndole “si no cambiamos de política aquí se va a producir una revolución y vamos a perder la América”. Datos que dan cuenta elocuente y suficientemente de su preparación intelectual.

En cuanto al primer tema abordado por Castro Barros, podríamos resumirlo diciendo “si queremos Patria, debemos darle al hombre la posibilidad de trabajar”, porque sólo así podrá cumplir con el mandato bíblico “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, porque el trabajo te dignifica como persona al convertirte en socio de Dios en la construcción del mundo. Si estuviésemos en una cancha de fútbol, diríamos que la hinchada señala que para ganar el partido hay que sudar la camiseta, sin depender de los errores del equipo contrario o de los favores del árbitro. Castro Barros lo dice con estas palabras “LA VERDADERA PATRIA DEL HOMBRE NO ES DONDE NACE, SINO DONDE PASTA”, concepto muy agrario para señalar que al alimento se lo debe conseguir trabajando el campo. Conceptos sobre los que volverá en 1815 al señalar, entre otras cosas, “desde la irrupción de los españoles en nuestra América, ya los americanos, particularmente los indios, no han sido propietarios de sus tierras, de sus manos, de sus pies y ni aun de su propio sueño. Es verdad que se les ha franqueado trabajar las minas y desentrañar los ingentes tesoros que encierran nuestros cerros, pero todo ha sido para engrandecer la Península y saciar la codicia española”.

Al segundo tema lo aborda desde este principio: “Si la aplicación al trabajo corporal es tan propia al hombre, con cuanta mayor razón habremos de emplearnos en aquellas otras tareas que de suyo traen mayor utilidad al hombre y a la sociedad. Tal es LA EDUCACIÓN DE LA JUVENTUD. La felicidad de los pueblos, los progresos del Estado y aun de todo el universo, penden en cierto modo de este principio”. Por eso, el 25 de Mayo de 1815, en Tucumán, hará en base a este principio una crítica contundente al referirse a “la escasez de ciencias en que nos ha mantenido España para perpetuar nuestra servidumbre bajo el poderoso garante de la ignorancia”. En otras palabras, cuanto más ignorante sea el pueblo más fácilmente será dominado y explotado.

CONCLUSIÓN


Todo esto y mucho más recordé cuando lo escuché al Prof. Manson decir que deberíamos hablar de EMANCIPACIÓN más que de REVOLUCIÓN. Además de compartir el pensamiento de Castro Barros con quienes celebramos este día tan sagrado como el 25 de mayo, deseo comentar que ya entró en nuestra Legislatura la propuesta para que se haga cargo de la impresión y difusión de este Sermón Patriótico que cumple sus 200 años. Además de la importancia que tiene el conocer lo que Castro Barros dijo aquel día, sostengo que tiene que haber motivado su elección como diputado ante la Asamblea del Año XIII. Recordemos que hasta ese momento quien ocupaba la banca riojana era José Ugarteche, paraguayo de nacimiento y abogado porteño de profesión, por el simple hecho de ser amigo de Francisco Ortiz de Ocampo. De paso, bueno sería que vayamos preparando alguna celebración para el 26 de enero de 2014, día en el que Castro Barros entró de lleno a ser el portavoz de los riojanos como diputado.

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