CREDO COSTEÑO

Creo, creo ilusionado, casi ingenuamente, candorosamente. Creo creyendo que Dios existe. Creo firmemente. Creo que le creerán al Papa Francisco… creo esperanzado. Credo Costeño por Félix R. Guerrero.

 “A veces llamamos fe a lo que no es sino la proyección de nuestras expectativas humanas.”

P. Chuno Chávez Alva , C.M.

Creo, que nuestra Intendenta electa Gloria Pedraza no traicionará a los ciudadanos que la votaron aunque para ello deba creer que no será manipulada por el poder que la promovió.

Creo ilusionado en un cambio feliz, verdadero, definitivo y revolucionariamente justo, aunque para ello deba creer dramáticamente que los señores feudales firmemente establecidos, pierdan el pié y caigan en la razón de que ellos también son pueblo hijos de madre y padre.

Creo casi ingenuamente en que los planes de ayuda social venidos desde la Nación serán un alivio transitorio a la pobreza y atraso centenarios hasta tanto se ponga en marcha el aparato productivo de nuestro departamento, aunque para ello deba creer tenazmente que la soberbia y el individualismo del poder renuncie al vil uso de estos recursos para someter al clientelismo político al noventa por ciento de los costeños.

Creo candorosamente que los “turistas” que aparecen cíclicamente en cada elección son visitas enamoradas de nuestra cultura, de nuestra gente, paisaje y cielos, aunque para ello deba romper a golpes de puño mis percepciones visuales, auditivas y racionales.

Creo, creyendo que Dios existe, que Monseñor Angelelli no fue un forajido satánico y terrorista armado hasta los dientes, aunque para ello deba abominar de los devotos de la mentira, los cultores de la infamia y asesinos intelectuales.

Creo firmemente que el progreso de los pueblos nunca viene de la mano de las villas de los esturiones, las SAPEM, las radicaciones de capitales foráneos que rompen con la lógica del trabajo comunitario o cooperativo, del turismo productivo sin infraestructura.

Creo que la libertad de los costeños ocurre cuando todos sus habitantes no resignan su derecho a pensar y ejercer sus derechos ciudadanos para obtener el derecho consagrado a disfrutar de una vivienda segura, un trabajo digno y una salud y educación  eficaces, aunque para ello deba creer cándidamente que la democracia se pasea por los pueblos de La Costa como una paloma dichosa mirando el feliz corretear del futuro, de la mano de nuestros niños.

Creo que le creerán al Papa Francisco cuando dice que debemos descreer del capitalismo como medio para obtener la justicia, el progreso y la libertad de los pueblos, aunque para ello deba creer en los apellidos moralmente sanos para gloria y felicidad de todos los costeños.

Creo esperanzado en que un día, un singular día, podré abrazar a todos mis vecinos, sin excepción de ninguna clase, celebrando jubilosos la inmensa alegría de ser  una Comunidad unida por el gozo de disfrutar la igualdad social, la confianza plena, la amistad sin límites ni fronteras, ni quejas, ni resentimientos ni decepciones, aunque para ello deba creer agradecido que el sol seguirá saliendo todos los días, y que la primavera que se insinúa, aparezca en toda su plenitud y perfume divino y humano anunciando el fin de la mentira, el engaño y la infamia. 

AMEN.

Foto: Estatua “Niño rezando”, Cementerio Central de Bogotá, Colombia