El canto del poeta es un
disco homenaje al poeta llanista Ariel Ferraro, uno de los escritores más
celebrados de la historia riojana. Fue producido por Víctor Carrión y cuenta
con la participación de más de treinta artistas. En la tarea de nombrar
recordando al poeta no tan recordado se embarcó el periodista Guillermo Alfieri, que fue compañero y
amigo de Ferraro, además de ser el secretario de redacción de El Independiente
hasta el 24 de marzo de 1976. Así nos regala esta crónica.
Crónicas en Claroscuro
Canciones
con la sabia
poesía de Ariel Ferraro
Por Guillermo
Alfieri
Cumplí años y recibí lindos
regalos. Uno de ellos, la producción discográfica El Canto del Poeta, con el
denominador común de creaciones de Ariel Ferraro, musicalizadas e interpretadas
por diversos artistas. La calidad del tributo a Ariel Ferraro, cuidado en cada
uno de sus detalles, enriquece el patrimonio cultural de la provincia de La
Rioja y debería irradiarse por los cuatro puntos cardinales del país.
Se casó con Alba Lanzillotto y tuvieron dos hijos: Alba Rosa, apodada Puqui (1961), y Ariel Fernando (1963). Los amigos fueron muchos más, como las relaciones extendidas fuera de los límites de la provincia, por afinidades literarias y musicales que Ariel Ferraro se ocupaba de divulgar. Integró el Grupo Calíbar, que sacudió la modorra cultural conservadora. Fundó publicaciones. Escribió una atractiva columna semanal en el diario El Independiente.
Ariel Ferraro tiene lugar en el podio de los hombres buenos que conocí, concepto compartido por quienes disfrutaron la cordialidad de su trato y la generosidad de sus actos. Con Ramón Navarro se declararon hermanos. Ensamblaron poesía y música, por ejemplo en La Elegía a la Victoria Romero, la mujer de Ángel Vicente Peñaloza: Hembra riojana de jazmín y acero. / Domadora de leguas y veranos. / Por la oprimida greda de los llanos, / tu sed de libertad se hizo entrevero.
A dos cuadras de la plaza principal quedaba el lugar de trabajo
de Ariel Ferraro, en calle 25 de Mayo 297, casi esquina Alberdi. Serenata de
Greda fue su primer libro. La Fundación para a Poesía editó una selección de
sus obras en 1969. En 1973 nada menos que Virgilio Expósito elaboró la melodía,
con ritmo de tango, para Vía Muerta: Mi suburbio con pájaros ausentes, / sin
banquinas ni el aire laboral. / Y estos rieles paralelos a la fiebre / hoy me
siguen, queriéndome llevar.
Los represores no leen poesía, sino las listas negras construidas por espías formales e informales. La profesora Alba Lanzillotto fue detenida y liberada con la amenaza de reintegrarla a la cárcel, situación en la que se encontraba Carlos Alberto Lanzillotto, su hermano y cuñado de Ariel Ferraro. El peligro obligó al exilio, con la familia desparramada. Ariel Ferraro hizo la ruta Carmen de Patagones, Montevideo, Madrid. A España llegó con 300 dólares, a mediados de 1977. Allí se abrazó con sus amigos Tito y Lyli Paoletti, hasta que pudo reunirse con Alba y sus hijos, para instalarse en un modesto departamento de Vallecas.
Ariel Ferraro dio clases en colegios asuncionistas, colaboró con la puesta de dos de sus obras teatrales, fue periodista con intermitencias y estudió ciencias teológicas, en la Universidad de Salamanca. Después de siete años, el regreso, en agosto de 1984, previo paseo por Francia y Holanda, financiado por el reconocimiento salesiano a su labor docente, mediante una indemnización, que no correspondía al retiro voluntario. Prefirió quedarse en Buenos Aires, reacomodando la existencia. De improviso, el ataque cerebral, al que sobrevivió pocos días. Murió el 4 de noviembre de 1985, sin recobrar el conocimiento.
La realización del disco duró nueve meses. El conjunto de elementos es armonioso. La palabra del poeta ha sido escuchada para ser trasmitida: Los ríos de las llanuras /¡Ay! Son tan lentos por demás. / También es lenta la ausencia / pero es capaz de arrasar (…) Tigres fatales nos miran desde algún vaso de arcilla / y una panza de serpientes sube montañas arriba (…) Dorada y aborigen fue la flor / violada en desazón de soledad, / tal vez un brote suyo me acodó / y hoy canto a su pecado original.
Ariel Ferraro es el pseudónimo de José Humberto Pereyra
Escudero, nacido en Corral Isaac, sitio de la extensa geografía de Los Llanos
riojanos, el 20 de septiembre de 1925, como para aguardar la primavera en el
hogar del maestro rural del lugar. Para estudiar en niveles superiores a los de
la escuela primaria, se mudó a la capital provincial. En el aula avanzó con
discreción, pero se constituyó en un formidable autodidacta. Ejerció la
docencia en el Instituto del Profesorado y, entre otras materias, enseñó Filosofía.
Se casó con Alba Lanzillotto y tuvieron dos hijos: Alba Rosa, apodada Puqui (1961), y Ariel Fernando (1963). Los amigos fueron muchos más, como las relaciones extendidas fuera de los límites de la provincia, por afinidades literarias y musicales que Ariel Ferraro se ocupaba de divulgar. Integró el Grupo Calíbar, que sacudió la modorra cultural conservadora. Fundó publicaciones. Escribió una atractiva columna semanal en el diario El Independiente.
Ariel Ferraro tiene lugar en el podio de los hombres buenos que conocí, concepto compartido por quienes disfrutaron la cordialidad de su trato y la generosidad de sus actos. Con Ramón Navarro se declararon hermanos. Ensamblaron poesía y música, por ejemplo en La Elegía a la Victoria Romero, la mujer de Ángel Vicente Peñaloza: Hembra riojana de jazmín y acero. / Domadora de leguas y veranos. / Por la oprimida greda de los llanos, / tu sed de libertad se hizo entrevero.

Los represores no leen poesía, sino las listas negras construidas por espías formales e informales. La profesora Alba Lanzillotto fue detenida y liberada con la amenaza de reintegrarla a la cárcel, situación en la que se encontraba Carlos Alberto Lanzillotto, su hermano y cuñado de Ariel Ferraro. El peligro obligó al exilio, con la familia desparramada. Ariel Ferraro hizo la ruta Carmen de Patagones, Montevideo, Madrid. A España llegó con 300 dólares, a mediados de 1977. Allí se abrazó con sus amigos Tito y Lyli Paoletti, hasta que pudo reunirse con Alba y sus hijos, para instalarse en un modesto departamento de Vallecas.
Ariel Ferraro dio clases en colegios asuncionistas, colaboró con la puesta de dos de sus obras teatrales, fue periodista con intermitencias y estudió ciencias teológicas, en la Universidad de Salamanca. Después de siete años, el regreso, en agosto de 1984, previo paseo por Francia y Holanda, financiado por el reconocimiento salesiano a su labor docente, mediante una indemnización, que no correspondía al retiro voluntario. Prefirió quedarse en Buenos Aires, reacomodando la existencia. De improviso, el ataque cerebral, al que sobrevivió pocos días. Murió el 4 de noviembre de 1985, sin recobrar el conocimiento.
Ariel Ferraro había proyectado un espectáculo poético-musical,
durante su estadía en Montevideo. Redactó el guión y le puso título provisorio:
Al Sur del Corazón. Los viejos papeles se conservaron. Alba y sus hijos
reanimaron la idea. Conversaron con Ramón Navarro y Víctor Carrión. El homenaje
debía ser digno y bello. La convocatoria tuvo conmovedora respuesta de artistas
y técnicos, de estudios de grabación, de diseñadoras de material gráfico. Larga
es la lista de voces, solistas, grupales, corales. Extensa es la nómina de
instrumentistas que aportaron a la excelencia de El Canto del Poeta.
La realización del disco duró nueve meses. El conjunto de elementos es armonioso. La palabra del poeta ha sido escuchada para ser trasmitida: Los ríos de las llanuras /¡Ay! Son tan lentos por demás. / También es lenta la ausencia / pero es capaz de arrasar (…) Tigres fatales nos miran desde algún vaso de arcilla / y una panza de serpientes sube montañas arriba (…) Dorada y aborigen fue la flor / violada en desazón de soledad, / tal vez un brote suyo me acodó / y hoy canto a su pecado original.
Dice
Alba Lanzillotto que El Canto del Poeta “nos reafirma la certeza de que el
nombre de Ariel Ferraro, así como su obra poética, vivirán por siempre
venciendo al tiempo y a inmerecidos olvidos”. Así sucederá y habrá una prueba
cuando se concrete la buena noticia de que El Canto del Poeta será presentado
en La Rioja, con el elenco completo, y Pancho Cabral entone: Paloma de sal y de
trigo, / bajo el arco iris de mi soledad / y la mano ambigua del tiempo que
toca / la zamba que canta lo que ya no está (…). Y el aplauso popular abrace a
la mujer, los hijos y los cinco nietos, que resguardan su memoria, como un
legado que descubrirán las nuevas generaciones.
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Del Disco "El Canto del Poeta"
"Quirquincho" Poema de Ariel Ferraro. Música de Ramón Navarro.
Intérprete: La Bruja Salguero
Escuchar haciendo click aquí Quirquincho
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