Por
Félix R. Guerrero - Los fantasmas están vivos a pesar de la
derrota que les impuso la Verdad y la Justicia. Aquí en “La Costa”, pugnan por
borrar hoy con la amenaza solapada casi timorata, pero igualmente siniestra,
las huellas de su pasado execrable.
La
historia se repite? ¿O se repite sólo como penitencia de quienes son incapaces
de escucharla? No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la
rompan, por mucho que la mientan, la memoria humana se niega a callarse la
boca. El tiempo que fue sigue latiendo, vivo, dentro del tiempo que es, aunque
el tiempo que es no lo quiera o no lo sepa.
EDUARDO
GALEANO
Monseñor Angelelli fue
asesinado el 4 de agosto de 1976 en la ruta 38, entre Chamical y La Rioja, por
la Dictadura militar del 76. El departamento Castro Barros, anotó su página en
esa historia trágica, mediante el protagonismo de “los cruzados de la fe”,
quienes promovieron la violenta expulsión de Obispo diocesano de La Rioja, de
la localidad de Anillaco. Se dijo que lo expulsaron por guerrillero comunista.
Esa acusación jamás fue comprobada, pero el Obispo murió asesinado en una provincia profundamente católica como
La Rioja.
Lo concreto es que había fuertes
intereses económicos en juego en el departamento Castro Barros. La creación de
CODETRAL, una cooperativa agrícola en la finca Azzalini promovida por el
Obispo, enfureció al Poder.
Un episodio casi inocuo
sucedido en el mes de Diciembre del 2012 cuando el ex cura chuqueño Alilo Ortiz
prestaba testimonio a la Justicia en la causa de los curas de Chamical Carlos
de Dios Murias y Gabriel Longueville, puso en relieve la vigencia del carácter intimidatorio y
autoritario del poder político.
“Tenía
un concepto de usted, pero de los que están muertos y no se pueden defender no
hay que hablar”. .— ¿A qué te estás refiriendo?
— Todo lo que hablaste de mi viejo en el juicio.
Este
dialogo mediante mensaje de teléfono celular, fue dado a conocer por uno de los
protagonistas, Juan Aurelio Ortiz, a la Justicia y a la Opinión Pública luego de su declaración del 21 de Febrero del 2014 en la audiencia
por el asesinato del Monseñor Angelelli.
El
otro protagonista del mencionado dialogo era el entonces Intendente municipal
por el departamento Castro Barros Marcelo del Moral. En diálogo con Cooperativa Radio Comunitaria La Bocona,
el señor Alilo Ortiz, manifestó que del Moral tiene en sus manos, actualmente,
un desmesurado e ilegítimo poder político: Es Intendente por este departamento,
cargo al cual no ha renunciado, Diputado por el Dpto. Castro Barros, cargo al
que sí ha renunciado y Ministro de desarrollo Social de la Provincia. Es decir
el tiene el control de dos cargos a los cuales puede acceder según su
conveniencia personal.
El
historiador británico Tony Robert Judt advertía “Yo
creo profundamente en la diferencia entre la historia y la memoria; permitir
que la memoria sustituya a la historia es peligroso. Mientras que la historia
adopta necesariamente la forma de un registro, continuamente reescrito y
reevaluado a la luz de evidencias antiguas y nuevas, la memoria se asocia a
unos propósitos públicos, no intelectuales: un parque temático, un memorial, un
museo, un edificio, un programa de televisión, un acontecimiento, un día, una
bandera. Estas manifestaciones mnemónicas del pasado son inevitablemente
parciales, insuficientes, selectivas; los encargados de elaborarlas se ven
antes o después obligados a contar verdades a medias o incluso mentiras
descaradas, a veces con la mejor de las intenciones, otras veces no. En todo
caso, no pueden sustituir a la historia”.
Este párrafo viene a
colación de que a pesar de que el Poder de aquellos años de plomo de los 76 ha
impuesto su relato para justificar sus horrendos crímenes, la verdad histórica
se impone con su fuerza arrolladora para que los fantasmas del pasado descansen
en paz en el lugar que les corresponde.
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