La plaza San José se vistió nuevamente de fiesta, como cada año, para
recibir a miles de almas carnavaleras que disfrutaron de uno de los festivales
más tradicionales de la Provincia. Un espectáculo cuidado y el espíritu festivo
de la gente, coronaron una noche multitudinaria.
La pintoresca localidad costeña del departamento Castro
Barros acogió a más de seis mil personas, que se concentraron en la plaza
principal el pasado sábado 8 de febrero, donde se monta el escenario y predio
para revivir este carnaval de antaño, desde hace ya 30 años. Allí, el pueblo y
sus visitantes, celebraron el carnaval, junto a sus tradiciones ancestrales,
como la de agradecer “las buenas cosechas”.
La organización de la comisión encargada del festival,
preparó todos y cada uno de los detalles para que los asistentes pudiesen
degustar las comidas típicas, tomar un buen vino, disfrutar del folclore y
bailar al ritmo del cuarteto del Super Grupo Manzana.
Con una noche ideal y la plaza colmada de familias,
amigos y niños, que llegaron de distintos puntos de la Provincia, los
asistentes comenzaron a chayar con abundante harina y espuma.
El Carnaval de la Plaza inició con el tradicional ritual
de la llegada del Chasqui, La bruja, el repique de campanas, las pacotas a
caballo, el Ballet y las comparsas que dieron el marco único y colorido de la
apertura del festival.
En el escenario central cantaba el grupo “Voces del
Nogal”, mientras que en el centro de la plaza, luego de la tradicional vuelta
del Chasqui, los miembros del Ballet “Bien Riojano”, entretuvieron a los
presentes, con un número de carnavalito.
Laura Pedraza, una de las directoras del Ballet, dijo que
“hace dos años que estamos con este grupo, que a su vez lo conforman jóvenes de
Los Molinos, Anillaco y Anjullón. Este año viajaremos a Chile para bailar en
festivales”.
Los bailarines de primerísimo nivel deleitaron al público
con varios números, en compañía de los temas folclóricos que sonaban en el
escenario principal.
La música y el espectáculo
La animación a cargo de Fernando Pedraza y Ariel “Pato”
Núñez en el escenario central, acompañó a los artistas que subieron a entonar
sus canciones.
En esta oportunidad, estuvieron Las Voces del Nogal,
seguidos por el grupo Ecos de la Costa.
Con una plaza colmada de gente, subió al escenario la
capitalina Gloria De la Vega, que desplegó un variado repertorio con su siempre
aplicada afinación. La cantante expresó que “es hermoso el festival, es la
primera vez que venimos a participar, la verdad que es un público tremendo, se
ve desbordada la plaza de la cantidad de gente que hay, estamos palpitando lo
que es la fiesta”.
Luego, fue el turno en el escenario del humorista Doctor
Abolengo, quien a través de sus canciones y letras, robó muchas carcajadas al
público.
Kike Alamo, una vez más, demostró su calidad artística e
interpretativa, para luego dar paso a la actuación de Manolo Puga, quien hizo
reír y bailar a la gente con sus clásicas y contagiosas canciones del recuerdo.
En medio de su espectáculo pidió “solidaridad por la situación económica que
atraviesa nuestro país, somos hermanos, debemos ayudarnos, ayudar al que menos
tiene”.
Uno de los principales atractivos fue el grupo de Los
Sacheros, que con al ritmo de chacareras incentivaron la fiesta de los
chayeros. La gente se agolpó frente al escenario para disfrutar más cerca del
show, aclamando a los artistas que se llevaron el mejor de los recuerdos del pueblo
costeño.
Además, estuvieron presentes arriba del escenario
Tantanakuy, Las voces del Manantial, Los Caú del Chamamé y el cierre dedicado a
la juventud, estuvo a cargo del cuartetero Super Grupo Manzana.
Los precios en el festival
Alrededor de la plaza, los vecinos en sus casas pusieron
sus puestos de venta, donde se podían conseguir comidas típicas, como locro y
empanadas. También, pudieron comercializar bebidas alcohólicas, harina, espuma
y hielo.
Los precios fueron variados y la comisión organizadora no
permitió que se ingresara al predio, con ningún tipo de bebida ni alimento.
Entre los valores, se puede mencionar la porción de locro entre 20 y 25 pesos,
la hamburguesa 30 pesos, shawarma 35 pesos, las docena de empanadas entre 40 y
50 pesos. En cuanto a la bebida, los valores fueron: la gaseosa de medio litro
15 pesos, el vaso de 1 litro de cerveza 30 pesos, el vino 25 pesos, el vaso de
fernet con cola 40 pesos y el frizze 50 pesos.
Por otra parte, las bolsas de 500 gramos de harina
variaron entre 10 y 15 pesos; y la espuma un valor de 20 pesos. Vale rescatar
que la entrada al festival tuvo un valor de 50 pesos.
Fuente: El Independiente
LAS EMPANADAS DEMASIDO CARAS,ERA MEJOR COMER EN CASA P UNA FLIA NUMEROSA...
ResponderEliminar