Las causas
de mala praxis generalmente no obtienen justicia. Esta es una afirmación que aprendemos a resignar sin sobresaltos,
hasta que la realidad nos toca de
cerca. Pareciera que existen realidades
imposibles de dimensionar si no la sentimos en carne propia. Una reflexión sobre el Sistema de Salud de la Provincia y sus prácticas
a partir de un caso paradigmático.
La semana pasada hubo novedades en ese sentido. Trascendió que el Tribunal Superior de Justicia deLa Rioja le abrió un sumario administrativo al responsable
de mesa de entrada, quien habría hecho desaparecer durante 21 días el informe
que remitía el Cuerpo Médico Forense de Nación. El informe pericial habría sido
remitido a La Rioja
21 días antes de lo que este funcionario habría consignado.
Perder a un ser querido y
luchar por justicia, cuando la
impotencia y el dolor son demasiado grandes es una tarea inconmensurable. Es cuando nos damos con la
muralla, la que separa la justicia del hombre de a pie, la que es casi
infranqueable para aquellos sin poder, cuando entendemos que
ser solidarios con las injusticias que le suceden al otro es una forma
de cuidarse a sí mismo.
La causa que investiga la muerte de Enzo Abel Gallo
no es la única, pero se ha convertido en los últimos tiempos en emblema o
testigo de lucha contra estas injusticias. Alejandro Gallo, el papá de Enzo, ha logrado instalar en la opinión pública su lucha por justicia. En su pedido también va
implícita la denuncia por el déficit en políticas de salud y
el comportamiento corporativo de
los sectores privados de la salud como los de la justicia.
Ha puesto sobre el tapete la existencia de prácticas
enquistadas en el sistema, tan sufridas como naturalizadas, como lo es la
connivencia entre una salud pública desfinanciada y las instituciones privadas
con fines de lucro. No hace falta agregar mucho para entender lo que puede
resultar de esto.
En este contexto la situación en la que quedan los médicos, que en muchos casos salen del hospital para ir a la clínica, o
peor salen del hospital para ir a sus clínicas, o a clínicas en las que
participan como socios, es bastante incómoda, por no decir peligrosa, al límite
de la ética y mas allá también. Digamos
que cooptar pacientes en el hospital para llevar a las clínicas privadas
implica, más allá de una distorsión de
la esencia de la profesión, una práctica peligrosa.
Pero peor es la situación de quienes son víctimas de
la manipulación de un sistema que da margen para cualquier cosa. Cuando se trata de la salud, y eso es algo
que todos aceptan, el desmanejo y la falta de ética pueden llevar a la muerte.
El caso Gallo denuncia esta connivencia y además un
homicidio con dolo eventual.
Alejandro Gallo sostiene que a su hijo se lo operó
por nada, o mejor dicho que las razones por la que se lo operó en el Sanatorio
Rioja no eran de índole clínicas, sino más bien comerciales, para esto reunió
pruebas y testigos, y logró que la carátula del caso fuera la de homicidio con
dolo eventual.
Para que se entienda lo que es un homicidio con
dolo eventual citamos un ejemplo: alguien circula con su automóvil por una
calle a 150 Km .
por hora y atropella y mata a una persona que cruzaba la calle; no hubo
intención de matar pero, sabía que yendo
a esa velocidad podría “eventualmente” llegar a atropellar y/o matar al que cruzara
la calle. Sería un dolo
"potencial" ya que podría haber ocurrido o no.
Para el Caso de Enzo, que habría
sido operado sin justificación clínica y por una motivación económica, el dolo
termino en homicidio. Desde entonces
Alejandro Gallo viene denunciando numerosas irregularidades y connivencias que
van desde la falsificación de historias clínicas, hasta la manipulación de
pericias e informes.
La semana pasada hubo novedades en ese sentido. Trascendió que el Tribunal Superior de Justicia de
Alejandro Gallo asegura que esta maniobra fue para manipular el informe a favor de los
acusados. Esto quedará claro cuando el
Cuerpo Médico Forense del Tribunal Superior de Justicia de la Nación le remita a la querella el pedido de copia de
las pericias, ya que para la fiscalía en nuestra provincia la copia remitida
anteriormente no presenta inconvenientes. Un dato no menor es que al empleado que retuvo durante veintiún días
este informe, la fiscalía no le inició causa de penal.
Respecto al tema
se hicieron públicas, a través de distintos medios, grabaciones obtenidas de una entrevista que
Alejandro Gallo le realizara al Fiscal
Montivero, jefe de Fiscales de nuestra Provincia. En estas grabaciones el Fiscal justifica la
propia inacción de la fiscalía y de la justicia, confirmando de alguna manera
lo que todos suponen, el accionar corporativo y las presiones, no solo por al caso Gallo sino como una práctica en
general.
La verdad es
que tenemos un sistema judicial
poco transparente,
antidemocrático y permeable al poder fáctico de las corporaciones, una
suerte de pilar del medio de muchas injusticias. Por otro lado un sistema de
salud público desfinanciado y patas para arriba, porque más allá de que se invierta en la
construcción de hospitales, el problema de la salud es estructural y sistémico.
Y para rematar un gigantesco sistema privado de salud, regido por las leyes de mercado y sin
escrúpulos.
Esto es así en nuestra provincia y en toda la
argentina. No es casual que en materia de salud el gobierno nacional no haya
introducido las reformas necesarias, a tono con el retroceso en otros frentes
heredados de las políticas neoliberales,
y se haya conformado con emparchar sobre lo impuesto por el neoliberalismo; es
decir el desfinanciamiento de lo
público, la desregularización del sistema de obras sociales y la apertura a las prepagas.
Estas empresas convertidas en poderosos capitales
privados, nos muestran ahora su enorme capacidad de influir en todos los ámbitos del
poder estatal.
Pasa que en provincias como la nuestra todo esto se
magnifica. Cuna del neoliberalismo, cobayo de prueba de estas políticas en
tiempos de Menem, es también hoy un
epicentro de sus contradicciones.
Como conclusión y en honor a la realidad debemos
aceptar que el debate en torno a la salud que deberíamos tener está lejos de
instalarse, y aunque sus consecuencias logran interpelarnos en alguna medida,
no alcanza. Casos como los de Enzo, que son
innumerables, son claramente un pronunciamiento en favor de la salud como
un derecho y no como un negocio, reivindicación
que diversos actores del campo popular vienen sosteniendo en sus
demandas desde los noventa, pero que a la fecha no logran engranar con la
agenda política.
Foto: Rioja Virtual.
Foto: Rioja Virtual.
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