La vecina Olga Acuña denuncia a través de una carta abierta la presencia de animales sueltos en la ruta Nacional Nº 75 en las inmediaciones de la localidad de Aminga y en el centro de Anillaco. Esta situación casi le cuesta un grave accidente en su automóvil. Responsabiliza a los propietarios de animales pero habla también habla de negligencia de parte de las autoridades policiales. Carga las tintas sobre el poder político, dice que “el señor Intendente y funcionarios responsables deben comprometerse en solucionar el problema cueste lo que cueste” y concluye “si hay algo que caracteriza esta gestión es la falta de control en todos los ámbitos y en todos los niveles, porque para él (Intendente) la palabra control significa costo político.”
Me dirijo a usted/ustedes, con el objeto de dar a conocer una grave situación que supone un alto riesgo para los automovilistas que circulan por la Ruta Nacional 75.
El día lunes 29 de Noviembre del corriente año, alrededor de las 24 horas, venia viajando de la Ciudad capital en mi vehículo particular, cuando al llegar a la entrada de la localidad de Aminga surge intempestivamente una manada de caballos que me obligaron a realizar proezas propias de corredores de fórmula uno para salvar la vida de mi hijo pequeño, la mía propia y la integridad de mi vehículo.
Tan pronto salgo de la angustiante situación, acudí a las autoridades policiales de Aminga a pedir explicaciones respecto de las normas de transito y la reglamentación pertinente a la circulación de animales sueltos en las vías públicas y ruta nacional, a lo que los uniformados me informaron que enviarían un móvil al lugar a verificar la situación. No conforme con esto me dirijo a la policía de la localidad de Anillaco todavía sin reponerme del susto vivido, cuando al llegar a las inmediaciones de la terminal me encuentro con otra manada de caballos sueltos que me obligaron a detener el vehículo, también lo hizo un camión municipal que circulaba en sentido contrario. Al ingresar a la dependencia policial y dar cuenta de lo sucedido, el oficial de guardia me dijo que conforme a las disposiciones municipales los animales no estaban en infracción porque se encontraban dentro de los límites permitidos. El argumento es que a 50 metros ruta adentro los animales están en su derecho, lo que no logro entender es que la ruta pasa por dentro de los pueblos de Aminga, Pinchas, aguas Blancas y Las Peñas, donde las viviendas se encuentran a la vera de la ruta.
Sorprendida e indignada ante la inseguridad, irresponsabilidad, ineptitud o negligencia de nuestras autoridades, que otorgan plena impunidad a los propietarios de animales vacunos, equinos etc., que los sueltan desaprensivamente a que busquen comida por las calles, plazas, rutas y viviendas particulares en las que destruyen todo el esfuerzo de quienes embellecemos con plantas las casas de nuestros pueblos, constituyéndose además en un peligro permanente para los automovilistas y conductores de vehículos menores, y me pregunto lo siguiente: pareciera que la seguridad vial excede a las facultades del ámbito netamente municipal, donde todo lo prohibido está permitido y lo anormal se convierte en normal. Lo lógico sería que el principal responsable del tema en particular que hace a la seguridad vial y las obligaciones de velar por la integridad física de los habitantes del departamento sean el señor Intendente y funcionarios responsables, quienes deben comprometerse en solucionar el problema cueste lo que cueste, porque si hay algo que caracteriza su gestión de gobernante, es la falta de control en todos los ámbitos y en todos los niveles, porque para él la palabra control significa costo político.
Me pregunto que sucedería o que hubiera sucedido esa noche o cualquier noche si alguien pierde la vida ¿Quién se hace responsable? ¿O piensan que un maletín con plata devuelve la vida de un hijo, de un amigo o familiar o cualquier persona? También me pregunto si la vida de un animal vale más que la de un ser humano o si los vacunos y equinos gozan de más derechos ciudadanos que los habitantes de nuestros pueblos. ¿Qué responsabilidad les cabe a los propietarios de dichos animales? Según parece ellos están bien protegidos ya que si algún vecino en el colmo de la indignación mata uno de esos animales debe pagarlo.
Es decir, estas situaciones rompen con toda lógica, razón y elemental dignidad humana.
Cada vez que hay un problema en el departamento, se escucha decir en grandes discursos “El departamento brilla”. Yo les aseguro a las autoridades y a los habitantes que lo único que brilla son los ojos de los animales dentro y en las orillas de la ruta.
Solo me resta pedir que las mencionadas autoridades me den las explicaciones de estas preocupantes situaciones.-
OLGA SUSANA ACUÑA
DNI 16.912.536
El tema de los animales sueltos debe se soluciona con CONTROL. El Intendente debe entender que el costo político redundará en beneficio para todos. Mirar para otro lado signiifica estar lejos de las preocupaciones de la comunidad. Gracias Señora Olga por la carta los costeños nos debemos expresar. Caiga quien caiga.
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